sábado, 21 de marzo de 2015

REQUIEM EN RE MENOR, 626 W.A. MOZART

En junio de 1791, Mozart ofreció en Viena uno de sus últimos conciertos públicos; tocó el Concierto para piano n.º 27 (KV 595).

Su último hijo, Franz Xaver Wolfgang, nació el 26 de julio. Días antes en su casa se presentó un desconocido, vestido de negro, que rehusó identificarse y encargó a Mozart la composición de un réquiem.

Le dio un adelanto y quedaron en que regresaría en un mes. Pero el compositor fue llamado desde Praga para escribir la ópera La clemencia de Tito, para festejar la coronación de Leopoldo II.

Cuando subía con su esposa al carruaje que los llevaría a esa ciudad, el desconocido se presentó otra vez, preguntando por su encargo. Esto sobrecogió al compositor. Más tarde se supo que aquel sombrío personaje (al parecer, llamado Franz Anton Leitgeb) era un enviado del conde Franz von Walsegg, músico aficionado cuya esposa había fallecido.
El viudo deseaba que Mozart compusiese la misa de réquiem para los funerales de su mujer, pero quería hacer creer a los demás que la obra era suya y por eso permanecía en el anonimato. Según la leyenda, Mozart, obsesionado con la idea de la muerte desde la de su padre, debilitado por la fatiga y la enfermedad, muy sensible a lo sobrenatural por una supuesta vinculación con la francmasonería en esa época de su vida e impresionado por el aspecto del enviado, terminó por creer que este era un mensajero del destino y que el réquiem que iba a componer sería para su propio funeral.

Mozart, antes de morir, consiguió terminar tan solo tres secciones con el coro y órgano completo: Introitus, Kyrie y Dies Irae. Del resto de la Secuencia dejó las partes instrumentales, el coro, voces solistas y el cifrado del bajo y órgano incompletos, además de anotaciones para su discípulo Franz Xaver Süssmayr.

También había indicaciones instrumentales y corales en el Domine Jesu y en el Agnus Dei. No había dejado nada escrito para el Sanctus ni el Communio. Aunque en un principio Constanze, su viuda, pidió al músico de la Corte Joseph Leopold Eybler que terminase el Réquiem, fue su discípulo Süssmayer quien lo acabó, siguiendo las directrices de Mozart, completando las partes faltantes de la instrumentación, agregando música en donde faltaba y componiendo íntegramente el Sanctus.

Para el Communio, simplemente utilizó los temas del Introito y el Kyrie, a manera de reexposición, para darle cierta coherencia a la obra. Una de las principales influencias de esta obra puede hallarse en el Réquiem de Michael Haydn compuesto en el año 1771 para la muerte del arzobispo de Salzburgo S. C. Schrattenbach.

Aunque al parecer se interpretaron extractos del Réquiem en una misa en memoria de Mozart celebrada el 10 de diciembre de 1791, el estreno de la obra completa se produjo en Viena el 2 de enero de 1793 en un concierto en beneficio de la viuda del músico austríaco, (Constanze Weber).

Fue interpretado de nuevo el 14 de diciembre de 1793, durante la misa que conmemoraba la muerte de la esposa del conde Walsegg y bajo la dirección del propio conde. Después de esta interpretación, el conde Walsseg realizó una reducción para quinteto de cuerda, pero la obra no volvió a interpretarse bajo su patrocinio.


Requem en Re menor, KV 626 W.A.MOZART 


Esta obra goza de una belleza inefable, y la fuerza expresiva de su Réquiem en re menor compuesto en el umbral de su muerte. La sensación que se percibe al escuchar esta obra es indescriptible.


Latín

Español

INTROITUS

INTRODUCCIÓN
1.- Requiem aeternam
(coro)

Requiem aeternam dona

eis, Domine
et lux perpetua luceat eis.
(soprano)
Te decet hymnus, Deus, in Sion (Salmo 63)
et tibi reddetur votum in Ierusalem.
(coro)
exaudi orationem meam,
ad te omnis caro veniet.




Dales el descanso eterno, Señor,
y que la luz perpetua los ilumine.

Mereces un himno, Dios, en Sion
y te ofrecerán votos en Jerusalen.

atiende mi oración,
todos los cuerpos van a tí.
2.- Kyrie eleison
(coro)
Kyrie eleison.
Christie eleison.


Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.

SEQUENZ
SECUENCIA

3.- Dies irae
(coro)

Dies irae, dies illa
solvet saeclum in favilla,
teste David cum Sibylla.
Quantus tremor est futurus
quando iudex est venturus
cuncta stricte discussurus!



Día de ira aquel día
en que los siglos serán reducidos a cenizas,
como profetizó David con la Sibila.
Cuánto terror habrá en el futuro
cuando venga el Juez
a exigirnos cuentas, rigurosamente!
4.- Tuba mirum
(bajo
Tuba mirum spargens sonum
per sepulcra regionum
coget omnes)
 ante thronum.
(tenor)
Mors stupebit et natura
cum resurget creatura
judicanti responsura.
Liber scriptus proferetur
in quo totum continetur
unde mundus iudicetur.
(contralto)
Iudex ergo cum sedebit
quidquid latet apparebit,
nil inultum remanebit.
(soprano y cuarteto)
Quid sum miser tum dicturus?
Quem pratonum rogaturus,
cum vix iustus sit securus?



La trompeta, esparciendo un asombroso sonido
por los sepulcros de las regiones
reunirá a todos ante el trono.

La naturaleza y la muerte se asombrarán
cuando resuciten las criaturas
para responder ante el Juez.
Y por aquel profético libro
en que todo está contenido
el mundo será juzgado.

El Juez, pues, cuando se siente
todo lo oculto saldrá a la luz,
nada quedará impune.

¿Qué podré decir yo, desdichado?
¿A qué abogado invocaré,
cuando ni los justos están seguros?
5.- Rex tremendae
(coro)
Rex tremendae majestatis
qui salvandos salvas gratis,
salva me fons pietatis!



Rey de majestad tremenda
a quienes salves será por tu gracia,
¡sálvame, fuente de piedad!
6.- Recordare
(cuarteto)
R
ecordare, Iesu pie
quod sum causa tuae viae,
ne me perdas illa die.
Quarens me, sedisti lassus,
redemisti crucem passus;

tantus labor non sit cassus.
Iuste iudex ultionis,
donum fac remissionis
ante diem rationis.
Ingemisco, tanquam reus,
culpa rubet vultus meus;
supplicanti parce, Deus.
Qui Mariam absolvisti
et Latronem exaudisti
mihi quoque spem dedisti.
Preces meae non sunt dignae,
sed tu bonus fac benigne
ne perenni cremer igne.
Inter oves locum praesta
et ab haedis me secuestra
statuens in parte dextra.



Acuérdate, piadoso Jesús,
ya que soy la causa de tu venida,
de no perderme aquel día.
Buscándome, te sentaste cansado,
me redimiste padeciendo la cruz;
tanto trabajo no sea vano.
Juez que castigas justamente,
otórgame el perdón
antes del Día del Juicio.
Gimo, como un reo,
el pecado enrojece mi rostro;
perdona, Dios, a quien te implora.
Tú que absolviste a María
y perdonaste al ladrón,
también a mí me has dado esperanza.
Mis ruegos no lo merecen,
pero tú, bueno como eres, haz benignamente
que no sea yo quemado en el fuego perenne.
Dame un lugar entre las ovejas
y separándome de los cabritos
colócame a tu derecha.
7.- Confutatis
(coro)
Confutatis maledictis,
flammis acribus addictis,
voca me cum benedictis.
Oro supplex et acclinis,
cor contritum quasi cinis,
gere curam mei finis.



Rechazados ya los malditos,
y entregados a las crueles llamas,
llámame con los benditos.
Suplicante y humilde te ruego,
con el corazón casi hecho ceniza,
apiádate de mi última hora.
8.- Lacrimosa
(coro)
Lacrimosa dies illa
qua resurget et favilla
iudicandus homo reus.
Huic ergo parce, Deus.
Pe Iesu, Domine,
dona eis requiem. Amen.


Día de lágrimas aquél
en que resurja del polvo
para ser juzgado el hombre reo.
Perdónale pues, Dios.br> Piadoso Jesús, Señor,
dales el descanso. Amén.
OFFERTORIUM

OFERTORIO
9.- Domine Iesu
(coro)
Domine Iesu Christe, Rex gloriae,
libera animas omnium fidelium defunctorum
de poenis inferni et de profundo lacu.
Libera eas de ore leonis,
ne absorbeat eas tartarus,
ne cadant in obscurum,
(cuarteto)
sed signifer sanctus Michael
repraesentet eas in lucem sanctam,
(coro)
quam olim Abrahae promisisti
et semini eius.



Señor Jesucristo, Rey de la gloria,
libera a las almas de todos los fieles difuntos
de las penas del infierno y de las profundidades del lago.
Líbralas de la boca del león,
que el abismo no las absorba,
ni caigan en las tinieblas,

sino que el abanderado San Miguel
las conduzca hacia la santa luz,

como antaño prometiste a Abraham
y a sus descendientes.
10.- Hostias et preces
(coro)
Hostias et preces tibi, Domine,
laudis offerimus.
Tu suscipe pro animabus illis,
quarum hodie memoriam facimus.
Fac eas, Domine,
de morte transire ad vitam,
quam olim Abrahae promisisti
et semini eius.



Súplicas y alabanzas, Señor,
te ofrecemos en sacrificio.
Acéptalas en nombre de las almas
en cuya memoria hoy las hacemos.
Hazlas pasar, Señor,
de la muerte a la vida,
como antaño prometiste a Abraham
y a su descendencia.
11.- Sanctus
(coro)
Sanctus, sanctus,
sanctus Dominus Deus sabaoth.
Pleni sunt caeli et terra gloria tua.
Hosanna in excelsis.



Santo, santo,
santo es el Señor Dios de los Ejércitos.
Llenos están los cielos y la tierra de su gloria.
Hosanna en las alturas.
12.- Benedictus
(cuarteto)
Benedictus qui venit
in nomine Domini.
(coro)
Hosanna in excelsis.


Dendito el que viene
en el nombre del Señor.

Hosanna en las alturas.
13.- Agnus Dei
(coro)
Agnus Dei, qui tollis peccata mundi,
miserere nobis.
Agnus Dei, qui tollis peccata mundi,
dona nobis pacem.
Agnus Dei, qui tollis peccata mundi,
dona eis requiem sempiternam.



Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
danos la paz.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
dales el descanso eterno.
COMMUNIO
COMUNIÓN

14.- Lux aeternam
(soprano y coro)
Lux aeternam luceat eis, Domine,
cum sanctis tuis in aeternum, quia pius es.
Requiem aeternam dona eis, Domine,
et lux perpetua luceat eis,
cum sanctis tuis in aeternum, quia pius es.


La luz eterna brille para ellos, Señor,
con tus santos para la eternidad, porque eres misericordioso.
Descanso eterno dales, Señor,
y que la luz perpetua los ilumine,
con tus santos para la eternidad, porque eres misericordioso.

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