La
planta en sí puede llegar al metro de altura, con flores
hermafroditas, que florecen en la primavera y luego, en el
verano, ofrecen un fruto cuya semilla es especialmente rica en
nutrientes: proteína, calcio, boro, potasio, antioxidantes, hierro,
omega 3, vitaminas y minerales varios. En comparación con
otros alimentos, tiene el doble de proteína que cualquier otra
semilla, y 5 veces más calcio que la leche.
Las
semillas de Chía poseen el doble del potasio que contienen los
plátanos (fruta considerada fuente tradicional de potasio, tan
importante para prevenir calambres), el triple de hierro que
las espinacas.
¡La
Chía tiene siete veces más Omega 3 que la carne de salmón! Lo que
la convierte en la mayor fuente vegetal de ácidos grasos Omega 3,
especialmente necesaria para las personas mayores, pues reduce los
niveles de triglicéridos y colesterol, previene la formación de
coágulos en las arterias, fluidifica la sangre y protege al cuerpo
de ataques cardíacos, apoplejías, derrames cerebrales, etc.,
previene enfermedades cardiovasculares, protege contra el cáncer,
especialmente de colon, próstata y mamas, y favorece la protección
contra enfermedades como la artritis.
Esta maravilla de la naturaleza se puede consumir pura, molida o remojada.
Preparando
una bebida refrescante luego de que la semilla remojada suelta un
poco una sustancia un tanto gelatinosa, y mezclada con agua helada y
jugo de limón.
También se puede consumir entera, tostada o
sin tostar.
No tiene contraindicaciones.
¿Beneficios?
¿Beneficios?
.Se
le reconoce el poder de ayudar en la lucha contra el
sobrepeso por ser muy alto su contenido de fibra: nos
ayuda a sentirnos llenos.
.Contiene antioxidantes,
proteínas, aminoácidos, vitaminas, minerales y fibra.
.Su
nivel de Omega 3 lo hace un antinflamatorio eficaz
para evitar o paliar enfermedades como la artritis.
.No
contiene gluten (para
quienes deben excluirlo de su dieta, como los pacientes con
enfermedad celíaca)
.Se
pueden consumir solas o incorporadas a otros alimentos.
.Proporciona
energía, aumenta fuerza y resistencia: por sus altos
contenidos de proteínas y la combinación de vitaminas y minerales
nos ayudan a ser constantes a nuestras actividades diarias.
.Ayuda
a controlar los niveles de colesterol y triglicéridos.
.Favorece
la regularidad intestinal: la fibra soluble y el
revestimiento de gel de la semilla mantiene el colon hidratado y
asegura el movimiento fácil de los alimentos.
.Ayuda
a controlar los niveles de azúcar (una
bendición para quienes padecen diabetes).
.Pueden
consumirla personas de todas las edades.
Como
las semillas casi no tienen sabor alguno, pueden incorporarse a
cualquier alimento frío (mejor no las cocine), especialmente
batidos, frutas, postres, ensaladas, yogurt.
Se
puede consumir una cucharadita diaria en un batido de cereales
matutino, no se altera su sabor, consumir Chía es salud y nutrición
a su alcance.
Las
semillas de chía tienen un alto contenido de ácidos grasos omega 3
y contiene altos niveles de antioxidantes y valiosos nutrientes.
Son
ricas en fibra y no necesitan ser trituradas para que tu cuerpo
absorba sus nutrientes. Las semillas de chía pueden ser usadas de
muchas formas diferentes.
Sigue
estos pasos para hacer más recetas con semillas de chía:
Tal
vez una de las formas más fáciles de añadir las semillas de chía
a tu dieta es espolvoreándolas sobre el desayuno, comida horneada,
ensaladas y hasta sobre la carne.
Pueden
ser añadidas antes o después de cocinar la comida.
Las
semillas de chía tienen un sabor a nuez y pueden ser comidas solas,
pero si decides usarlas como aderezo intenta estas sugerencias para
asegurarte de que vayan bien con tus recetas.
1 Añade
las semillas de chía como aderezo de granola o cereal.
Usar
las semillas de chía con recetas que sean en base a granos hará que
las semillas sean menos notables. La avena, el muesli y otros granos
para el desayuno son bases ideales para espolvorear las semillas de
chía.
2 Pon
las semillas de chía sobre los alimentos horneados. Panes,
bollitos, barras de granola y otros alimentos a base de granos
horneados son receptores simples para algunas semillas de chía.
.Si
las añades antes de hornear, las semillas tomarán un sabor tostado
que puede asentarse en la pasta o masa. Si las añades después,
hazlo mientras los alimentos horneados aún estén calientes para
permitir que las semillas se fijen bien al producto final.
.En
algunos postres es fácil de incorporar un pequeño puñado de
semillas de chía con muy poco impacto en el sabor, aunque estos sean
platos dulces.
3 Espolvorea semillas se chía en los productos lácteos.
El
yogur y el helado pueden beneficiarse del sabor a nuez además de la
textura que las semillas de chía le añadirán si las usas como
aderezo para estos.
.Si
prefieres las mermeladas a base de frutas o los jarabes con yogur o
helado, intenta mezclando semillas de chía en el aderezo de frutas
para revolverlas en lugar de espolvorearlas como algo separado.
4 Usa
las semillas de chía como aderezo para ensaladas.
Las
semillas de chía pueden ser usadas como las nueces o semillas de
girasol en las ensaladas regulares. También pueden ser mezcladas con
el aderezo justo antes de servir.
Método 2 de 3: Utiliza las semillas de chía como un substituto
Sin
importar el tipo de comida que quieras hacer, las semillas de chía
probablemente puedan ser usadas para remplazar alguno de los
ingredientes.
Haz
una lista de los substitutos comunes que te gustarían incorporar a
platillos regulares hasta que aprendas a mezclar apropiadamente las
semillas de chía en las recetas regulares.
1 Remplaza
los huevo o el aceite con gel de semilla de chía.
La
mayoría de las recetas pueden tolerar cerca de un 25% de
substitución de semillas de chía por huevos o aceite sin una
alteración notable en el sabor.
.Esta
técnica también puede ayudar a extender los huevos para omelets y
suflés. Sólo prepara un cuarto de los huevos que necesitas,
mezclando los huevos batidos con semillas de chía y leche
aproximadamente 10 minutos antes de cocinarlos.
2 Usa
semillas de chía como un espesante.
Debido
a que las semillas de chía forman un gel en los líquidos, estas
pueden ser añadidas a sopas, estofados, salsas y adobos para ayudar
a espesar el líquido, en lugar de usar harina de trigo o de maíz.
.Las
semillas de chía también se pueden licuar con batidos de fruta para
hacer más espesa la textura normalmente provista por la fruta o el
yogur.
.Si
accidentalmente has añadido demasiado líquido a una receta,
incluyendo los alimentos horneados, al añadir semillas de chía
puedes espesar la masa ya que absorbe el exceso de líquido.
3
Mezcla algunos ingredientes con semillas de chía. Las
albóndigas y el pastel de carne pueden unirse con semillas de chía
y un poco de agua, una vez que se haya mezclado la carne molida.
Las
jaleas, mermeladas y compotas también pueden beneficiarse de las
propiedades del gel de semilla de chía.
Remplaza
la avena o las mezclas para pudín con semillas de chía. Debido
a que las semillas de chía dan consistencia cuando se mezclan con un
líquido, las semillas y los líquidos deliciosos ayudan a formar un
gel que puede dar la consistencia de la avena cuando está caliente y
de pudín cuando se enfría.
.Para
postres en los que se mezcle chía, mezcla las semillas con
endulzante, leches saborizadas o jugos.
Para
mezclas de chía para el desayuno, revuelve las semillas en leche
caliente o agua y después ponle el sabor de tu preferencia con
azúcar morena, canela o cualquier otro elemento.
Método 3 de 3: Añádele semillas de chía a las recetas tradicionales
Las
semillas de chía son muy versátiles y debido a su sabor a nuez,
pueden ser mezcladas casi en cualquier receta regular.
En
algunos casos, será necesario agregar un poco más de líquido para
evitar que se reseque o espese la comida.
Se
necesita experimentar un poco para conseguir la consistencia
apropiada o la cantidad de semillas necesarias para tu propia receta.
1 Mezcla
las semillas de chía en uno de los platillos de la comida. Las
lentejas o frijoles en caldo, las recetas de cocción lenta y las
cazuelas son ideales para añadirles semillas de chía.
.Revuelve
las semillas con caldos o salsas y monitorea la consistencia por
cerca de 15 minutos para determinar si será necesario añadir más
líquido.
Si
es así, considera añadir el líquido base de la receta (leche,
caldo, agua o jugo, por ejemplo).
2 Añade
semillas de chía a la mantequilla de maní o a otros artículos.
Debido
a su sabor a nuez y a su textura, las semillas de chía pueden ser
fácilmente añadidas a tu emparedado para obtener fibra y nutrientes
extras.
3 Incluye
semilla de chía al pan y a la pasta.
Las
semillas de chía puede ser añadidas al pan tradicional para comerlo
con pollo, cerdo e incluso tofu para agregar un sabor a nuez y una
textura crujiente al pan molido o al pan a base de cereales
tradicional. Las semillas de chía también pueden ser usadas en
pastas para pescado o vegetales empanizados para añadirle sabor al
empanizado, y a los platillos.
4 Mezcla
semillas de chía en platillos de arroz.
Las
recetas tradicionales a base de arroz, como la jambalaya o los chiles
rellenos pueden fácilmente tolerar semillas de chía añadidas
después de que se haya cocido el arroz por completo.
Las
comidas se beneficiarán de la adición de nutrientes de las semillas
de chía sin alterar el sabor significativamente.
5 Incluye
semillas de chía en mezclas de nueces.
Las
mezclas de frutos secos, nueces y bolsas para botanas hechas en casa
pueden fácilmente incorporar semillas de chía para mejorar su valor
nutricional y añadir el sabor a nuez del platillo original.
Cómo
consumirlas.
Para
consumir las semillas de Chía, se colocan tres cucharadas de
semillas en un vaso con agua, o el zumo que más nos guste.
Se remueven con una cucharilla para que entren en contacto con el líquido y se deja reposar entre 15 y 30 minutos.
Por la fibra soluble que contiene la semilla y debido también a su capacidad de absorción de líquido, se formará un gel que se tomará junto con las semillas.
El vaso parecerá que no contiene semillas con agua, sino una gelatina.
Esta reacción que genera el gel se debe a la fibra soluble presente en la Chía.
La semilla de Chía también se puede consumir con yogurt, ensaladas, frutas, salsas, sopas, cremas, verduras, etc. También se puede incorporar, tanto entera como molida, a panes, galletas, barritas energéticas o repostería.
No tienen sabor ni olor. Para aprovechar al máximo sus nutrientes es mejor consumirla molida. Se puede tomar a cualquier hora del día, mejor antes de las comidas.
Se recomienda un consumo entre 10 y 25 gramos de semillas de Chía al día.
Una de las bebidas que formaban parte de la cultura Azteca y que todavía perdura hoy y se prepara en Centroamérica es el Agua Fresca de Chía.
Ingredientes:
De 100 a 150 gramos de semillas de chía.
De 100 a 150 mililitros de zumo de limón.
Azúcar 100 gramos. Mejor si es de caña, por su sabor y propiedades.
Y dos litros y medio de agua.
Preparación del agua fresca de chía.
Se remojan las semillas en un litro de agua durante tres horas aproximadamente.
Se
mezcla muy bien el azúcar con el resto de agua y zumo de limón.
Se agrega las semillas a la chía en remojo y se enfría.
Remover las semillas antes de servir con el objeto que se repartan bien por todo el agua.
Es una bebida muy digestiva y refrescante.
Hay una variante, que consiste en tostar las semillas y después molerlas.
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