Pesos protegidos: estrategias para dar batalla a la inflación
La suba
acelerada de precios corroe el valor de la moneda y obliga a los
ahorristas a buscar refugio; recetas para manejar las finanzas
personales
Por Luján
Scarpinelli | LA
NACION
Argentina - 23-11-2014
Pesos protegidos: estrategias para dar batalla a la inflación.
La
suba acelerada de precios corroe el valor de la moneda y obliga a los
ahorristas a buscar refugio.
El
que guardó 10.000 pesos en diciembre, casi un año después,
conserva apenas alrededor de 7500 pesos. El vendaval de la suba de
precios y la devaluación -sobre todo la del primer mes del año- se
llevó una parte del valor de la moneda.
El
viento inflacionario sopla a una velocidad de 40%, y poner los pesos
a resguardo no es cosa fácil. Sin embargo, existen algunas
estrategias para disminuir la exposición.
Una
recorrida por distintos instrumentos financieros de renta fija o
variable, inversiones en inmuebles, productivas o alternativas, y
diferentes tipos de consumo, guiado por especialistas, permite
analizar las opciones más o menos convenientes, en función de cada
perfil y los plazos de cada apuesta.
Se
destacan en el mercado financiero local los bonos de deuda pública
de corto y largo plazo, y las acciones de un Merval depreciado, para
aquellos que no buscan crédito inmediato. En un momento en el que
pesan interrogantes sobre la valorización en dólares de las
tradicionales inversiones en ladrillos, aparecen oportunidades
innovadoras para hacer colocaciones en moneda local. En ese grupo,
las finanzas colaborativas ofrecen tasas altas, con riesgos
controlados. Pero los inversores también comienzan a abrirse a
apuestas más riesgosas, como divisas electrónicas (Bitcoins) o
emprendimientos.
DÓLAR
La
posición es común: los inversores deben dolarizarse para proteger
sus pesos. "Dada la coyuntura internacional, en la que
continuará cayendo el valor de las commodities, y de la Argentina,
donde cae el precio de los inmuebles y la economía, refugiarse en
dólares billetes o divisas es lo más conveniente", evalúa
Mariano Sardáns, CEO de la gerenciadora de patrimonios FDI.
El
dólar oficial se percibe barato y quienes tengan acceso harán una
diferencia. Pero las restricciones para la compra en sus distintas
formas, agrega Sandáns, obligan a barajar otras opciones: "No
queda otra alternativa que refugiarse en activos financieros
disponibles en la Bolsa porteña, que ayudan a mantener el poder de
compra y lograr una dolarización cercana al 100% en el mediano
plazo".
Nicolás
Litvinoff, director del sitio de finanzas Estudinero.net, pone la
inversión en moneda dura al tope de la lista, en puertas de un año
electoral en el que, especula, el Gobierno inyectará pesos en el
mercado. En los últimos tres años, dice, el dólar paralelo subió
un promedio de 23%. "Mientras se mantenga la restricción en la
compra, la brecha con el blue se mantendrá o se agrandará",
estima.
El
director de la escuela argentina de finanzas personales, Mariano
Otálora, alerta que la diferencia entre el mercado formal y el
ilegal oscila entre 30 y 80% y puede jugar una mala pasada a quien
apueste al blue y no salga a tiempo. Para más seguridad, recomienda
bonos en dólares.
BONOS
Los
títulos de deuda pública son favoritos al hablar de opciones de
refugio y conversión de pesos. En especial, los Boden 15, el Bonar X
y, más largo, el Bonar 2024, en dólares.
Estos
instrumentos, evalúa José Luis Pavesa, asesor financiero de
InvertirOnline.com, "dan resguardo porque ajustan por inflación
y tienen una cotización atada al dólar paralelo". En el año,
el Bonar X ganó 41%, y el Boden 15 y el Bonar alrededor del 31%,
pese a una caída reciente.
Las
proyecciones de alta inflación y avance del dólar blue alientan los
pronósticos, aunque se contemplan riesgos. "El Boden 15 vence
el año próximo, y si el Gobierno no arregla con los fondos buitre
habrá menos dólares y la situación será más complicada",
dice Pavesa. Ese riesgo, dice, pesa menos en los menos tentadores
bonos ajustados por CER.
Los
tres títulos mencionados, y otros como el Discount ley Nueva York,
Bonad 2016, y Discount ley Argentina en pesos, forman parte de una
cartera elaborada por FDI, compuesta en mitades iguales por bonos y
acciones.
La
selección "provee una buena diversificación por tasa, moneda y
vencimiento", explica Mauro Gini, analista de la firma. Las
tasas de retorno de los títulos en dólares elegidos están entre 10
y 13,8% (a US$ 12,05 dólar Bolsa), mientras que otros, como los
dólar linked (Bonad 2016), siguen la devaluación del tipo de cambio
oficial.
Estos
últimos, señala Pavesa, también sirven como refugio si la
inflación no se modera y hay presión sobre el dólar.
Otálora
suma la alternativa de los fondos comunes de inversión con una
cartera de títulos públicos, para inversiones líquidas, desde
montos bajos.
ACCIONES
En
tiempos en que el valor de la moneda se escurre resultan atractivas.
Pero no apropiadas para apostar de la noche a la mañana. Según
Martín Tetaz, especializado en economía del comportamiento, "son
una de las mejores formas de multiplicar los ahorros en el largo
plazo".
Otálora
considera prudente darles dos o tres años a las inversiones, siempre
diversificadas para minimizar riesgos. "Hay que ir de a poco,
haciendo compras escalonadas, al mejor precio", aconseja.
Proyectar
con cautela implica analizar los movimientos financieros y su
contexto: "El mercado local de acciones está barato -observa
Pavesa-, más allá de las fuertes subas en el año; no obstante,
hasta que no se generen condiciones de confianza, podría continuar
sin recuperarse". El analista apunta que, en ese sentido, "un
arreglo con los holdouts generaría un ingreso de capitales que
podría generar un fuerte rebote"
Sobre
todo, opina Tetaz, se verían favorecidas las acciones de bancos, al
igual que las de YPF, ya que, "es probable que Vaca Muerta
reciba inversiones, aunque también depende del precio del petróleo",
amplía. El papel de la petrolera está incluido en la otra mitad de
la cartera de FDI, que se completa con otros financieros, energéticos
e industriales. "Son empresas líderes en su industria y con
actividades indexadas al precio del dólar, del consumo masivo y/o de
exportación.
En
definitiva, con un buen «proxi» para dolarizar la cartera y
ajustarla a la inflación", fundamenta Sardáns.
PLAZO
FIJO
Son
una cobertura parcial, útil en el corto plazo.
"Si
se necesita ahorrar por unos pocos meses, no se puede elegir ninguna
inversión volátil. Se puede perder mucha plata si hay apuro por
vender", dice Tetaz. Pese a que no le gana a la inflación
(incluso luego de que el Gobierno fijara un piso en la tasa de
22,89%) cubre una parte de las pérdidas.
Las
colocaciones en bancos de segunda línea y cooperativas, con tasa
hasta 28%, destaca Litvinoff, brindan más protección.
INMUEBLES
El
mercado está históricamente deprimido y con precios que tienden a
la baja. Un índice de la Cámara Inmobiliaria Argentina en base a
publicaciones mostró un descenso interanual del 1,5% en dólares en
septiembre.
En
una mirada retrospectiva, José Rozados, director de Reporte
Inmobiliario, afirma que en la última década los ladrillos fueron
un refugio de valor. El escenario actual, advierte, "es un
mercado para pacientes, y más ahora; cuando se entra sin necesidad
de salida inmediata, se valoriza en pesos y se cubre de la inflación,
pero en dólares, como piensa el inversor inmobiliario, depende de la
paridad cambiaria y no se puede asegurar que se recupere la
inversión".
Aunque
no hay alto riesgo de descapitalización, muchos deciden esperar ante
la incertidumbre. En cuanto a la renta por alquiler, con un bruto de
3,5%, está por el piso. En las cocheras, dice Rozados, el porcentaje
es mayor, y aún ofrecen una buena apreciación por la escasez en la
ciudad.
Otálora,
también confiado en esta inversión al largo plazo, destaca, otras
oportunidades, por ejemplo, en terrenos en pesos.
Tetaz
amplía la mirada a inversiones no convencionales como las camas
náuticas y las amarras de los puertos deportivos. "Además de
la valorización ofrecen una renta interesante", reflexiona.
A
diferencia de sus colegas, Sardáns es pesimista:
"La
devaluación licua el valor de reposición de los inmuebles",
dice. El economista proyecta los precios a la baja, por una
sobreoferta y la caída de la cotización de la soja y otras
commodities, que disminuirán los dólares.
CAMPO
Ernesto
Ambrosetti, economista de la Sociedad Rural Argentina, sintetiza los
problemas del sector: "Hoy, con los riesgos de una inversión
productiva en el agro y las subas de costos, lamentablemente,
conviene una salida financiera". La próxima campaña de soja no
tiene grandes horizontes; se espera una alta producción a nivel
local y en Brasil, que mantendría los precios bajos. "Hoy la
soja no es rentable a más de 300 kilómetros del puerto", dice
Ambrosetti. La rentabilidad se complica por factores climáticos y la
imposibilidad de trasladar las alzas a precios.
Este
año "difícil", define José Demicheli, CEO de la firma
Adblick que administra, entre otras inversiones, fideicomisos de
granos, hay una posibilidad de salir empatado. "Invertir hoy a
dólar oficial en un negocio de producción de granos -destaca- es la
manera cubrirse ante una devaluación menor o fuerte, como la de
enero". El ticket de ingreso es de US$ 10.000 al cambio oficial,
a un mínimo de tres años y con una aspiración de 11% de renta
anual.
BIENES
DURABLES
El
consumo en cuotas -dice Otálora- puede ser negocio por la licuación,
pero no debe confundirse con ahorro. En otro sentido, "la compra
de un auto puede constituir una opción financiera, y los planes en
cuotas con tasas bajas podrían funcionar como bonos dólar linked,
ya que los vehículos tienen muchos componentes importados",
compara.
Pero
la inflación, según el caso, puede ganar la carrera. Sardáns
alerta que no sería una estrategia provechosa en algunos vehículos
si se elimina el impuesto a los importados.
ALTERNATIVAS
Bitcoins
y start ups son inversiones de alto riesgo para dolarizarse. En
pesos, crecen las finanzas colaborativas, que "eliminan los
spread bancarios y posibilita colocaciones en torno al 40% anual",
explica Litvinoff, que aconseja repartir el capital en no más del 5%
por operación.
La
plataforma de Afluenta conecta (y selecciona) solicitantes de
créditos (entre $ 5000 y $ 50.000, de uno a cuatro años), con
inversores desde $ 5000.
Según
Alejandro Cosentino, CEO y fundador, "es conveniente para
ganarle al plazo fijo, la inflación y otras alternativas volátiles,
no adecuadas para quien busca crecer con estabilidad".
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