La
apoptosis o muerte celular programada es el proceso ordenado por el
que la célula muere ante estímulos extra o intracelulares. La
apoptosis es fundamental en el desarrollo de órganos y sistemas, en
el mantenimiento de la homeostasis del número de células y en la
defensa frente a patógenos. Es un proceso finamente regulado que
cuando se altera produce graves patologías como malformaciones,
defectos en el desarrollo, enfermedades autoinmunes, enfermedades
neurodegenerativas o aparición de tumores.
La
apoptosis es fundamental en los siguientes procesos:
• Remodelado durante el desarrollo embrionario. Un ejemplo puede ser la eliminación de las zonas interdigitales.
• Desarrollo de órganos y sistemas. El establecimiento del correcto circuito de conexiones neuronales durante el desarrollo necesita que las neuronas que no establezcan contactos sinápticos mueran por apoptosis. También en el establecimiento de un repertorio inmune adecuado es necesario que los linfocitos T que reconocen antígenos propios mueran en el proceso de selección negativa
• Mantenimiento de la homeostasis celular. Es crucial el manteniendo de un número determinado de células estableciendo un equilibrio entre división y muerte celular. En sistemas como la médula ósea o el aparato digestivo es especialmente importante que los procesos de apoptosis funcionen adecuadamente
• Defensa frente a patógenos. Células infectadas por virus o bacterias disparan procesos de apoptosis como defensa.
• Defensa frente al desarrollo de tumores. Procesos de apoptosis también protegen frente al desarrollo de algunos tipos de tumores.
Los estímulos que inducen apoptosis pueden ser extra o intracelulares. Citoquinas como el TNF, radiaciones, falta de señales hormonales o de factores tróficos son algunos ejemplos de estímulos extracelulares que inducen apoptosis. Mitosis incompleta, aumento de las especies reactivas de oxígeno, aumento del calcio citoplasmático o daños irreparables del ADN mediados por la molécula p53 son ejemplos de estímulos intracelulares que disparan procesos de apoptosis.
La apoptosis comienza con la activación de unas proteínas llamadas caspasas, que producen una cascada proteolítica que culmina con la hidrólisis de proteínas estructurales y de enzimas reparadoras de ADN y con la activación de enzimas hidrolíticas como las endonucleasas. Los estímulos extracelulares activan la caspasa 8 mientras que los intracelulares activan proteínas pro-apoptóticas e inhiben proteínas anti-apoptóticas de la familia Bcl-2. En respuesta a estímulos intracelulares o como vía alternativa promovida por la caspasa 8 (que vehicula los estímulos extracelulares) se forma el apoptosoma. La mitocondria está involucrada en la apoptosis inducida por daño o stress. En un primer momento se libera citocromo c al citoplasma. Éste se une a la proteína Apaf-1 que activa a la caspasa 9.
La
apoptosis es un proceso ordenado, con una serie de fases: disminución
del volumen celular y pérdida de las características de adhesión,
degradación de proteínas y fragmentación del ADN, condensación
cromatínica, aparición de burbujas en superficie, fragmentación
del núcleo, formación de los cuerpos apoptóticos (rodeados de
membrana) y fagocitosis de estos cuerpos apoptóticos por macrófagos.
En ningún caso se vierte el contenido celular al exterior.
La apoptosis es un proceso muy finamente regulado. Si ocurre un exceso o un defecto de apoptosis, se producen diversas patologías como malformaciones, defectos en el desarrollo, enfermedades autoinmunes, enfermedades neurodegenerativas o aparición de tumores
La apoptosis es un proceso muy finamente regulado. Si ocurre un exceso o un defecto de apoptosis, se producen diversas patologías como malformaciones, defectos en el desarrollo, enfermedades autoinmunes, enfermedades neurodegenerativas o aparición de tumores
Una
célula que va a sufrir apoptosis activa una cascada de eventos
moleculares que culminan en su total desintegración. Muchos de estos
cambios son característicos y parecen ser únicos a la apoptosis por
lo que pueden ser utilizados para identificar este modo de muerte
celular.
Uno
de los eventos más tempranos de la apoptosis
es
la deshidratación celular. La pérdida del agua intracelular
conlleva la condensación del citoplasma y cambios en la forma y el
tamaño celular: Las células que eran redondas originalmente
aparecen elongadas y, generalmente, más pequeñas. Otro cambio,
quizá el más característico de la apoptosis, es la condensación
de la cromatina nuclear.
La
condensación comienza en la periferia nuclear, y la cromatina
condensada a menudo adquiere una forma cóncava que se asemeja a una
media luna. El DNA en la cromatina condensada presenta hipercromasia
y se marca intensamente con sondas fluorescentes. La envuelta nuclear
se desintegra, la laminina sufre degradación proteolítica y, por
último, se produce la fragmentación nuclear.
Algunos
fragmentos nucleares, que se tiñen uniformemente con sondas de DNA y
que parecen gotitas de DNA de diferentes tamaños, están dispersos
en el citoplasma. Estos fragmentos nucleares junto con los
constituyentes del citoplasma (incluyendo orgánulos intactos), son
empaquetados y envueltos por fragmentos de membrana plasmática.
Estas estructuras, denominadas cuerpos apoptóticos, son emitidas por
las células apoptóticas. Cuando la apoptosis sucede in
vivo,
los cuerpos apoptóticos son fagocitados por las células vecinas
como fibroblastos o células epiteliales (y no necesariamente por
macrófagos profesionales) sin desencadenar ninguna reacción
inflamatoria en el tejido ( Compton MM, Kerr JFR, Magno G, Wyllie AH,
Wyllie AH and Arends MJ ).
La
activación de endonucleasas que cortan preferencialmente en
secciones internucleosomales es otra característica específica de
la apoptosis (Arends MJ, Compton MM, Wyllie AH and Arends MJ ). Los
productos de la degradación del DNA son fragmentos nucleosomales u
oligonucleosomales que generan el característico patrón en escalera
en electroforesis de geles de agarosa. Como el DNA de las células
apoptóticas está parcialmente degradado, la fracción de bajo peso
molecular puede ser extraída fácilmente (Arends MJ, Compton MM,
Gong J ).
Otra
característica específica de la apoptosis es la preservación, al
menos en la fase inicial de la apoptosis, de la integridad
estructural y de la mayoría de las funciones de la membrana
plasmática. También, los orgánulos celulares incluyendo la
mitocondria y los lisosomas, permanecen preservados durante la
apoptosis, aunque el potencial transmembrana de la mitocondria está
enormemente decrementado ( Castedo M, Darzynkiewicz Z and Traganos F,
Hedley DW, Lizard G ). Otras características de la apoptosis son la
movilización del catión calcio (Ca 2+ ) intracelular ( McConkey DJ
), la activación de la transglutaminasa que une proteínas
citoplásmicas ( Piacentini M ), la pérdida de microtúbulos (
Endersen PC ), pérdida de la asimetría de los fosfolípidos de la
membrana plasmática que permite la exposición de la
fosfatidilserina en la cara externa de la membrana plasmática (Fadok
VA and Voelker DR), y otros cambios de la membrana plasmática que
precondicionan a los restos de las células apoptóticas a ser
objetivos de las células fagocíticas.
La
duración de la apoptosis puede variar, pero generalmente es corta
(3-6 horas), incluso es más breve que la duración de la mitosis
(Kerr JFR, Wyllie AH ). De esta forma, bajo condiciones de
homeostasis, cuando la proporción de células muertas está
equilibrada por la tasa de proliferación celular, el índice
mitótico puede exceder del índice apoptótico.
Más
recientemente apareció el término anoikis
que
es la apoptosis inducida por la pérdida de anclaje de la célula a
la matriz extracelular o porque las interacciones célula-matriz son
insuficientes o inapropiadas (Meredith et al. 1993, Frish y Francis,
1994). Este proceso parece relacionado con las integrinas que son
glucoproteínas integrales de la membrana plasmática que intervienen
en la adhesión con las células de la matriz extracelular, en su
migración, en la organización del citoesqueleto y en la
transducción de señales. De hecho, Rytömaa et al (Rytömaa et al,
1999) comprueban que la pérdida de anclaje de determinadas células
epiteliales provoca una fuerte activación de caspasa-8 y caspasa-3.
Mientras
la apoptosis está caracterizada por una activa participación de la
propia célula que está falleciendo, incluso hasta el punto de
sintetizar de novo (en algunos tipos celulares) los efectores de su
muerte celular, la necrosis
es
un proceso pasivo, catabólico y degenerativo. La necrosis también
recibe otros nombres como muerte accidental u oncosis. La necrosis
generalmente representa una respuesta celular a una lesión y puede
ser inducida por una sobredosis de agentes citotóxicos, un choque de
pH, hipertermia, hipoxia, trauma directo, un choque ácido, etc. Un
acontecimiento temprano de la necrosis es la pérdida de control de
la permeabilidad de la membrana plasmática.
Como
consecuencia de ello se establece un flujo anormal de iones hacia el
interior celular que va acompañado de la entrada pasiva de agua. La
entrada de agua provoca que tanto la célula como algunos de sus
orgánulos membranosos (mitocondria, retículo endoplásmico, etc) se
hinchen y finalmente estallen. Después la membrana plasmática se
rompe y se liberan constituyentes citoplásmicos, incluyendo enzimas
proteolíticas (Majno G, Wyllie AH ). En la cromatina nuclear
aparecen áreas de condensación desigual y en núcleo sufre una
lenta disolución (cariolisis). La necrosis desencadena una reacción
inflamatoria en el tejido que a menudo produce formación de
cicatriz. La degradación del DNA no es tan excesiva durante la
necrosis como en la apoptosis, y los productos de degradación son de
tamaño variable que forman bandas discretas en los geles de
electroforesis.
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