domingo, 30 de octubre de 2016

LA VIDA EN EL CONGO UNA TRISTE IMPOTENCIA

La región de El Congo es un área geográfica del África ecuatorial situada en la Selva lluviosa tropical del África Central llamada Selva del Congo. Debe su nombre al grupo étnico predominante de la región, los Congo y al reino que fundaron en 1400, el Reino del Congo; nombre que a la actualidad han heredado la República Democrática del Congo y la República del Congo.


Geografía

La República Democrática del Congo limita al norte con la República Centroafricana, al noreste con Sudán, al este con Uganda, Ruanda, Burundi y Tanzania, al sur con Zambia y Angola y al oeste con la República del Congo y el océano Atlántico. Al norte, en la frontera costera norte, la República Democrática del Congo limita también con Angola, y más concretamente con el enclave de Cabinda.

Dada la extensión del territorio, éste es muy diverso. En primer lugar hay que decir que la República Democrática del Congo cuenta con una pequeña salida al mar, aunque no tiene en ella puertos importantes. El principal puerto del país se encuentra en Matadi, en el Río Congo. Este río es navegable en su tramo final, si bien los barcos no pueden remontarle hasta Kinshasa, el capital, puesto que entre ésta y Matadi se encuentran unas cascadas insalvables para los barcos, las Cataratas Livingstone.

Flora y fauna

Situada en un territorio de orografía diversa, la República Democrática del Congo posee una gran variedad de biomas; desde la sabana en las regiones del sur, la selva montana de las regiones montañosas del este, los grandes lagos Africanos al este y la selva de la República Democrática del Congo, que es, después de la Selva Amazónica la más extensa del mundo, esto hace de la República Democrática del Congo uno de los países con mayor diversidad biológica del planeta.

Demografía

La mayoría de los 250 grupos étnicos han sido registrados y catalogados uno de ellos los Batwa. Los pueblos más numerosos son los kongo, luba y mongo. Se hablan alrededor de 700 idiomas locales y dialectos.

Aproximadamente el 80% de la población es cristiana, predominantemente católica. Muchos de los no cristianos se mantienen apegados a sus tradiciones religiosas sincréticas. Las religiones tradicionales engloban conceptos como el monoteísmo, animismo, vitalismo, devoción espiritual y ancestral y varían generalmente entre los grupos étnicos; ninguna está formalizada.


Al año 2007, la República Democrática del Congo cuenta con una población de 65.750.000 habitantes. El promedio de hijos por mujer es de 6.37 una de las tasas más elevadas de África, lo cual está provocando un crecimiento poblacional nunca visto en la historia del país, se calcula que para el año 2050 este país va a tener 177.200.000 de habitantes.



Tras una colonización particularmente brutal por parte de Bélgica, la colonia del Congo Belga alcanzaría la independencia en 1960, para transformarse en el Zaire bajo el gobierno del dictador Mobutu Sese Seko.

El Congo el país maldito por su riqueza

El conflicto más sangriento del mundo desde la Segunda Guerra Mundial sigue retumbando.

Una guerra en la que más de cinco millones de personas han muerto, millones más quedado al borde de la inanición y víctimas de enfermedades y en la que millones de mujeres y niñas han sido violadas.

Mujeres del Congo

Congo es llamado "EL PEOR LUGAR EN LA TIERRA PARA SER MUJER".
Aquí la violencia sexual es una forma de terrorismo para expulsar a la gente de sus pueblos y tener el control de la tierra. El número de víctimas es de 1.152 violaciones diarias, lo que equivale a 48 violaciones por hora. Agresiones diarias con objetos cortantes, punzantes y productos tóxicos, por soldados portadores del sida con la intención de destruir los órganos reproductores de sus victimas y acabar con su propia identidad.

La Segunda Guerra del Congo, llamada también Gran Guerra de África, que ha succionado soldados y civiles de nueve países e innumerables grupos rebeldes armados, se ha peleado casi enteramente dentro de las fronteras de este desafortunado país.

Muchas de las operaciones mineras del país se conectan con las aguas del imponente río Congo.

Es un lugar aparentemente bendecido con toda clase de minerales, pero siempre queda abajo en el índice de desarrollo humano de Naciones Unidas, pues hasta los más afortunados viven en pobreza extrema.

La República Democrática del Congo es potencialmente uno de los países más ricos de la Tierra, pero el colonialismo, la esclavitud y la corrupción lo condenaron a ser uno de los más pobres.

En el Congo sólo existe  violencia y anarquía.

VER: Minerales de Guerra



Del imperio a la esclavitud

Víctimas de violaciones, rebeldes, políticos inflados y ciudadanos asustados en un país que dejó de funcionar: gente que lucha por sobrevivir en un lugar maldito por un pasado que desafía la descripción, una historia que no los libera de su apretón mortal.


Las principales reservas se encuentran en la República Democrática del Congo.

El coltán no es realmente ningún mineral establecido. Es un término que no se utiliza en el lenguaje científico y que responde a la contracción de dos minerales bien conocidos: la columbita, óxido de niobio con hierro y manganeso (Fe, Mn), Nb2O6, y la tantalita, óxido de tántalo con hierro y manganeso (Fe, Mn), Ta2O6.

 Estos óxidos constituyen una solución sólida completa entre ambos minerales; son escasos en la naturaleza y un claro ejemplo de cómo el avance tecnológico contribuye a que materiales considerados simples curiosidades mineralógicas sean cruciales debido a sus nuevas aplicaciones.

Propiedades

El Coltán tiene singulares propiedades, tales como superconductividad, carácter ultrarrefractario (minerales capaces de soportar temperaturas muy elevadas), ser un capacitor (almacena carga eléctrica temporal y la libera cuando se necesita), alta resistencia a la corrosión y a la alteración en general, que incluso le hacen idóneo como material privilegiado para su uso extraterrestre en la Estación Espacial Internacional y en futuras plataformas y bases espaciales.

El tántalo es tan resistente como el vidrio; extremadamente dúctil y maleable, permite ser doblado, enrollado, soldado: además se utiliza en aleaciones, con objeto de obtener materiales resistentes a muy altas temperatura.

El tántalo —así denominado porque se disuelve difícilmente en los ácidos, lo cual recuerda el suplicio de Tántalo, el dios griego que no podía alcanzar nunca agua que beber ni fruto que comer— es un metal refractario que presenta cualidades muy valoradas hoy día: es tan resistente como el vidrio; extremadamente dúctil y maleable, permite ser doblado, enrollado, soldado; además se utiliza en aleaciones, con objeto de obtener materiales resistentes a muy altas temperaturas. A todas esas cualidades se añade su densidad, que lo hace muy deseable para fines militares, porque permite penetrar los blindajes. Entra también en la composición de piezas electrónicas y de equipamiento de la industria química; en la tecnología de los misiles y de los reactores nucleares, y es utilizado en cirugía. El Pentágono lo clasificó hace tiempo como “materia prima estratégica”.

Su estado en la naturaleza

Los yacimientos más importantes de origen primario están asociados a granitos alcalinos y rocas relacionadas, como pegmatitas, asociado con cuarzo, feldespatos, micas, turmalina, microclima, monazita, casiterita, berilio, espodumena y wolframita, entre otros. Sin embargo, destacan también los depósitos de alteración y aluviales, como los de tipo placer, originados por la erosión, transporte y concentración de los primarios, por ser más fácilmente recuperables con técnicas de extracción menos costosas.

¿Cómo se extrae el coltán?

Una mina en la que se extrae con mano de obra infantil

Es extraido a través de procesos primitivos similares a cómo se extraía el oro en California alli por 1800. Docenas de hombres trabajan excavando grandes agujeros en hileras para sacar el coltan del subsuelo. Los trabajadores entonces echan agua y el lodo formado lo vierten a grandes tubos de lavado, logrando que el metal se deposite en el fondo debido a su alto peso.

Principales productores

Los principales productores mundiales son Australia, Brasil, Canadá China y algunos países africanos como Ruanda, Burundi, Etiopía y sobre todo la República Democrática del Congo (país que posee entre el 64 y el 80% de las reservas mundiales de coltán).

Otros países como Rusia también son ricos en este recurso, aunque sus depósitos no han sido explotados todavía.

VER: Coltán, el Oro del Siglo XXI




Un informe polémico del Consejo de seguridad de las Naciones Unidas sacó a la luz la explotación en el Congo de recursos naturales, incluyendo Coltán, por otros países involucrados en la denominada Guerra del Coltán. Hay informes que demuestran que la vecina Ruanda y Burundi están involucradas en el contrabando de Coltán en el Congo, usando las ganancias generadas por el alto precio del Coltán para continuar esforzándose por que la guerra prosiga.

El informe estima que la armada ruandesa hizo al menos 250 millones de dólares por un periodo de 18 meses a través de la venta de Coltán.

Consecuencias medioambientales y para la salud

Para extraer el Coltán los rebeldes han invadido los parques nacionales del Congo, abriéndose camino entre los frondosos bosques de esa zona. Además la pobreza y la hambruna causadas por la guerra han ocasionado que algunos rebeldes y mineros cacen para comer elefantes y gorilas poniendo a estos en peligro.


 En el parque nacional Kahuzi Biega, por ejemplo, el censo de gorilas ha pasado a la mitad, de 258 a 130.

VER: "Blood Coltán" EL CONGO BELGA


 
VER: África, entre la vida y la muerte


El West Pokot, situado en la zona del lago Turkana es uno de los territorios más olvidados del mundo, hasta ese lugar inhóspito y duro llega la solidaridad de algunas personas que se implican física y emocionalmente, este es el caso de Ana Sánchez "Temosoc" y Dustin Carmona, representantes de la Asociación Calor y Café de Granada, España.


Cuando los elefantes luchan (Guerra del Congo)

Impresionante documental, en el que se hace un recorrido por la sangrienta historia de Congo, desde finales del siglo XIX hasta hoy, a causa de sus codiciados recursos mineros, valorados en cientos de miles de millones de dólares.

Informes internacionales denuncian, que los líderes congoleños han vendido concesiones mineras, mediante contratos opacos, con los que habrían robado al pueblo miles de millones de dólares en ingresos públicos. La pobreza, la explotación y la muerte persisten en la actualidad en un país, que ha tenido la maldición de albergar las mayores reservas del mundo de minerales, como el cobalto o el coltán, imprescindibles para sostener la potente industria armamentística y tecnológica global.


Desde que en 1996 comenzara la guerra, impulsada por Occidente a través de los dictadores impuestos, estas riquezas han ayudado a financiar uno de los conflictos armados más mortíferos desde la II Guerra Mundial. 

Cinco millones de congoleños han muerto, en el afán de gobiernos y multinacionales por conseguir importantes beneficios. 

En 2001, el día en que Sony lanzó la Play Station 2 y ganó 250 millones, un millón setecientas mil personas murieron en el Congo a causa de la guerra.






"Blood Coltán" es un impresionante reportaje-documental Aleman del canal TG4 sobre el conflicto del coltán en Africa (Congo).

El coltán, Mineral compuesto por colombita y tantalita, de color negro o marrón muy oscuro, del que se extraen el niobio y el tantalio, elementos imprescindibles en la fabricación de móviles, videoconsolas, misiles, se utiliza en microelectrónica, telecomunicaciones y en la industria aeroespacial.

Las principales reservas se encuentran en la República Democrática del Congo, donde es el máximo responsable de la guerra que ha asolado y sigue asolando ese país.

Hasta hace poco era un material prácticamente desconocido; se ha convertido en el nuevo oro negro del continente africano. Los  países africanos como Ruanda, Burundi, Etiopía y sobre todo la República Democrática del Congo (país que posee entre el 64 y el 80% de las reservas mundiales de coltán), los trabajadores son reclutados para extraer coltán en minas a cielo abierto. Trabajan de forma artesanal y en régimen de semiesclavitud. Muchos de ellos son niños.


 El coltán es crucial para la fabricación de nuevas tecnologías de la información en los países desarrollados -como telefonía móvil, ordenadores portátiles y otros dispositivos electrónicos-, el coltán se encuentra en importantes cantidades en la zona este de la República Democrática del Congo y la creciente demanda de coltán por parte de Occidente está propiciando matanzas en la región. Bajo la vigilancia de las milicias rebeldes, incluso los niños extraen este material de forma peligrosa en las minas.


La explotación de coltán en África ha estado, y está, ligada a conflictos bélicos para conseguir el control de este material, condiciones de explotación en régimen de semiesclavitud, desastres medioambientales con gravísimas repercusiones en la fauna local de especies protegidas (gorilas, elefantes), e incluso a graves problemas de salud asociados con los arcaicos e infrahumanos métodos de explotación.


Este documental de investigación les adentrará en la oscura red de intereses que salvaguardan este comercio sangriento. Podrán conocer a los señores de la guerra que esclavizan a la población local y a los hombres de negocio que, desde Europa, continúan importando coltán indiscriminadamente, a pesar de las advertencias de "Naciones Unidas".

"Blood Coltán" muestra cómo las empresas de comunicación occidentales (como Motorola, Nokia, entre otras) son coparticipes junto con China de sostener la situación de guerra en el Congo.

También expone el costo real de nuestra necesidad de estar siempre a la moda en la tecnología. Los teléfonos móviles, consolas de videojuegos, netbooks (mini notebooks), etc conllevan una tarifa .oculta de inimaginables consecuencias humanas: secuestro, asesinato y trabajo en la esclavitud.

El progreso es más caro de lo que imaginamos.

Nuestro Análisis de la Situación: Dos Niños Mueren por cada Kilo de Coltan, para Multinacionales.



La cruda realidad que viven los países con gran abundancia de recursos minerales como los diamantes ha sido causa de crueles masacres, este documental diamantes de sangre nos presenta los conflictos belicos que se han sucitado en países como Sierra Leona, el Congo, Angola y algunos otros mas del continente africano.


Las minas de diamantes son campos de trabajos forzados donde cientos de personas secuestradas son obligadas a trabajar largas horas sin descanso.


Cada minuto, ocho personas lo dejan todo para huir de la guerra, la persecución o el terror. Más de 40 millones de personas en todo el mundo, refugiados y desplazados forzosos, han tenido que elegir entre arriesgar la vida o exponerse a cualquier tipo de ataque en la huída.

En la República Democrática del Congo los grupos rebeldes llevan décadas enfrentándose al ejército oficial en una sangrienta lucha por el poder. 20.000 cascos azules de la ONU están allí para proteger a los civiles, pero algunos de ellos se han convertido en abusadores.

Nos llevaron hasta una pequeña casa. Allí nos rasgaron la ropa y nos violaron a mi amiga y a mí. Yo tenía sólo 17 años y todavía era virgen". Son las palabras de Joari, una de las protagonistas del documental con el que arrancamos. Ella y su amiga fueron presuntamente violadas por el personal de paz de Naciones Unidas, por las personas que estaban allí precisamente para protegerlas.




LA VIDA EN EL CONGO UNA TRISTE IMPOTENCIA

El Estado Libre del Congo o Estado Independiente del Congo fue un dominio colonial africano, propiedad privada del rey Leopoldo II de Bélgica, establecido en la Conferencia de Berlín, en 1885, cuyas fronteras coincidían con la actual República Democrática del Congo. El Congo fue administrado privadamente por el rey Leopoldo hasta su fallecimiento en 1908, año en que el territorio fue cedido a Bélgica.

Durante este período, El Congo fue objeto de una explotación sistemática e indiscriminada de sus recursos naturales, especialmente el marfil y el caucho, para lo que se utilizó mano de obra indígena en condiciones de esclavitud. Para mantener su control sobre la población nativa, la administración colonial instauró un régimen de terror, en el que fueron frecuentes los asesinatos en masa y las mutilaciones, que produjo un elevadísimo número de víctimas, aunque es imposible realizar cálculos exactos, la mayoría de los autores mencionan cifras de entre cinco y diez millones de muertos.

A partir de 1900, la prensa europea y estadounidense comenzó a informar acerca de las dramáticas condiciones en que vivía la población nativa del territorio. Las maniobras diplomáticas y la presión de la opinión pública consiguieron que el rey belga renunciase a su dominio personal sobre el Congo, que pasó a convertirse en una colonia de Bélgica, bajo el nombre de Congo Belga

En la década de 1950 aún subsistían trabajos forzados en el Congo y la esperanza de vida no alcanzaba los 40 años de edad.

En 1952, el Gobernador General Léon Antoine Marie Petillon escribió al Secretario Colonial, exponiendo que si no se tomaban medida para mejorar la situación en el Congo, Bélgica perdería su colonia más rica, proponía otorgarle a la población nativa mayores derechos civiles, incluido el derecho al voto. El gobierno belga se opuso a esta propuesta, alegando que "sólo desestabilizaría la región". En Bélgica, algunos diputados querían incorporar el Congo al Reino de Bélgica, de esta manera los nativos congoleños se convertirían en ciudadanos belgas, y por lo tanto tendrían plenos derechos civiles en Bélgica.

El Congo belga fue uno de los mayores exportadores de uranio para Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría; la mayor cantidad extraída especialmente de la mina de Shinkolobwe. Las bombas que se lanzaron sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki fueron fabricadas con uranio belga.

Como parte de la política internacional de las Naciones Unidas, se promovió el fin de la colonización de las naciones que llegaron a conformar el llamado Tercer mundo. En el caso de las posesiones belgas, en 1959 se realizaron las primeras elecciones libres que fueron ganadas por el Mouvement National Congolais (MNC - Movimiento Nacional Congoleño), dirigido por Patricio Lumumba.

Gobierno de Patrice Lumumba

En las montañas orientales del Congo hay valiosos minerales como el coltán y niobio, además de oro, diamantes, cobre y estaño. El coltán, abreviatura de colombio-tantalio, está en suelos de una antigüedad de tres mil millones de años. Se usa con el niobio para fabricar los condensadores para manejar el flujo eléctrico de los teléfonos celulares. Cobalto y uranio son elementos esenciales para las industrias nuclear, química, aeroespacial y de armas de guerra. Alrededor del 80% de las reservas mundiales de coltán están en el Congo.

Debido a que el gobierno belga deseaba seguir controlando la riqueza minera del país, apoyó la escisión de Katanga y Kasai del Sur, implantando gobiernos títeres en dichos territorios. El Gobierno de Patrice Lumumba solicitó la ayuda norteamericána, no siendo siquiera recibido por el presidente de EE.UU., lo que motivó el acercamiento a la Unión Soviética que proporcionó transporte y asesores militares con el objeto de controlar la situación en las provincias separatistas. Lumumba negó repetidamente tener ideología comunista alguna.

La CIA, el servicio de inteligencia belga, y otras potencias trabajaban día y noche para mantener en el poder a los congoleños leales al imperialismo. Promovieron las sublevaciones y fomentaron otros movimientos secesionistas. Con el pretexto de proteger a la población belga, Bélgica envió tropas a Katanga, intentando sostener al gobierno secesionista de Tshombé por la fuerza. Ante esta situación, el gobierno de Kinshasa recurrió a las Naciones Unidas para expulsar a los belgas y ayudar a restaurar el orden. Las tropas belgas se negaron a evacuar el país y continuaron apoyando la secesión de Katanga. La ONU envió tropas, pero éstas no sólo se negaron a intervenir en apoyo del gobierno central, sino que intensificaron la desestabilización del nuevo gobierno.

Las potencias imperialistas reaccionaron presionando al Presidente Joseph Kasavubu para que acabara con Lumumba, cosa que hizo el 5 de septiembre de 1960, destituyéndole del gobierno ilegalmente y reemplazándolo. Lumumba se negó a abandonar el cargo y destituyó a su vez a Kasavubu.

El 14 de septiembre, nueve días después de su destitución, el coronel Joseph Mobutu Sese Seko, jefe del ejército, tomó el control político en la capital tras un golpe de estado y desató una ola de represión contra las organizaciones políticas. A los dos meses, Mobutu devolvió el poder a Kasavubu y se autodesignó comandante en jefe de las fuerzas armadas.

El 10 de octubre, el ejército y las tropas de la ONU detuvieron a Lumumba, pero este logró escapar el 17 de noviembre y huir en avión hacia su principal base de apoyo en Kisangani. Fue detenido de nuevo el 2 de diciembre por el ejército. Siempre con órdenes de no intervenir, las tropas de la ONU se hicieron de la vista gorda cuando lo torturaron brutalmente.

Fue asesinado el 17 de enero de 1961 por una conspiración organizada por el gobierno de Bélgica, con la complicidad de los Estados Unidos, de Gran Bretaña y de las Naciones Unidas.

Un equipo de policías belgas desenterró el cadáver y lo disolvió con el ácido sulfúrico que proporcionó una compañía minera. Cuarenta años después el parlamento belga admitió su responsabilidad en el asesinato en una sesión celebrado en noviembre de 2001.

Dictadura de Mobutu

Tras cinco años de extrema inestabilidad y descontento civil, Joseph-Désiré Mobutu, ahora teniente general, apoyado por la CIA, derrocó mediante un golpe de Estado a Kasavubu en 1965 y se autoproclamó Jefe de Estado. Ocasionalmente llamaba a elecciones donde él era el único candidato.

Mobutu fue acusado de violaciones a los derechos humanos, represiones, culto a la personalidad y corrupción extrema; en 1984 se dijo que Mobutu poseía cuatro mil millones de dólares estadounidenses, un importe similar a la deuda nacional, en sus cuentas bancarias en Suiza.

Década de 1990

A mediados de la década de 1990 la situación empeoró radicalmente. La incapacidad de Mobutu de manejar esta crisis, acompañado de la pérdida de apoyo por parte de occidente permitió a sus opositores iniciar una gran campaña en su contra que terminó con su huida y la proclamación por parte del líder rebelde Laurent-Désiré Kabila de la "República Democrática del Congo" en mayo de 1997.

La guerra del coltán

El período de paz, tras el ascenso de Kabila al poder, fue breve. Pronto el país se vio envuelto en nuevos acontecimientos bélicos. Ejércitos de seis naciones participaron en la mayor conflagración conocida en el continente. Fuerzas militares de Zimbabwe, Angola, Namibia, Ruanda y Uganda, y del propio país, se enfrentaron en el vasto territorio congolés. En el subsuelo estaban los ricos depósitos de mineral que han sido el eje de la tragedia que ha vivido esa nación del África central.

La primera guerra del Congo, iniciada en 1996, enfrentó a EE.UU., Gran Bretaña y Bélgica por un lado, que apoyaron a los ejércitos de Ruanda y Uganda frente al ejército de Mobutu apoyado por Francia. Fue una guerra con pocos combates y con muy escasas víctimas congoleñas, aunque sí se registraron grandes masacres de población Hutu ruandesa refugiada en el Congo.

Precedidos de una intensa campaña mediática de demonización contra el presidente congoleño, Laurent Kabila, el 2 de agosto de 1998, los ejércitos de Ruanda, Uganda y Burundi irrumpieron en suelo congoleño dando lugar a la llamada “Segunda guerra del Congo” o guerra del "coltán" que oficialmente terminaría en el año 2003, aunque seguiría con intensidad decreciente hasta prácticamente nuestros días. Un total de cinco millones y medio de víctimas, civiles congoleños en su inmensa mayoría, serían contabilizadas por las organizaciones de Derechos Humanos.

Kabila fue asesinado en 2001, pero las luchas continuaron durante el gobierno dirigido por su hijo Joseph Kabila. La guerra, que dejó millones de muertos (la mayor cifra en un conflicto bélico desde la Segunda Guerra Mundial ), finalizó en lo esencial tras la retirada de los ejércitos extranjeros, la firma de acuerdos de paz con Uganda y Ruanda, que apoyaron a los movimientos contrarios a las autoridades de Kinshasa, y las conversaciones con vista a la pacificación, entre todas las fuerzas políticas congolesas, celebradas en Sun City, Sudáfrica.

Al contrario que la primera guerra, esta segunda guerra del Congo sería en parte silenciada o, en el mejor de los casos descontextualizada, para que reflejase sólo un confuso conflicto civil y étnico intercongoleño manipulado por algunas multinacionales anónimas occidentales.

Las razones del inicio de la guerra habría que achacarlas a la actitud de Laurent Kabila, quien después de varios meses en el poder invalidó y se retractó de los acuerdos que había firmado en el inicio de la primera guerra del Congo (acuerdos de Lemera) en los que se habían concedido a multinacionales como la American Mineral fields Inc., contratos escandalosamente ventajosos sobre vastos yacimientos mineros del este del Congo.

El ejército ruandés obtiene ganancias de más de 20 millones de dólares al mes con la minería del coltán actualmente. Aunque su precio ha caído, Ruanda mantiene su monopolio de la explotación y comercio del metal de la RDC. Existe una lluvia de informes sobre desenfrenados abusos de los derechos humanos en esa región minera.


El coltán sale de las minas a puestos comerciales clave, donde lo adquieren mercaderes extranjeros que lo envían al exterior, principalmente a través de Ruanda. Las empresas con capacidad tecnológica suficiente convierten al coltán en el codiciado tantalio en polvo, para revenderlo después a multinacionales de la tecnología como Nokia, Motorola, Compaq, Sony y demás fabricantes que lo utilizan en teléfonos móviles y otros productos electrónicos.

Explotación rapaz

El desarrollo ha sido sofocado, el gobierno ha sido débil y el estado de derecho, inexistente. Eso no se debe a una falla innata de los congoleses. A los poderosos les convenía destruir, suprimir e impedir cualquier gobierno fuerte, estable y legítimo.

Eso interferiría -como han amenazado los congoleses en algunas ocasiones- con la fácil extracción de los recursos nacionales. Congo vive bajo la maldición de su riqueza natural.

Es un país enorme, del tamaño de Europa occidental.

República Democrática del Congo es un estado fallido, condenado desde la llegada de los europeos.

El agua interminable del segundo río más largo del mundo, el Congo, un clima benigno y un suelo rico y fértil, debajo del que hay abundantes depósitos de cobre, oro, diamantes, cobalto, uranio, coltán y petróleo, para mencionar sólo algunos de los minerales que deberían hacerlo uno de los países más ricos del mundo.

En cambio, es uno de los más desahuciados.

Al interior de Congo llegó a fines del siglo XIX un explorador nacido en Reino Unido, Henry Morton Stanley, cuyo sueño era establecer asociaciones de libre comercio con las comunidades que iba conociendo. Pero estos fueron destrozados por el infame rey de Bélgica, Leopoldo, quien creó un vasto imperio privado.

El suministro más grande de caucho fue encontrado justo cuando se había vuelto una materia prima indispensable en Occidente, en virtud de las llantas de bicicletas y autos, así como el aislamiento eléctrico.

En la Segunda Guerra Mundial, el uranio de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki provenían de una mina en el sureste de Congo.

Las libertades occidentales eran defendidas con recursos de Congo, mientras a los negros congoleses se les negaba el derecho al voto, a formar sindicatos o asociaciones políticas. Se les negaba todo, más allá de una educación básica.

Se les mantenía en un nivel infantil de desarrollo que convenía a gobernantes y dueños de minas, pero garantizaba que cuando llegara la independencia no hubiera una élite nativa que condujera al país.

Por eso la independencia en 1960 fue predeciblemente desastrosa.

Independencia, Mobutu y Kabila

Fragmentos del inmenso país intentaron separarse inmediatamente, el ejército se amotinó contra sus oficiales belgas y en pocas semanas la élite belga que gobernaba evacuó el estado, dejando a nadie con capacidad para manejar el gobierno o la economía.

De 5.000 empleos gubernamentales antes de la independencia, apenas tres eran de congoleses y no había ningún abogado, doctor, economista o ingeniero congolés.

El caos amenazaba con apoderarse de la región. Las superpotencias de la Guerra Fría entraron para disputarse el terreno.

Atrapado entre estas rivalidades, el líder congoleño Patrice Lumumba fue horriblemente golpeado y ejecutado por rebeldes con apoyo occidental. Un hombre fuerte del ejército, Joseph-Desire Mobutu, que fue sargento de la policía colonial, se hizo cargo.

Mobutu fue cortejado por Occidente durante décadas.

Mobutu se convirtió en tirano. En 1972 se cambió el nombre a Mobutu Sese Seko Nkuku Ngbendu Wa Za Banga, que significa "el guerrero todopoderoso que, gracias a su resistencia e inflexible voluntad para ganar, va de conquista a conquista, dejando un rastro de fuego".

Occidente lo toleró mientras los minerales fluyeran y Congo se mantuviera fuera de la órbita soviética.

Él, su familia y amigos desangraron al país de millones de dólares, construyeron un palacio de US$100 millones en la selva más remota de Gbadolite, una larguísima pista de aterrizaje a su lado, diseñada para el Concorde, que era fletado para ir de compras a París.

Los disidentes eran torturados o comprados, los ministros robaban presupuestos enteros, el gobierno era atrofiado. Occidente le permitía a su gobierno que pidiera millones de dólares prestados, que luego eran robados. Hoy es Congo el que debe pagar la cuenta.

En 1997, una alianza de países vecinos, encabezada por Ruanda -furiosa porque Congo le daba refugio a muchos de los responsables del genocidio de 1994- invadió para deshacerse de Mobutu.

Un exiliado congoleño, Laurent Kabila, fue reclutado en África oriental para actuar como líder. El ejército de Mobutu, sin dinero, implosionó. Sus líderes, compinches incompetentes del presidente, abandonaron a sus hombres en una alocada carrera para escapar.

Mobutu salió una vez más de su Versalles selvático, en su avión cargado de objetos valiosos, mientras sus propios soldados le disparaban.

Ruanda había conquistado a su inmenso vecino con una facilidad espectacular. Sin embargo, una vez instalado, Kabila, el títere de Ruanda, se negó a cumplir órdenes.

Ruanda volvió a invadir, pero esta vez fue detenida por sus antiguos aliados que se pelearon entre ellos y arrastraron a Congo a una guerra terrible.

Caos interminable

Ejércitos extranjeros se enfrentaron en lo profundo de Congo mientras el frágil estado colapsaba totalmente y la anarquía reinaba.

Cientos de grupos armados cometieron atrocidades, millones murieron.

Las diferencias étnicas y lingüísticas atizaban la ferocidad de la violencia, mientras el control de la impresionante riqueza natural de Congo añadía una terrible urgencia a la lucha.


Niños soldados reclutados a la fuerza acorralaban ejércitos de esclavos para que extrajeran minerales como coltán, componente clave de teléfonos celulares, la última obsesión del mundo desarrollado, mientras aniquilaban a comunidades enemigas, violando a las mujeres y forzando a los sobrevivientes hacia la jungla donde morían de inanición y enfermedades.

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