Premio Nacional del 2006, Gabriel Salazar Vergara, es un connotado historiador que se ha destacado por sus relevantes investigaciones que han puesto en boga la historia social y la historia de la política contemporánea en Chile.
Soy
un historiador social, crítico y de izquierda, pero no marxista.
Fócalizo el estudio de la historia en los sectores populares más
marginados y no en las clases dirigentes, a diferencia de los
historiadores tradicionales.
Gabriel
Salazar, Diario
el Metropolitano,
2000, p. 22
Historiador,
filósofo, sociólogo y docente, Gabriel Salazar Vergara es uno de
los intelectuales chilenos más destacados del siglo XX y XXI, tanto
por su numerosa, influyente y discutida producción historiográfica
como por su concepción del rol del conocimiento histórico en la
sociedad de su tiempo.
Salazar
considera que la Historia debe transformarse en una herramienta capaz
de potenciar la capacidad de acción civil de los hombres y mujeres
populares.
De
ahí que, desde su irrupción en el ambiente académico nacional en
1985, haya manifestado su interés por estudiar a sujetos que no
habían sido considerados mayormente por la historiografía chilena:
labradores, peones, proletarios, mujeres, niños huachos, entre
otros. De ahí también, que sus libros y diversos
artículos hayan sido impugnados, debatidos y duramente
criticados por varios de sus colegas.
Nació
en Santiago el 31 de enero de 1936 en el seno de una familia humilde
y de escasos recursos. Hijo de un peón y de una asistente social,
ambos muy católicos, su infancia se desarrolló en la población
Manuel Montt.
En
una de las varias entrevistas realizadas a este
historiador, Salazar recordó cómo esa época y su barrio lo
marcaron profundamente. "Mi visión de Chile era trabajadores al
centro, callamperos por un lado y conventillos por el otro"
(Gutiérrez, Akuarela, Xochilt Inostroza, Rodríguez, Andrés y
Zapata, Alex, "Entrevista al historiador Gabriel
Salazar", Pensamiento
Crítico,
(3), 2003, p. 2).
Sus
estudios primarios y secundarios los realizó en el Colegio de los
Hermanos de la Escuela Cristiana de la Fundación Matte y en el Liceo
de Aplicación, respectivamente.
Entre
1956 y 1960 estudió Pedagogía en Historia y Geografía en
la Universidad de Chile, donde, además, cursó las carreras de
Filosofía (1959- 1963) y Sociología (1966-1969). Allí, fue
ayudante de investigación del historiador Mario Góngora del
Campo, y asistente del profesor Héctor Herrera Cajas.
Desde
1965 realizó clases en la Pontificia
Universidad Católica de Chile y,
en 1968, reemplazó a Herrera en la Casa de Bello.
Se
desempeñaba como docente universitario cuando la candidatura
presidencial de Salvador Allende lo obligó a tomar un
rumbo político más radical.
Ingresó,
entonces, al Movimiento
de Izquierda Revolucionario (MIR).
El golpe
de Estado del
11 de septiembre de 1973, que puso fin al gobierno de la Unidad
Popular,
significó el término de su militancia, pero no de sus ideas.
Dos
años más tarde, en 1975, Salazar fue trasladado como preso político
a los centros de detención de Villa Grimaldi y Tres Álamos. Allí,
impartió clandestinamente un curso de Economía que años más tarde
se transformó en el libro Historia
de la acumulación capitalista en Chile. Apuntes de clases,
publicado en 2003.
Recuperada
su libertad en 1976, Salazar fue obligado a vivir en el
exilio en
el Reino Unido, donde recibió una beca para perfeccionar sus
estudios. Junto con otros historiadores como Leonardo León y Luis
Ortega fundó, en 1981, la Revista
Nueva Historia,
publicación que sirvió como tribuna para sus renovadas ideas.
En
1984, obtuvo el título de Doctor
of Philosophy in Economic and Social History en
la Universidad de Hull con su tesis "Entrepreneurs
& Peons in the Transition to Industrial Capitalism. Chile,
1820-1878".
Un
año después, Gabriel Salazar regresó a Chile junto a su familia.
Ese año publicó Labradores,
peones y proletarios. Formación y crisis de la sociedad popular
chilena del siglo XIX,
un texto que ha sido reconocido como uno de los aportes más valiosos
a la historiografía chilena.
En
1992, se reincorporó como docente en la Universidad de Chile y, más
adelante, fundó la Escuela de Historia en la Universidad de Artes y
Ciencias (ARCIS).
Sus
obras e ideas no han estado exentas de polémicas. Así ocurrió en
1999 con la publicación del Manifiesto
de Historiadores,
junto con Sergio
Grez y,
posteriormente, con los cinco Volúmenes de la Historia
Contemporánea de Chile,
esta vez en colaboración con Julio Pinto Vallejos.
Desde
2000, Salazar ha trabajado en varios proyectos para recuperar la
memoria social de los pobladores, pesquisas que están en consonancia
con su visión de la Historia. Los resultados de estas
investigaciones se publicaron en La
sociedad civil popular del poniente y sur de Rancagua (2000).
Tres
años más tarde, realizó un ejercicio similar que culminó
con Ferias
libres: espacio residual de la soberanía ciudadana (2003).
Desde
2005, Salazar inició una campaña para desmitificar la imagen
de Bernardo O'Higgins Riquelme y de Diego Portales
Palazuelos como padres de la patria. Su intención era
reivindicar la figura de Ramón
Freire,
"el único Presidente que promovió una asamblea constituyente
popular"
(Fuentealba,
Marcela. "Ciudadano Salazar", Revista
Paula,
(985): 86 - 91, 20 de octubre, 2007, p. 86).
Varias
de estas ideas fueron plasmadas en sus obras Construcción
de Estado en Chile (1760-1860): democracia de "Los pueblos"
militarismo ciudadano golpismo oligárquico de
2005, y Mercaderes,
empresarios y capitalistas (Chile, siglo XIX) de
2009.
Otras
de sus obras más destacadas son:
La
historia desde abajo y desde dentro,
2003;
La
violencia política popular en las "grandes Alamedas":
la
violencia en Chile 1947-1987 (una perspectiva histórico-popular),
2006;
Del
Poder Constituyente de Asalariados e Intelectuales (Chile, siglos XX
y XXI),
2009.
En
2006, los aportes de Gabriel Salazar a la historiografía nacional
fueron reconocidos con la entrega del Premio
Nacional de Historia.
En esa ocasión, hubo varias reacciones
por la entrega de este galardón a
Salazar.
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