1. Una severa interpretación del Islam (una religión
monoteísta abrahámica cuyo dogma de fe se basa en el libro del Corán, el cual
establece como premisa fundamental para sus creyentes que «No hay más Dios que
Alá y que Mahoma es el último mensajero de Alá». La palabra árabe Allah,
hispanizada como Alá, significa ‘Dios.
2. El violento levantamiento de la milicia Estado Islámico
(antiguo Estado Islámico de Irak y el Levante, EIIL) ha sumido a Irak en una
nueva situación de guerra que amenaza a toda la región.
Se cree que la milicia del Estado Islámico que opera en Irak
y Siria controla 2.000 millones de dólares y se compone de 10.000 combatientes,
lo que permite a este grupo combatir exitosamente contra el Ejército iraquí y
así intentar controlar una región que se extiende desde la ciudad de Alepo en
Siria, hasta las ciudades de Faluya, Mosul y Tal Afar en Irak.
El EI se formó como una rama de Al Qaeda en Irak liderada por
Abu Bakr al Baghdadi. Entonces se llamaba Estado Islámico de Irak (EII) y no
actuaba directamente en Siria.
A mediados de 2011 uno de sus miembros, Abu Mohamad
Al-Golani, fundó el Frente al-Nusra, que pasó a ser el principal actor
yihadista de la guerra civil en Siria, obteniendo en particular los recursos
del EIIL.
3. Una violencia brutal contra los chiítas (o chía, en árabe:شيع;
constituye una de las principales ramas del Islam junto al sunismo.
El sunismo es el nombre tradicional por el que se conoce a la
escuela de jurisprudencia Islámica Ya'farita), son el grupo musulmán
mayoritario en la comunidad islámica mundial.
4. El objetivo del Estado Islámico (EI) es expandirse por
Jordania ,Israel, Palestina, Líbano, Kuwait, Turquía y Chipre.
"Digo a Estados Unidos que el Califato islámico ha sido
establecido. Y no vamos a detenernos. No sean cobardes, no nos ataquen con
aviones no tripulados. Mejor envíen a sus soldados, a los que humillamos en
Irak", manifiesta en el video de Dairieh uno de los yihadistas armado con
fusil.
"Vamos humillarlos estén donde estén, si Dios quiere, y
vamos a izar la bandera de Alá en la Casa Blanca", declara..
"Conocido inicialmente como el Estado Islámico de Irak y
el Levante (EIIL), el grupo de yihadistas suníes ha anunciado su intención de
establecer el califato y declaró califa a su líder, Abu Bakr al Baghdadi",
explica ICE News.
Con dinero en efectivo en su posesión y armas estadounidenses
incautadas durante los últimos avances en Irak, EI no muestra signos de
desacelerar su expansión.
El Estado Islámico ha difundido el sábado 21 de noviembre de 2015 un nuevo vídeo en el que vuelve a amenazar a
Francia y más en concreto al presidente de la República gala, François
Hollande, por los bombardeos contra la población islámica en Siria.
/b>"Confiad en Alá, siempre está con los creyentes"
En el vídeo destaca el
derribo de la torre Eiffel durante unos segundos, curiosamente tomadas de la
película G.I. Joe: The Rise of Cobra (del año 2009), justo antes de que un
yihadista —con la cara tapada y un arma— tome la palabra para expresar su
orgullo tras lo ocurrido en los atentados de París.
El hombre anima a los musulmanes que viven en Francia a que
se den cuenta de que el país en el que viven está mandando aviones que matan
familias musulmanas "dejando a niños huérfanos todos los días".
Irene Lozano es
escritora y miembro del Comité de Expertos del PSOE. – manifiesta:
Nosotros, los demócratas, aún no sabemos cómo llamarlos:
Daesh, ISIS, ISIL, Estado Islámico... Ellos, en cambio, ya tienen una historia
que contar y les basta un solo nombre para señalar a sus enemigos:
"infieles". Daesh es tres cosas al mismo tiempo: un grupo terrorista,
un proto-Estado y un relato.
Para enfrentarnos al grupo terrorista tenemos el Derecho.
Para combatir a ese embrión de Estado brutalmente medieval, disponemos de los
medios de la guerra. Sin embargo, ante su narrativa estamos desarmados.
"Estos yihadistas a quienes los líderes de Al Qaeda
consideran demasiado extremistas, son salvajemente violentos, pero también
hábiles narradores"
Estos yihadistas a quienes los líderes de Al Qaeda consideran
demasiado extremistas, son salvajemente violentos, pero también hábiles
narradores. Cuidan extremadamente su propaganda, y se sirven del lenguaje
audiovisual, el más apto para conquistar los corazones hoy día, con el que
hacen proselitismo en la web y las redes sociales.
Radicalmente contemporáneo en el uso de los medios, el
sustento intelectual y teológico de Daesh es literalmente medieval, pues
preconiza un regreso al siglo VII. Su interpretación acabada del islam -la del
salafismo-, no sólo sigue con rigor las enseñanzas del profeta, sino que tiene
como referentes históricos los momentos de máximo esplendor y hegemonía
política del Islam, cuya añoranza el Daesh ha convertido en promesa de futuro.
La implantación del Estado Islámico en parte del territorio
de Siria e Irak ha significado para sus adeptos la materialización de esa
promesa, con el empoderamiento que ello supone. Hoy el califato no es un
recuerdo histórico, sino una forma de organización política que ha normalizado
la crucifixión y la esclavitud, dominada por la religión, en la que ninguna ley
humana está por encima de la 'sharia', con una sola persona como autoridad
política, jurídica y religiosa. Si algo ha resultado atractivo de los
totalitarismos a lo largo de la Historia es que ofrecen una visión completa del
mundo, pétrea, sin incertidumbres ni dudas.
En ese Estado Islámico que gobierna a unos ocho millones de
personas no hay identidades complejas y los conflictos se resuelven de forma
expeditiva. Frente a los matices y contradicciones propios de las sociedades occidentales,
así como de las sociedades musulmanas que buscan su lugar en el mundo de hoy,
la narrativa siniestra de Daesh ofrece un cómodo dogmatismo, que encuentra en
su misma ferocidad el reflejo de su coherencia.Las decapitaciones, las
violaciones masivas de mujeres, las ejecuciones... repugnan nuestra conciencia
civilizada.
Nosotros vemos una crueldad inhumana y la voluntad de
diseminar el terror. Ellos muestran orgullosos su violencia porque simboliza su
poder: una dominación salvaje, un poder primario, pero poder al fin y al cabo.
"Si además puede causar una matanza a miles de
kilómetros, ¿de que no será capaz cuando alcance su máximo esplendor?"
La estrategia es una vieja conocida de la violencia política:
la propaganda por el hecho. Que los propios actos de muerte y violencia definan
a quienes los cometen.
El efecto propagandístico de la carnicería de París persigue
mucho más que aterrorizarnos. Forma parte de los actos de reclutamiento, pues
narra un futuro prometedor a quienes se incorporen a las filas de Daesh: ese
Estado Islámico embrionario ya recauda impuestos, regula los precios,
administra servicios como la justicia, la sanidad, la educación, y decide sobre
la vida o la muerte de los ocho millones de personas sobre los que gobierna...
Si además puede causar una matanza a miles de kilómetros, ¿de que no será capaz
cuando alcance su máximo esplendor?
Captan a esos jóvenes -europeos o no- porque ofrecen poder
donde ellos sienten impotencia y les dan un significado trascendente a vidas
que no han encontrado su sentido. Ésta ha sido la función de los grandes relatos
en la Historia de la humanidad hasta que su defunción fue certificada, quizá
con cierta precipitación, por Jean-François Lyotard. La lucha cotidiana por un
título académico es pequeña y acaba en un contrato precario. Incluso la
reivindicación que hacía Bin Laden en su día respecto a la retirada de las
tropas norteamericanas de Arabia Saudí se antoja diminuta al lado de la lucha
por un califato de dimensión universal, cuya última estación es el
paraíso.Podemos llamarles nihilistas, pero el Daesh les da un sentido de
trascendencia. Cuando hablamos de evitar los procesos de radicalización,
deberíamos pensar en ofrecer una narrativa propia, que contrarreste la suya.
Muchos jóvenes se radicalizan solos, frente a las pantallas
de su ordenador, porque el relato yihadista, como toda narrativa
revolucionaria, tiene una dimensión moral y eso lo hace mucho más poderoso.
Además, el Estado Islámico dedica un enorme esfuerzo al reclutamiento
individual.
El sociólogo Scott Atran explicó en la Organización de
Naciones Unidas cómo en el proceso de captación pueden dedicar horas a un solo
individuo, para "comprender cómo sus problemas y sufrimientos personales
encajan en una narrativa universal de persecución contra los
musulmanes".Por su parte, los ciudadanos europeos se sienten castigados
por las políticas que vienen de Bruselas, mientras los valores europeos
naufragan.
Esa comunidad democrática que -con todos sus errores y
contradicciones- podría soñar con erigirse en el referente global de los
Derechos Humanos y las libertades, bracea para no ahogarse en una suma de
egoísmos nacionales. Ni siquiera podremos decir que la historia no nos esté
dando una última oportunidad: la crisis de los refugiados no trata sobre ellos,
sino sobre nosotros.
No somos los europeos quienes podemos protegerlos, sino ellos
los que nos brindan la ocasión de defender nuestros valores, frente a la
tentación irreal de volver a sentirnos seguros en nuestro terruño nacional,
conviviendo entre pieles blancas. A medio y largo plazo, resulta muy peligroso
que sólo la xenofobia y el nacionalismo -mayor o menor- estén siendo capaces de
armar narrativas esperanzadoras para los ciudadanos, pues no defienden los
derechos y las libertades en tanto que universales, sino para los miembros de
una comunidad étnica o cultural a la que se promete mantener a salvo de este
caótico mundo otorgándole un puñado de certezas.
Se trata de una narrativa reaccionaria, pues propone un
regreso al pasado que sabemos imposible: los grandes desafíos políticos -desde
el cambio climático hasta el terrorismo, la inmigración o la desigualdad- sólo
podrán encontrar una solución global, y tendremos voz en ella en la medida en
que tengamos la fuerza de un continente.
La ideología yihadista se dirige a la
'umma' -la comunidad de creyentes- y ha adaptado su relato al mundo global,
mientras las democracias viven con impotencia las limitaciones del
Estado-nación, pero han dejado de soñar con superarlas.Europa teme y se
empequeñece; el califato expende pasaportes al paraíso y ofrece esclavas sexuales
a los combatientes.
No son nihilistas. Son hábiles narrando un proyecto
ideológico tenebroso. Y no están locos. Los locos seremos nosotros si seguimos
pensando que los grandes relatos han muerto y que la política europea sólo debe
ocuparse de una décima arriba o abajo del déficit.
El presidente galo y el líder británico sellarán el 23 de
noviembre de 2015 una alianza para luchar contra los bastiones del grupo
yihadista en Irak y Siria
VER: El Estado Islamico (documental)
Las potencias mundiales buscan forjar una alianza para
combatir el terrorismo del Estado Islámico en Siria e Irak. El eje principal es
Francia, país en torno al que -tras los atentados de París del 13-N- están
alineándose el Reino Unido, Estados Unidos y Rusia.
Setenta años después de la II Guerra Mundial la entente que
venció al nazismo tiene visos de volver a reeditarse por primera vez contra la
hidra terrorista. El premier británico, David Cameron, sellará previsiblemente en
París una informal alianza anglofrancesa contra el grupo yihadista, a la espera
de la autorización parlamentaria para extender los bombardeos de la RAF sobre
suelo sirio. La intención de Cameron es poder lanzar las primeras operaciones
aéreas antes de Navidades del 2015.
El primer ministro británico se entrevistará con el
presidente galo, François Hollande, que acto seguido viajará a Washington para
reunirse con el presidente estadounidense, Barack Obama, y estrechar la
colaboración militar con el ejército norteamericano. Mientras, el portaaviones
francés Charles de Gaulle se encuentra ya posicionado en un punto sin
desclasificar del Mediterráneo oriental, preparado para intensificar, a partir
de hoy, los bombardeos contra el Estado Islámico (IS) que Francia ya está
llevando a cabo desde hace semanas, desde sus bases en Emiratos y Jordania.
Los 26 cazas Rafale y Super Etendard que transporta el
Charles de Gaulle realizaron ayer sus últimas maniobras de puesta a punto.
Según el ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, están preparados para actuar.
Entre tambores de guerra, Cameron viaja a París con un
mensaje muy concreto: extender a Hollande su decisión de unir fuerzas en los
ataques aéreos en Siria. A su vez, avanzará con el presidente galo en una
estrategia conjunta para golpear los bastiones del IS en la zona conocida como
la franja de Manbij, que se extiende a lo largo de casi 100 kilómetros con la
frontera turca, con los cazas Tornado británicos estacionados en bases de
Chipre y que hasta ahora tenían autorización sólo para actuar sobre suelo
iraquí.
Tras el respaldo del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas,
que instó esta semana a luchar contra el IS, David Cameron considera que tiene
en sus manos las bazas para sacar adelante la votación en el Parlamento.
"El Reino Unido no es un país que se queda en la cuneta y permite que
otros le protejan", declaró a la BBC el secretario del Tesoro, George
Osborne, en el momento de anticipar los planes para la votación parlamentaria
de la próxima semana.
"No podemos esperar a que acabe la guerra civil en Siria
para atacar la base del Estado Islámico en Siria. Los aviones de la RAF tienen
que formar parte de los esfuerzos internacionales para golpear al
IS".Hollande, a Washington.
El frente común para derrotar al Estado Islámico llevará a
Hollande mañana a Washington, donde tiene previsto reunirse con Obama. Ambos
líderes reafirmaron en una conversación telefónica hace unos días su
"compromiso inquebrantable para degradar y derrotar al IS", según
informó la Casa Blanca.
Obama se mostró convencido de que la coalición internacional
logrará su objetivo de derrotar al IS: "Les destruiremos. Recuperaremos
las tierras en las que se encuentran actualmente, les quitaremos su
financiación, perseguiremos a sus líderes, desmantelaremos sus redes, sus
líneas de suministro".
Desde la cumbre del Sudeste Asiático, en Kuala Lumpur, el
presidente estadounidense instó a los ciudadanos a "no sucumbir ante el
miedo". En el mismo lugar, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon,
pidió a Rusia y a EEUU que cooperaran para derrotar a los yihadistas.
"Todos estos terroristas y esta ideología extremista
debe ser derrotada en el nombre de la humanidad", proclamó en la capital
de Malasia. "Necesitamos unión y solidaridad", afirmó Ban ante las
"graves amenazas globales". El primer ministro ruso, Dimitri
Medvedev, al reunirse ayer con Ban, le pidió su colaboración para crear una
coalición antiterrorista bajo los auspicios de Naciones Unidas. Atraer a Rusia
a esta alianza es vital para Occidente. Así se interpretan las declaraciones
del ministro de Exteriores alemán, Frank Walter Steinmeier, que ayer afirmó que
Moscú podría volver al grupo de los países más industralizados del mundo, el
G-8. En un guiño crítico, Obama señaló que sería "útil" que Rusia se
centrase en combatir al IS en sus ataques sobre territorio sirio.
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