domingo, 28 de diciembre de 2014

LA CHÍA

La planta en sí puede llegar al metro de altura, con flores  hermafroditas, que florecen en la primavera y luego, en el verano, ofrecen un fruto cuya semilla es especialmente rica en nutrientes: proteína, calcio, boro, potasio, antioxidantes, hierro, omega 3, vitaminas y minerales varios.  En comparación con otros alimentos,  tiene el doble de proteína que cualquier otra semilla, y 5 veces más calcio que la leche.

Las semillas de Chía  poseen el doble del potasio que contienen los plátanos (fruta considerada fuente tradicional de potasio, tan importante para prevenir calambres),  el triple de hierro que las espinacas.

¡La Chía tiene siete veces más Omega 3 que la carne de salmón! Lo que la convierte en la mayor fuente vegetal de ácidos grasos Omega 3, especialmente necesaria para las personas mayores, pues reduce los niveles de triglicéridos y colesterol, previene la formación de coágulos en las arterias, fluidifica la sangre y protege al cuerpo de ataques cardíacos, apoplejías, derrames cerebrales, etc., previene enfermedades cardiovasculares, protege contra el cáncer, especialmente de colon, próstata y mamas, y favorece la protección contra enfermedades como la artritis.

Esta maravilla de la naturaleza se puede consumir pura, molida o remojada.  

Preparando una bebida refrescante luego de que la semilla remojada suelta un poco una sustancia un tanto gelatinosa, y mezclada con agua helada y jugo de limón.  

También se puede consumir entera, tostada o sin tostar. 

No tiene contraindicaciones.

¿Beneficios?

.Se le reconoce el poder de ayudar en la lucha contra el sobrepeso por ser muy alto su contenido de fibra: nos ayuda a sentirnos llenos. 

.Contiene antioxidantes, proteínas, aminoácidos, vitaminas, minerales y fibra.

.Su nivel de Omega 3 lo hace un antinflamatorio eficaz para evitar o paliar enfermedades como la artritis.
.No contiene gluten (para quienes deben excluirlo de su dieta, como los pacientes con enfermedad celíaca)

.Se pueden consumir solas o incorporadas a otros alimentos.

.Proporciona energía, aumenta fuerza y resistencia: por sus altos contenidos de proteínas y la combinación de vitaminas y minerales nos ayudan a ser constantes a nuestras actividades diarias.

.Ayuda a controlar los niveles de colesterol y triglicéridos.

.Favorece la regularidad intestinal: la fibra soluble y el revestimiento de gel de la semilla mantiene el colon hidratado y asegura el movimiento fácil de los alimentos.

.Ayuda a controlar los niveles de azúcar (una bendición para quienes padecen diabetes).

.Pueden consumirla personas de todas las edades.

Como las semillas casi no tienen sabor alguno, pueden incorporarse a cualquier alimento frío (mejor no las cocine), especialmente  batidos, frutas, postres, ensaladas, yogurt.

 Se puede consumir una cucharadita diaria en un batido de cereales matutino, no se altera su sabor, consumir Chía es salud y nutrición a su alcance.

Las semillas de chía tienen un alto contenido de ácidos grasos omega 3 y contiene altos niveles de antioxidantes y valiosos nutrientes.


Son ricas en fibra y no necesitan ser trituradas para que tu cuerpo absorba sus nutrientes. Las semillas de chía pueden ser usadas de muchas formas diferentes.

Sigue estos pasos para hacer más recetas con semillas de chía:

Método 1 de 3: Utiliza las semillas de chia como aderezo.

Tal vez una de las formas más fáciles de añadir las semillas de chía a tu dieta es espolvoreándolas sobre el desayuno, comida horneada, ensaladas y hasta sobre la carne.


Pueden ser añadidas antes o después de cocinar la comida.

Las semillas de chía tienen un sabor a nuez y pueden ser comidas solas, pero si decides usarlas como aderezo intenta estas sugerencias para asegurarte de que vayan bien con tus recetas.


1 Añade las semillas de chía como aderezo de granola o cereal. 

Usar las semillas de chía con recetas que sean en base a granos hará que las semillas sean menos notables. La avena, el muesli y otros granos para el desayuno son bases ideales para espolvorear las semillas de chía.

2 Pon las semillas de chía sobre los alimentos horneados. Panes, bollitos, barras de granola y otros alimentos a base de granos horneados son receptores simples para algunas semillas de chía.

.Si las añades antes de hornear, las semillas tomarán un sabor tostado que puede asentarse en la pasta o masa. Si las añades después, hazlo mientras los alimentos horneados aún estén calientes para permitir que las semillas se fijen bien al producto final.

.En algunos postres es fácil de incorporar un pequeño puñado de semillas de chía con muy poco impacto en el sabor, aunque estos sean platos dulces.

3 Espolvorea semillas se chía en los productos lácteos. 

El yogur y el helado pueden beneficiarse del sabor a nuez además de la textura que las semillas de chía le añadirán si las usas como aderezo para estos.

.Si prefieres las mermeladas a base de frutas o los jarabes con yogur o helado, intenta mezclando semillas de chía en el aderezo de frutas para revolverlas en lugar de espolvorearlas como algo separado.
4 Usa las semillas de chía como aderezo para ensaladas. 

Las semillas de chía pueden ser usadas como las nueces o semillas de girasol en las ensaladas regulares. También pueden ser mezcladas con el aderezo justo antes de servir. 

Método 2 de 3: Utiliza las semillas de chía como un substituto

Sin importar el tipo de comida que quieras hacer, las semillas de chía probablemente puedan ser usadas para remplazar alguno de los ingredientes.
Haz una lista de los substitutos comunes que te gustarían incorporar a platillos regulares hasta que aprendas a mezclar apropiadamente las semillas de chía en las recetas regulares.
1 Remplaza los huevo o el aceite con gel de semilla de chía.

Mezclando una cucharada de semillas de chía con ¼ de taza de agua obtendrás aproximadamente el equivalente a un huevo o a un cuarto de taza de aceite para una receta.
La mayoría de las recetas pueden tolerar cerca de un 25% de substitución de semillas de chía por huevos o aceite sin una alteración notable en el sabor.
.Esta técnica también puede ayudar a extender los huevos para omelets y suflés. Sólo prepara un cuarto de los huevos que necesitas, mezclando los huevos batidos con semillas de chía y leche aproximadamente 10 minutos antes de cocinarlos.

2 Usa semillas de chía como un espesante. 

Debido a que las semillas de chía forman un gel en los líquidos, estas pueden ser añadidas a sopas, estofados, salsas y adobos para ayudar a espesar el líquido, en lugar de usar harina de trigo o de maíz.

.Las semillas de chía también se pueden licuar con batidos de fruta para hacer más espesa la textura normalmente provista por la fruta o el yogur.

.Si accidentalmente has añadido demasiado líquido a una receta, incluyendo los alimentos horneados, al añadir semillas de chía puedes espesar la masa ya que absorbe el exceso de líquido.

3 Mezcla algunos ingredientes con semillas de chía. Las albóndigas y el pastel de carne pueden unirse con semillas de chía y un poco de agua, una vez que se haya mezclado la carne molida.

Las jaleas, mermeladas y compotas también pueden beneficiarse de las propiedades del gel de semilla de chía.

Remplaza la avena o las mezclas para pudín con semillas de chía. Debido a que las semillas de chía dan consistencia cuando se mezclan con un líquido, las semillas y los líquidos deliciosos ayudan a formar un gel que puede dar la consistencia de la avena cuando está caliente y de pudín cuando se enfría.  

.Para postres en los que se mezcle chía, mezcla las semillas con endulzante, leches saborizadas o jugos.

Para mezclas de chía para el desayuno, revuelve las semillas en leche caliente o agua y después ponle el sabor de tu preferencia con azúcar morena, canela o cualquier otro elemento.

Método 3 de 3: Añádele semillas de chía a las recetas tradicionales


Las semillas de chía son muy versátiles y debido a su sabor a nuez, pueden ser mezcladas casi en cualquier receta regular.
En algunos casos, será necesario agregar un poco más de líquido para evitar que se reseque o espese la comida.
Se necesita experimentar un poco para conseguir la consistencia apropiada o la cantidad de semillas necesarias para tu propia receta.
1 Mezcla las semillas de chía en uno de los platillos de la comida. Las lentejas o frijoles en caldo, las recetas de cocción lenta y las cazuelas son ideales para añadirles semillas de chía.

.Revuelve las semillas con caldos o salsas y monitorea la consistencia por cerca de 15 minutos para determinar si será necesario añadir más líquido.

Si es así, considera añadir el líquido base de la receta (leche, caldo, agua o jugo, por ejemplo).

2 Añade semillas de chía a la mantequilla de maní o a otros artículos. 

Debido a su sabor a nuez y a su textura, las semillas de chía pueden ser fácilmente añadidas a tu emparedado para obtener fibra y nutrientes extras.


3 Incluye semilla de chía al pan y a la pasta. 

Las semillas de chía puede ser añadidas al pan tradicional para comerlo con pollo, cerdo e incluso tofu para agregar un sabor a nuez y una textura crujiente al pan molido o al pan a base de cereales tradicional. Las semillas de chía también pueden ser usadas en pastas para pescado o vegetales empanizados para añadirle sabor al empanizado, y a los platillos.

4 Mezcla semillas de chía en platillos de arroz.

Las recetas tradicionales a base de arroz, como la jambalaya o los chiles rellenos pueden fácilmente tolerar semillas de chía añadidas después de que se haya cocido el arroz por completo.

Las comidas se beneficiarán de la adición de nutrientes de las semillas de chía sin alterar el sabor significativamente.

5 Incluye semillas de chía en mezclas de nueces.

Las mezclas de frutos secos, nueces y bolsas para botanas hechas en casa pueden fácilmente incorporar semillas de chía para mejorar su valor nutricional y añadir el sabor a nuez del platillo original.

Cómo consumirlas.


Para consumir las semillas de Chía, se colocan tres cucharadas de semillas en un vaso con agua, o el zumo que más nos guste. 

Se remueven con una cucharilla para que entren en contacto con el líquido y se deja reposar entre 15 y 30 minutos.

Por la fibra soluble que contiene la semilla y debido también a su capacidad de absorción de líquido, se formará un gel que se tomará junto con las semillas.

El vaso parecerá que no contiene semillas con agua, sino una gelatina. 

Esta reacción que genera el gel se debe a la fibra soluble presente en la Chía.

La semilla de Chía también se puede consumir con yogurt, ensaladas, frutas, salsas, sopas, cremas, verduras, etc. También se puede incorporar, tanto entera como molida, a panes, galletas, barritas energéticas o repostería.

No tienen sabor ni olor. Para aprovechar al máximo sus nutrientes es mejor consumirla molida. Se puede tomar a cualquier hora del día, mejor antes de las comidas. 

Se recomienda un consumo entre 10 y 25 gramos de semillas de Chía al día.

Una de las bebidas que formaban parte de la cultura Azteca y que todavía perdura hoy y se prepara en Centroamérica es el Agua Fresca de Chía.

Ingredientes: 

De 100 a 150 gramos de semillas de chía.

De 100 a 150 mililitros de zumo de limón.

Azúcar 100 gramos. Mejor si es de caña, por su sabor y propiedades.

Y dos litros y medio de agua.

Preparación del agua fresca de chía.

Se remojan las semillas en un litro de agua durante tres horas aproximadamente.


Se mezcla muy bien el azúcar con el resto de agua y zumo de limón.

Se agrega las semillas a la chía en remojo y se enfría.

Remover las semillas antes de servir con el objeto que se repartan bien por todo el agua.

Es una bebida muy digestiva y refrescante.

Hay una variante, que consiste en tostar las semillas y después molerlas.



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