viernes, 27 de enero de 2017

PIROMANÍA

(del griego πυρός pyrós, "fuego" y μανία manía "locura") es la tendencia patológica a la provocación de incendios. Al sujeto que padece piromanía se le denomina piromaníaco o pirómano.

El pirómano suele sentir atracción por todo lo relacionado con el fuego.

El pirómano no debe ser confundido con el incendiario que es aquella persona que intencionadamente decide provocar incendios con premeditación, con ánimo de lucro o simplemente por hacer daño.

La piromanía es un trastorno psiquiátrico caracterizado por el impulso de iniciar incendios. Además el sujeto, denominado comúnmente piromaníaco o pirómano, suele sentir relajación, placer, interés, curiosidad y atracción por todo lo relacionado como pueden ser las estaciones de bombero.

Síntomas

Comenzar un fuego entre los niños y adolescentes y la piromanía en adultos puede ser crónica o episódica. Algunas personas pueden provocar incendios con frecuencia como una forma de aliviar la tensión, otros al parecer lo hacen sólo durante los períodos de inusual de estrés en sus vidas.


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Piromanía en niños

La piromanía es el responsable en un porcentaje muy pequeño de casos de incendios en los que un niño o adolescente es el sospechoso. Sin embargo, los niños de tan sólo tres años de edad pueden desarrollar la piromanía. 

Para que un niño sea diagnosticado como un pirómano, debe tener un historial de incendios de manera deliberada, y debe ser demostrado la fijación en el fuego no se puede atribuir a los intentos de venganza, motivos financieros, daño cerebral u otros trastornos psicológicos tales como trastorno de personalidad antisocial.

 Se debe demostrar que el niño tiene una atracción por el fuego y experimenta sentimientos de satisfacción o alivio después de provocar un fuego.

Piromanía en adultos

La piromanía en adultos se asemeja a los de otros trastornos de control de impulsos, como los trastornos de abuso de sustancias, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), trastornos de ansiedad y los trastornos del estado de ánimo. La piromanía en adultos se ha asociado con síntomas que incluyen depresión, pensamientos de suicidio, los conflictos repetidos en las relaciones interpersonales, y la poca capacidad para hacer frente al estrés.

Demografía

La piromanía es una enfermedad relativamente rara, que afecta a menos de un por ciento de la población. El noventa por ciento de las personas diagnosticadas con la piromanía son hombres. La condición es aún más raro en los niños y adolescentes que en los adultos.

Causas

La mayoría de los estudios sobre la relación de causalidad en relación con la piromanía se han centrado en niños y adolescentes que han provocado incendios. Las causas de la conducta incendiaria entre los niños y los adolescentes son complejas y no se comprenden bien.

Factores individuales

Los factores individuales que contribuyen a la conducta incendiaria incluyen:

. Comportamientos y actitudes antisociales. Los pirómanos adolescentes a menudo han cometido otros delitos, como vandalismo, violación u otros delitos sexuales no violentos.
. Búsqueda de sensaciones. Algunos jóvenes se sienten atraídos por comenzar un fuego por el aburrimiento y la falta de otras formas de recreación.
. Búsqueda de atención. Comenzar un fuego se convierte en una forma de provocar reacciones por parte de los padres y otras autoridades.
. Falta de habilidades sociales. Muchos jóvenes detenidos por conducta incendiaria son descritos por otros como “solitarios” y tienen pocas o ninguna amistad.
. Falta de habilidades de seguridad contra incendios y la ignorancia de los peligros asociados con la conducta incendiaria.

Factores ambientales

Los factores ambientales en comenzar un fuego en adolescentes abarcan:

. Mala supervisión por parte de los padres.
. Psicopatología de los padres. Los pirómanos son significativamente más propensos a haber sido física o sexualmente abusadas que los niños de niveles económicos o geográficos similares. 
También tienen más probabilidades de haber sido testigos del abuso de drogas o comportamientos violentos de los padres.
. Presión de grupo. Tener compañeros que fuman o que juegan con el fuego es un factor de riesgo.
. Acontecimientos vitales estresantes. Algunos niños y adolescentes recurren a comenzar un fuego como una forma de hacer frente a las crisis en sus vidas y / o por un limitado apoyo familiar para hacer frente a las crisis.

Comorbilidad

La piromanía a menudo está asociada con otros trastornos como trastornos de conducta, dificultades de aprendizaje, déficit de atención e hiperactividad, trastornos del control de impulsos, deficiencias físicas, etc. 

VER: Misterios de la Mente: Piromaniacos


Diagnóstico

Existen seis criterios que deben cumplirse para que un paciente sea diagnosticado con la piromanía:

. Haber provocado incendios. El paciente debe haber provocado incendios deliberadamente en más de una ocasión.
. Fascinación por el fuego. El paciente debe indicar que está fascinado o atraído, o sentir curiosidad por el fuego y las situaciones que rodean al fuego.
. Sentir tensión antes de los incendios. El paciente debe experimentar sentimientos de tensión o activación emocional antes de los incendios.
. Sentir alivio después de los incendios. El paciente debe experimentar alivio, placer o la satisfacción al provocar el fuego.
. No tener otras motivaciones. El paciente no tiene otros motivos para provocar incendios, como motivos financieros; convicciones ideológicas (como creencias políticas terroristas o anarquistas), ira o venganza, un deseo de ocultar otro delito; delirios o alucinaciones, o alteraciones en el juicio resultante del abuso de sustancias, demencia, retraso mental o daño cerebral.

No puede explicarse mejor por un trastorno de personalidad antisocial, un trastorno de la conducta, o un episodio maníaco.

Algunos psiquiatras no están convencidos de que los trastornos del control de impulsos deben ser identificados como un grupo aparte, ya que los problemas con el auto-control son parte de los signos y síntomas en muchos trastornos psiquiátricos. La bulimia nerviosa, el trastorno límite de la personalidad y el trastorno antisocial de la personalidad están definidos en parte por bajos niveles de auto-control.

Otra complicación en el diagnóstico es la falta de experiencia por parte de los profesionales de salud mental en el trato con la piromanía. En muchos casos consideran el patrón como parte de un conjunto de comportamientos antisociales o disfuncionales.

VER: ¿Cuál es el perfil de un pirómano? Comenta Margarita Rojo, psicóloga PDI


Tratamiento

La piromanía suele tratarse con una terapia de modificación de conducta, tanto en niños como en adultos. La modificación de la conducta pretende condicionar el comportamiento basado en un sistema de recompensa y castigo. Las conductas deseadas se refuerzan a través de respuestas positivas.

Niños y adolescentes

El tratamiento de niños y adolescentes parece ser más eficaz cuando se sigue un enfoque de gestión de casos en lugar de un modelo médico, debido a que muchos pirómanos jóvenes provienen de hogares con problemas familiares.

El tratamiento debe comenzar con una entrevista estructurada con los padres, así como el niño, con el fin de evaluar las tensiones en la familia, las pautas de supervisión y disciplina, y factores similares.

La siguiente etapa en el tratamiento se debe adaptar a cada niño y su situación en el hogar. Una variedad de enfoques de tratamiento, incluyendo las habilidades de resolución de problemas, manejo de la ira, habilidades de comunicación, y la reestructuración cognitiva pueden ser necesarios para hacer frente a todos los problemas emocionales y cognitivos que intervienen en cada caso.

Adultos

La piromanía en adultos se considera difícil de tratar debido a la falta de comprensión y cooperación por parte de la mayoría de los pacientes diagnosticados con el trastorno. Generalmente, el tratamiento consiste en una combinación de medicamentos y psicoterapia. La terapia familiar e intervención comunitaria son otras opciones terapéuticas. En algunos casos, un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS), a menudo se utiliza como antidepresivo, se prescribe para pirómanos para ayudar a controlar sus impulsos.

Prevención

La prevención de la piromanía requiere un enfoque amplio y flexible para el tratamiento de niños y adolescentes que provocan incendios. Además de una mejor evaluación de los jóvenes y sus familias, la educación de seguridad contra incendios es una estrategia preventiva importante que a menudo se pasa por alto.

Además de las medidas preventivas dirigidas específicamente a comenzar un fuego, se pueden desarrollar programas para mejorar la capacidad para el auto-control.

La piromanía forma parte de la tríada psicopática, juntamente con la enuresis y el maltrato animal.

Referencias: http://guiapsicologia.com/

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