Miller sitúa la obra en el seno de una familia que se
encuentra en decadencia por el fracaso del sueño americano, la tierra de
igualdad, libertad y riquezas.
Es un retrato ‘’realista’’ y detallado de la sociedad, para
mostrar su decadencia y la pérdida de los antiguos valores.
El protagonista es
Will Logman, un viajante de sesenta años, cansado de su vida y de su propio
fracaso que no logra reconocer.
Linda (su mujer, que lo ama con locura), y sus hijos (Biff y Harry) ven a un hombre apesadumbrado y delirante que pese a ello, aprecian. Biff, sin embargo, es antagónico a Willy: él es consciente de sus limitaciones personales y de aquellas impuestas por la sociedad; sin embargo, Willy no logra reconocer estos límites y será justamente su libertad ahogada lo que lo llevará a la tumba.
"Muerte
de un viajante' es una tragedia laica con antihéroe vulgar"
Linda (su mujer, que lo ama con locura), y sus hijos (Biff y Harry) ven a un hombre apesadumbrado y delirante que pese a ello, aprecian. Biff, sin embargo, es antagónico a Willy: él es consciente de sus limitaciones personales y de aquellas impuestas por la sociedad; sin embargo, Willy no logra reconocer estos límites y será justamente su libertad ahogada lo que lo llevará a la tumba.
Miller realiza con esta obra una
crítica social, basada en la destrucción del
idilio del sueño americano y en la ridiculización de la libertad
relacionada con ‘’el Nuevo Mundo’’, todo ello a partir de un antihéroe, Willy
Logman, personaje antitético del héroe griego clásico, a la manera
Aristotélica.
Lo fundamental
que es una crítica al capitalismo que va contra el individuo.
Donde el protagonísta de algún modo es un antihéroe vulgar y mediocre, incluso un
ser servil; de hecho, lo de viajante es la metáfora de un tipo que no está en
un mismo sitio y que además trafica con ilusiones", señala de este
personaje que vive enfrentado a su mujer y sus dos hijos: "Uno intenta ir
a buscar lo que cree que es y el otro se mete en la jungla del sueño
americano".
Cualquier persona que vive una vida de ficción totalmente
alienada, a favor de un sistema que cuando ya no le sirve le arroja a la cuneta
y encima no sabe qué lugar ocupa, ni sabe reaccionar y tener un compromiso
consigo mismo, es hoy un Loman. Los encontramos por todas partes, no sólo a una
edad en la que ya no se sirve para el engranaje, sino también en edades intermedias
se dan estas deserciones.
Constituida por tres ‘’actos’’: acto primero, acto segundo y réquiem o acto tercero.
Willy Lowman, un viejo vendedor, regresa antes de un viaje de
negocios. Después de casi chocar el coche varias veces, Willy tiene un momento
de revelación y se da cuenta de que no debería conducir. Su esposa, Linda, ve
que él ya no puede hacer su trabajo como vendedor que viaja y sugiere que le
pida a su jefe, Howard, que le dé un puesto en la oficina local en Nueva York,
que es la oficina central. Willy piensa que conseguir el nuevo puesto es una
cosa segura porque cree ser un vendedor importante (lo cual es incorrecto).
Empezamos a conocer la historia de la familia y nos enteramos
un poco de los hijos adultos de Willy y Linda, Biff y Happy. Biff acaba de
volver a casa después de trabajar en una finca en el oeste de los EE.UU. Willy
cree que Biff puede ser rico y exitoso fácilmente pero que está desperdiciando
sus talentos y que necesita aplicarse más. Willy cree que Biff es un flojo solo
para fastidiarlo.
Esa noche Willy tiene unos flashbacks y se habla a sí mismo y
a imágenes inventadas como si fueran reales. Obviamente, algo no está bien.
Willy está gritando tan fuertemente que Happy y Biff se despiertan. Los
hermanos se preocupan porque nunca han visto a su padre así. Biff cree que
debería quedarse cerca para reparar su relación con su padre y decide hablar
con un viejo empleador suyo, Bill Oliver, sobre conseguir un préstamo para
abrir un negocio.
A medianoche, Willy está hablando en una voz tan alta que
todos se despiertan. Linda les admite a sus hijos que ella y Willy tienen
problemas económicos. Aun peor, Willy ha intentado suicidarse. Ella está muy
preocupada y se desquita con sus hijos, acusando a Biff de ser la causa de la
desdicha de su padre. Ahora Willy se mete en la discusión y la situación
empeora. Él y Biff empiezan a pelearse pero Happy se interpone, diciendo que
Biff piensa ver al Sr. Oliver la mañana siguiente. Willy se pone muy feliz.
Todos se van a dormir creyendo que mañana sus sueños serán realizados. Willy
espera conseguir un puesto local y Biff espera conseguir un préstamo de
negocios.
Por supuesto, al día siguiente, todo va muy mal. Willy se
siente muy feliz y confidente cuando tiene la reunión con su jefe, el Sr.
Howard. Pero en vez de recibir lo que quería, Willy es despedido. Queda
destrozado y empieza a alucinar. Otra vez habla con personas imaginadas
mientras va a un restaurante para reunirse con sus hijos.
Esperando a su padre en el restaurante, Biff le explica a
Happy que el Sr. Olivier no quiso verlo y que no tenía idea de quién era. Afligido,
rencoroso y algo cleptómano, Biff robó la pluma del Sr. Oliver. Ahora Biff se
ha dado cuento de que pensar que el Sr. Oliver le daría un préstamo era una
locura y que él y su familia se han estado mintiendo durante toda la vida.
Cuando Willy entra en el restaurante demandando noticias buenas, Biff procura
explicar lo que pasó sin desilusionar a su padre. Willy, quien no puede
soportar la desilusión, intenta fingir que no es verdad. Empieza a perderse en
el pasado otra vez y revive el momento cuando Biff descubrió su relación con
una mujer en Boston. Mientras que su padre está desconectado de la realidad,
Biff y Happy lo dejan para pasar el rato con dos chicas.
Biff y Happy vuelven a casa después de sus citas. Su madre
los está esperando y está enojadísima porque dejaron a su padre en el
restaurante. Hay una discusión muy grande. Nadie quiere escuchar a Biff, pero
logra hacer su punto de que no puede cumplir con las esperanzas poco realistas
de su padre y que es, básicamente, un fracaso. Él es el único que ve que han
vivido una vida de mentiras y se los dice.
La pelea de esa noche termina y Willy se da cuenta de que a
pesar de ser un "fracaso" Biff lo quiere. Por desgracia, Willy no
puede superar el elemento de "fracaso". Cree que la mejor
contribución que puede hacer para el éxito de su hijo es suicidarse. Así, Biff
puede usar el dinero del seguro de vida para abrir un negocio.
Unos minutos después, hay un gran escándalo. Willy se ha
matado.
En la última escena, Linda, sollozando y todavía bajo la
ilusión de que su esposo era un vendedor popular, se pregunta por qué no vino
nadie a su funeral. Biff sigue viéndose a través de la lente de las mentiras de
su familia y quiere ser un hombre mejor y honesto con sí mismo. Por desgracia,
Happy quiere ser como su padre.
VER:La muerte de un viajante
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