martes, 11 de mayo de 2021

CONFLICTO PALESTINO - ISRAELÍ

 

 ¿Por qué existe un conflicto entre palestinos e israelíes? El origen del problema radica en que hay dos pueblos en un mismo territorio y ambos lo reclaman como propio.

  ¿A quién pertenece Jerusalén? 

El reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por parte del presidente estadounidense reaviva un viejo conflicto: la polémica cuestión de ¿A quién pertenece esta ciudad?  


Los israelíes consideran que les pertenece porque dicen que les ha sido legado por dios como figura en el Antiguo Testamento y porque siempre hubo judíos.  

 

Los palestinos, por su parte, dicen que les pertenece porque viven allí desde hace siglos.  

 

Para los israelíes la creación del Estado de Israel representa la respuesta a la persecución que han vivido los judíos a lo largo de toda su historia y consideran que es la única garantía que tienen para que no los persigan nunca más.  

 

A los judíos europeos que tuvieron la idea de crear un Estado judío en el siglo XIX no les interesó demasiado que en ese territorio hubiera gente, porque su principal preocupación era resolver el problema de las persecuciones contra los judíos.  

 

También hay que decir que -en sus comienzos- sabían muy poco de lo que sucedía en el Medio Oriente, un mundo casi desconocido para muchísimos europeos.  

 

Lo poco que se conocía provenía de los testimonios de algunos aventureros que se animaban a viajar y luego escribían novelas, o de historiadores que habían acompañado alguna incursión militar.  

 

Por el otro lado, los árabes-palestinos tampoco sabían demasiado de lo que pasaba en Europa ni de las persecuciones que sufrían los judíos.  

 

Nunca formaron parte de las experiencias coloniales que ocuparon casi todo el planeta (sino que las sufrieron) y a principios del siglo XX casi no tenían acceso al conocimiento de ese mundo que les era ajeno y desconocido.  

 

Miles de judíos comenzaron a llegar a Palestina con la idea de construir un Estado sólo para judíos a fines del siglo XIX y principios del XX.  

 

Cuando los árabes-palestinos percibieron que los judíos querían ese territorio sólo para ellos trataron de impedirlo, pero no lo lograron. 

 

 En 1948 nació el Estado de Israel, otorgándole una nueva identidad ciudadana a esos judíos, que pasaron a ser conocidos como israelíes o judíos-israelíes.  

 

La mayoría de los israelíes preferiría que no hubiera ningún árabe en el territorio que reclaman como propio; pero están. Y la mayoría de los árabes-palestinos preferiría que allí no hubiera ningún judío; pero están.  

El conflicto persiste hasta el día de hoy porque no hay un acuerdo sobre qué porción del territorio le corresponde a cada uno, o si pueden compartirlo. 

 ¿Por qué Jerusalén es tan importante para judíos, musulmanes y cristianos? 


Jerusalén tiene una carga simbólica muy fuerte para los tres grupos religiosos, especialmente la pequeña ciudad vieja de apenas un kilómetro cuadrado, rodeada de murallas antiguas y siete portones de entrada.  

  

Los cuatro barrios que se encuentran dentro de la ciudad reflejan las comunidades que históricamente la habitaban, la judía, la musulmana, la cristiana y la armenia.  

 

Para los judíos tiene que ver con los orígenes de su historia según está narrada en la Biblia y por eso también la llaman la ciudad del rey David.



Por otra parte, "el año que viene en Jerusalén" es una frase que los judíos han repetido por siglos para resaltar su apego a la ciudad.  



Allí también está el kotel Hamaaraw'(muro occidental), más conocido en castellano como el "muro de los lamentos", una pared que se dice pertenecía al antiguo Templo judío de Jerusalén construido en el año 37 (a.C.) y destruido en el año 70 (d.C.).  

 

Para los cristianos es el lugar donde Jesús paso sus últimos días, donde está la Vía Dolorosa, el lugar de su crucifixión y el de su resurrección.  

 


Los musulmanes veneran la ciudad que llaman en árabe Al Quds (lo sagrado) y donde está la explanada de las mezquitas, conocida en árabe como Al Jaram Asharif(e\ noble santuario).  

 


Allí están la mezquita AlAqsa (la lejana) y la Qubbat A-sakra (la cúpula de la roca), desde donde la tradición musulmana dice que el profeta Mujamad (Mahoma) ascendió al cielo en el año 631 (d.C.) Entre 1948 y 1967 la ciudad estuvo dividida en dos y no tuvo un lugar destacado en el discurso político de israelíes o palestinos.  

 


Su nombre no figura ni una vez en la Declaración de la Independencia del Estado de Israel, aunque el "muro de los lamentos" hubiera quedado en territorio jordano y los judíos no pudieran visitarlo. Tampoco figura en los documentos fundacionales de la OLP.  

 


La disputa por Jerusalén comenzó después de la guerra de 1967 por la ocupación israelí de la parte oriental de la ciudad y la expansión de su municipio tomando barrios enteros de poblados árabes que rodean la ciudad.  

 

En 1980 el parlamento israelí aprobó una ley declarando a Jerusalén "completa y unida" como capital de Israel que fue rechazada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.


¿El conflicto palestino-israelí es religioso o nacional?  

 

El conflicto palestino-israelí comenzó claramente como un enfrentamiento entre dos movimientos nacionales.  

 

Desde sus orígenes el sionismo fue laico y aspiró a construir un Estado nacional, una patria para los judíos. 


Los palestinos, influenciados por la lucha anticolonialista y las ideas europeas, también utilizaron los conceptos de patria y nación, alejados del pensamiento tradicional religioso que es anterior a la aparición de estas definiciones modernas del siglo XIX.  

 

Durante la lucha por la creación del Estado judío el discurso sionista fue pragmático respecto del territorio en el que aspiraban construir un Estado.  

 

No había lugares "santos" ni aquellos a los cuales no se podía renunciar de ninguna manera por algún mandato bíblico. De la misma manera, entre los palestinos, la tierra era sinónimo del lugar en el cual los palestinos -musulmanes y cristianos por igual- habían vivido. Esto cambió en 1967.  

 

La ocupación de Cisjordania y la Franja de Gaza -y muy especialmente la de Jerusalén- produjo una modificación en el discurso político israelí con una creciente influencia de los grupos nacionalistas de extrema derecha que conjugaron nacionalismo y pensamiento teológico.  

 

Los argumentos para no abandonar los territorios ocupados en la guerra de 1967 dejaron de ser pragmáticos o políticos y comenzaron a ser de orden divino. Cientos de rabinos de primer nivel, e influyentes en las decisiones del Estado, decían que era un pecado resignar territorios de la tierra de Israel que habían sido liberados de las manos de los "extranjeros".  

 

Se comenzó a utilizar mucho más la expresión "tierra de Israel" como algo inmanente y se relegó el concepto de "territorios", pasibles de ser negociados.  

 

Por su parte, el mundo árabe se vio atravesado por una creciente ola de movimientos islámicos que sostenían que los movimientos nacionalistas habían fracasado en su intento por liberar Palestina porque habían abandonado la fe y se habían entregado a las ideologías nacionalistas, ajenas al ser musulmán. 


HAMAS fue un emergente de este pensamiento y la liberación de Palestina se entremezcló con la liberación de los lugares santos de Jerusalén del poder de los judíos. 


Hamás حركة المقاومة الاسلامية 

Hamás (en árabe, حماس' entusiasmo, fervor' y acrónimo de Harakat al-Muqáwama al-Islamiyaحركة المقاومة الإسلامية  

 Movimiento de Resistencia Islámico) es una organización palestina que se declara como yihadista, nacionalista e islamista. 

 

Presidente: Ismail Haniya (en árabeإسماعيل هنية) es el líder político palestino, dirigente del grupo islamista y nacionalista Hamás en el Estado de Palestina. 


El objetivo original de Hamás, definido en su carta fundacional, fue el establecimiento de un estado islámico en la región histórica de Palestina, que comprendería los actuales Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza, con capital en Jerusalén. 


Hamas: ¿Cómo nació la organización palestina?

Hamás fue fundada por el jeque Ahmed Yasín en 1987, durante el curso de la primera Intifada, emitiendo su primer comunicado en diciembre de 1987. ... Fueron el jeque Ahmed Yasín y varios seguidores como Mahmud Al Zahhar y Ábdel Aziz ar-Rantisi quienes estructuraron y difundieron el movimiento de una forma oficial. 



Hamás 

Hamás حركة المقاومة الاسلامية 

Presidente 

Yahya Sinwar e Ismail Haniya 

Fundación 

1987 

Ideología 

Islamismo Nacionalismo palestino Sunismo Yihadismo Antisionismo 

Sede 

Gaza 


 

El crecimiento en ambos lados del discurso teológico-político que apela a las emociones y a conceptos divinos dificulta aún más la negociación política.


El origen del conflicto entre Israel y Palestina. 


30/05/2016  El nacimiento del movimiento sionista fundado por Theodor Herzl, a finales del siglo XIX, defiende el reagrupamiento de la población judía dispersa por el mundo, eligiendo Palestina como lugar de asentamiento de sus miembros, ya que es la tierra donde se fundó el judaísmo.  

 

El territorio de Palestina estaba ocupado principalmente por árabes y bajo el control otomano desde 1517.  

 

¿Qué fue lo que alteró la convivencia de siglos entre judíos y árabes? 


La historia de los judíos y los árabes fue durante siglos una relación entre comunidades religiosas. Como la mayoría de los árabes profesa el islam, su relación hacia los judíos era -y aún es- en función de su pertenencia religiosa individual y comunitaria. 


Hay que aclarar también que la mayoría de los musulmanes no son árabes, y ni siquiera hablan el idioma árabe, salvo cuando rezan, y que el país musulmán más numeroso es Indonesia, que no es árabe, como tampoco lo son Turquía o Irán. 


Pero como el islámico en tierras árabes se suele confundir al islam con lo árabe. El islam se desarrolló tomando muchos elementos de la religión judía, incluso sus profetas, que también venera, como Abraham o Moisés. Sin embargo, la historia del islam como la de casi todas las religiones son muy contradictorias 

 

En muchos de sus textos. sagrados o dichos de sus teólogos se pueden encontrar frases elogiosas hacia los judíos, pero también otras denigrantes.  

 

Sería incorrecto ofrecer la imagen idealizada de una relación hegemónica entre judíos y musulmanes, porque hubo problemas a lo largo de la historia.  

 

Sin embargo, hay que destacar que en el mundo islámico no hubo nada parecido a la expulsión masiva de judíos que se produjo en España durante el reinado de los reyes Fernando e Isabel a fines del siglo XV en el marco de lo que fue conocido como la Santa Inquisición. 

 

 Tampoco nada parecido a las persecuciones y matanzas de judíos en Rusia durante el siglo XIX y comienzos del XX, que convirtieron a la palabra pogrom, de origen ruso, en sinónimo de persecución y masacre contra judíos.  

 

Más aun, el término antisemitismo, entendido como el odio hacia los judíos, es de origen europeo y ni siquiera tiene un equivalente en el idioma árabe.  

 

Y mucho menos hubo en lugares habitados por una mayoría musulmana algo comparable a la barbarie moderna, industrial y planificada del exterminio de judíos en Europa durante el holocausto nazi con sus campos de concentración, que eliminaron a unos seis millones de judíos.  

 

En 1882 comenzaron a establecerse las primeras aldeas de judíos procedentes de Europa. 

A su llegada, los judíos pedían a los palestinos que se revelarán contra el imperio otomano a cambio de promesas de independencia.

Ya en 1916, Gran Bretaña y Francia, con el apoyo de Rusia, acordaron en el pacto Sykes-Picot el reparto de las posesiones del Imperio Otomano si ganaban la Primera Guerra Mundial.  

 

En él se estipulaba que Palestina, Siria, Irak y Líbano estarían bajo la administración de ingleses y franceses, pese las promesas que se habían hecho a los árabes de independencia por levantarse contra los turcos.


Tras ello, se firmó la llamada 'Declaración Balfour' de 1917, en la que el gobierno británico.

 El secretario de Asuntos Exteriores, lord Arthur James Balfour, redactó la Declaración en 1917 y se la envió a lord Lionel Walter Rothschild, uno de los ciudadanos judíos más ilustres de Gran Bretaña. 


Esta expresaba el apoyo del gobierno británico a una patria judía en Palestina. 


Pero ¿por qué tardó 30 años, hasta que las Naciones Unidas aprobaron la Resolución 181, en fundar por fin un estado judío? ¿Por qué era la Declaración Balfour tan polémica? ¿Por qué se redactó de forma tan ambigua y acaso tenían derecho los británicos a prometer a los judíos una patria en el Mandato británico de Palestina?



  Se firmó la llamada 'Declaración Balfour' de 1917, en la que el gobierno británico se comprometía a respaldar la creación de un hogar nacional judío en Palestina.

Es aquí cuando comenzó un gran éxodo de judíos europeos hacia Palestina, que se dedicaron desde su llegada a comprar tierras a los árabes.  

 


¿Cuál fue la importancia de la "Declaración Balfour" de 1917? 


 A medida que los británicos vislumbraron la desintegración del Imperio Otomano durante la Primera Guerra Mundial fueron urdiendo una trama de alianzas para el control de la región, incluyendo Palestina.  

 

El representante británico en El Cairo, Henry McMahon, en 1915 ya mantenía fluidos contactos con líderes árabes y le había prometido el apoyo a una futura independencia de casi todo el Medio Oriente a cambio de su colaboración para luchar contra los turcos.  

 

Los británicos, con la experiencia y habilidad típica de las potencias coloniales, mientras negociaban una independencia para los árabes les prometían a los judíos su apoyo para un hogar nacional judío en Palestina, incluso antes de tomar el control de la región. Por lógica, ambas promesas eran contradictorias entre sí.  

 

El 2 de noviembre de 1917, el canciller británico Arthur James Balfour le escribió una carta al barón Lionel Rothschild, por ese entonces un exdiputado inglés y banquero judío muy importante, para que se la hiciera llegar al movimiento sionista con el cual tenía estrechos vínculos.  

 

En la carta decía que "el gobierno de su Majestad contempla favorablemente el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío y hará uso de sus mejores esfuerzos para facilitar la realización de dicho objetivo".  

 

También agregaba que "se entiende que no se hará nada que pueda perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina". Si bien esa carta no mencionaba la creación de un Estado y no implicaba ningún compromiso legal, pues los británicos ni siquiera habían tomado control de Palestina, para el movimiento sionista fue fundamental.  

 

Representaba el primer reconocimiento para su proyecto, y nada más y nada menos que de la potencia mundial más relevante de la época De allí en más el movimiento sionista tomó la "Declaración Balfour" como si ésta tuviera un viso de legalidad y les concediera legitimidad sobre Palestina. El origen europeo del movimiento sionista y la afinidad que tenían con muchos de sus dirigentes fue visto por los británicos como una garantía de que una alianza con ellos serviría a sus proyectos en el Medio Oriente. Los líderes árabes se sintieron traicionados.  

 

Se habían levantado en armas contra los turcos y ahora los británicos les estaban ofreciendo a los judíos, que eran apenas el 10 por ciento de la población en Palestina, la posibilidad de crear un Estado propio, en franca contradicción con lo que les habían prometido.  


¿Cuándo surge el nacionalismo palestino?  

 Palestina: El arte de la resistencia  

Balas convertidas en minúsculas esculturas, muros que se tornan en lienzos, partidos de fútbol entre mutilados… 

 

Protestar junto a la frontera no es la única forma que tienen los palestinos de luchar contra la ocupación israelí.  

 

Se trata de una lucha que han heredado las generaciones más jóvenes con todas sus consecuencias, cárcel y muerte incluidas: para ellos resistir es un compromiso ineludible al que supeditan los proyectos con los que, como cualquier adolescente, quieren dar forma a su futuro. 


Las ideas nacionalistas llegaron al Medio Oriente a mediados del siglo XIX de la mano del desarrollo capitalista europeo y la influencia intelectual de las nuevas ideologías surgidas de la revolución francesa.  

 

Algunos autores señalan que ya en 1834 hubo una revuelta nacionalista "palestina" contra los turcos, mucho antes de que apareciera el movimiento sionista.  

 

El nacionalismo árabe fue una reacción al Imperio Otomano y a la posterior ocupación colonial que quebró la estructura de la sociedad árabe tradicional al introducir el capitalismo. 

 

 Esto se dio en gran parte del Medio Oriente y lógicamente también en Palestina.  

 

Los primeros diarios propiamente "palestinos" nacieron a principios del siglo XX; en 1908 nació Al Quds (Jerusalén), en 1909 Al Karmil(El Carmelo) y en 1911 apareció otro con el sugestivo nombre de Falastin (Palestina), cuando Palestina todavía no tenía entidad propia.  

 

Los tres jugaron un lugar importante en el desarrollo de las ideas nacionalistas y en la oposición a la inmigración judía, porque temían que la población árabe se convirtiera en minoría y que Palestina dejara de ser árabe.  

 

Para esa época muchos dirigentes nacionalistas ya se habían dado cuenta de que algunos campesinos árabes -cuyas tierras habían sido vendidas por los latifundistas al movimiento sionista- pugnaban por regresar y chocaban con los nuevos inmigrantes llegados de Rusia que se habían asentado en ellas.  

 

Es posible pensar que un movimiento nacional palestino anticolonial se hubiera desarrollado de manera similar a los otros movimientos anticolonialistas de la región de no haber aparecido el sionismo.  

 

Esto es, se habrían levantado en armas contra la ocupación extranjera, primero la otomana y luego la británica, como los argelinos que combatieron la ocupación francesa, o los iraquíes la británica.  

 

Lo particular y diferente del nacionalismo palestino es que se enfrentó a dos enemigos, a los que consideraba emparentados.  

 

Una vez que los árabes-palestinos se dieron cuenta del significado del proyecto sionista, que tenía como objetivo la creación de un Estado judío, se levantaron en armas en contra de los británicos y del movimiento sionista, y trataron de impedir la inmigración judía. 


Tras la Primera Guerra Mundial, el acuerdo Sykes-Picot se ejecutó y, por mandato de la Sociedad de Naciones, Palestina pasa a estar bajo control de los ingleses.



¿Qué es la Organización para la Liberación de Palestina (OLP)? 

 

El éxodo y la dispersión de los palestinos después de 1948 provocaron una atomización de los palestinos que quedaron fuera de su tierra y básicamente como refugiados.  

 

Toda una sociedad había quedado destruida y sin ningún tipo de liderazgo. Dispersos en el mundo, en campamentos de refugiados, los palestinos se abocaron básicamente a sobrevivir y a esperar que los países árabes pudieran liberar Palestina para retornar a sus hogares.  

 

En 1959, alrededor de la figura de lasser Arafat se fundó en Kuwait una organización conocida como AL FATAJ (el Movimiento para la Liberación de Palestina).  

 

Estaban influenciados por las ideas nacionalistas que se desarrollaban en todo el mundo árabe gracias a la revolución liderada por Nasser, que en 1952 había derrocado a la monarquía en Egipto, y la lucha armada del Frente de Liberación Nacional en Argelia contra la ocupación francesa.  

 

En 1964 los países árabes convocaron a una conferencia en Jerusalén oriental para crear formalmente la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), aunque subordinada a la liberación de toda la nación árabe como pensaba Nasser. 

 

El tronco central de la OLP estaba compuesto por los militantes de AL FATAJ.  

 

Más tarde se sumarían otras organizaciones palestinas y la OLP funcionó como una especie de "paraguas" que los cobijaba a todos.  

 

La derrota de los países árabes en la guerra de 1967 catapultó a la OLP, y a Arafat como máximo dirigente palestino, porque los palestinos llegaron a la conclusión de que los países árabes no tenían la capacidad -o la voluntad- de liberar Palestina después de haber fracasado en tres guerras.  

 

De allí en más se pusieron como objetivo llevar ellos mismos adelante la batalla por la liberación de su tierra. El gran mérito de la OLP fue el de recuperar la identidad palestina fragmentada y atomizada a raíz de la dispersión.  

 

Esto lo lograron al colocar la "cuestión palestina" en el centro de la política mundial con espectaculares acciones armadas, como los secuestros de aviones. En los países árabes se los glorificaba y en el mundo los conocían como "la resistencia palestina".  

 

En octubre de 1974 la séptima cumbre de la Liga Árabe en Rabat, Marruecos, reconoció a la OLP como el "único y legítimo representante del pueblo palestino", dándole una legitimidad formal que hasta ese momento no tenía.  

 

Al poco tiempo las Naciones Unidas invitaron a Arafat a un plenario de la Asamblea General donde se trató la "cuestión palestina", y se le otorgó a la OLP el estatus oficial de observador, que le permite participar de la Asamblea sin derecho a voto


La convivencia de judíos y árabes se vio alterada en el Medio Oriente a fines del siglo XIX y principios del XX con la aparición del movimiento sionista, que planteó la creación de un Estado sólo para judíos en el corazón del mundo árabe e islámico.


¿Qué es el movimiento sionista? 



El movimiento sionista surgió en Europa Occidental a mediados del siglo XIX para dar una respuesta a las persecuciones que los judíos sufrían en Europa Occidental y en Europa Oriental.  

 


Se define a sí mismo como el movimiento de liberación nacional del pueblo judío.  

 

Sus fundadores consideraban que la única manera de eliminar el antisemitismo era mediante la concentración territorial de todos los judíos del mundo en un mismo Estado.  

 

¿Por qué el histórico odio a los judíos? 


También creían que el odio hacia los judíos era eterno e inevitable. Uno de sus líderes, León Pinsker, llegó a afirmar que "la judeofobia es una psicosis, hereditaria e incurable".  

 

Su principal dirigente, Teodoro Herzl, fue un periodista austro-húngaro que se vio muy conmovido por un juicio de tintes antisemitas realizado en Francia contra el capitán Alfred Dreyfus en 1894, quien fue condenado por "alta traición", aunque después de varios años fue rehabilitado y reconocida su inocencia.  

 

La revolución francesa había prometido la igualdad para todos los ciudadanos, pero Dreyfus había sido perseguido por su condición de judío.  

 

En 1896 Herzl publicó el libro Der Judenstaat (El Estado de los judíos), considerado la pieza fundamental del sionismo político.  

 

Este grupo de intelectuales judíos sólo conocía el mundo europeo, donde muchos judíos habían sido comerciantes e intermediarios financieros por siglos.  

 

Poco y nada sabían de los judíos que vivían en el mundo árabe. Herzl quería "normalizar" al pueblo judío (europeo) y que fuera como todos los pueblos, tal como se los entendía en la concepción del desarrollo capitalista en la época: con burgueses, trabajadores y campesinos.  

 

Dado que los fundadores del sionismo eran intelectuales influenciados por el nacionalismo europeo, consideraban que la única manera de combatir el antisemitismo era mediante la creación de un Estado propio, un Estado judío.  

 

El sionismo no fue un invento de los ingleses para dividir al mundo árabe, como todavía creen muchos árabes. Sin embargo, nació en una época de expansión del capitalismo y de apropiación de las colonias por parte de las principales potencias europeas, con las cuales se relacionó porque necesitaba del apoyo de una gran potencia mundial para conseguir ese territorio que no habitaban.  

 

Por su parte, a los ingleses les vino "como anillo al dedo" que un movimiento de raíces occidentales los necesitara para penetraren la región.  

 

EI sionismo tuvo dos problemas desde sus inicios. 

  • El primero fue que no intentó crear un Estado judío en regiones de Rusia y Polonia, donde sí había una mayoría de judíos y donde hubiera podido reclamar un territorio apelando al derecho a la autodeterminación de los pueblos. 

  • . El segundo, que se propuso crear un estado en un lugar en el que prácticamente no había judíos, y que no estaba deshabitado como muchos pensaban.


¿Todos los judíos adhieren al proyecto sionista?  

Sin lugar a dudas una gran mayoría de los judíos en el mundo se identifica con el Estado de Israel nacido en 1948; aunque esto no significa que apoyaran al movimiento sionista antes de 1948.  

 

Es más, el debate sobre el sionismo fue muy profundo y conflictivo en el mundo judío. 

 

 Cuando nació la idea fue ampliamente rechazada tanto por los judíos religiosos como por los judíos que adherían a las diferentes variantes del pensamiento socialista.  

 

Los creyentes consideraban que el movimiento sionista les quitaría los elementos judíos de la tradición religiosa.  

 

Y los que integraban los movimientos socialistas a fines del siglo XIX y principios del XX pensaban que había que luchar contra el antisemitismo allí donde residían, ya que sólo con el socialismo iban a lograr la emancipación.  

 

Por ende, se oponían a la emigración a Palestina. De hecho, a pesar de las persecuciones contra los judíos a fines del siglo XIX en Rusia, Polonia o Ucrania, apenas un tres por ciento de los judíos emigró a Palestina.  

 

 

La mayoría se dispersó por el mundo y en menos de quince años Nueva York se convirtió en la ciudad judía más importante del planeta.  

 

Por otra parte, el sionismo planteaba el renacimiento del idioma hebreo (utilizado solamente en las plegarias) y los judíos que vivían en el este europeo (los países bálticos, Polonia, Ucrania o Rusia) tenían un idioma común que era el idish, un idioma muy "judío", con vasta literatura, música y tradiciones culturales, y al que no estaban dispuestos a renunciar.  

 

Existían numerosas organizaciones judías que movilizaban a miles de personas que rechazaban las ideas sionistas.  

 

El partido más numeroso y conocido en el este europeo fue el BUND (Unión General de Trabajadores Judíos de Lituania, Polonia y Rusia).  

 

Pero ese mundo judío, conocido como "idishland" (tierra del idish), fue borrado de la faz de la tierra por el holocausto.  

Antes de la Segunda Guerra Mundial había nueve millones de judíos en Europa, después de ella quedaron sólo tres millones, dispersos y atomizados. Aunque parezca extraño, dentro y fuera del Estado de Israel todavía existen grupos de judíos religiosos y socialistas que ideológicamente no se identifican con el sionismo, ni con el Estado de Israel, por las mismas razones que otros no lo hacían cien años atrás.


El gobierno de Londres se mostró reacio a cumplir sus promesas de independencia a los árabes y, simultáneamente, los judíos comenzaron a crear instituciones autónomas a modo de protoestado.


La Segunda Guerra Mundial 

Primavera de 1945, la fase final de la Segunda Guerra Mundial. Por perseguir el desquiciado sueño de la victoria final, los nazis envían sin escrúpulos a generaciones cada vez más jóvenes al frente. 


El fin de la guerra ya se vislumbra. El Ejército Rojo ya está en el este de Alemania hace varios meses y, en el oeste, los estadounidenses cruzaron el Rin a principios de marzo. 


El 20 de marzo de 1945, Adolf Hitler recibe en el jardín de la Cancillería del Reich a niños y jóvenes que, según el régimen, han tenido un muy buen desempeño militar. 


Contra toda razón, obliga a los más jóvenes a jurar por la victoria final, pero la guerra está perdida hace tiempo. 


En el Pacífico se libra la batalla de Iwo Jima. Los japoneses defienden hasta el último hombre aquella isla pequeña, pero de gran importancia estratégica. Aún antes de que terminen los combates se toma una de las fotos más famosas de la Segunda Guerra Mundial.  

 
 


Con la llegada en Alemania de Adolf Hitler al poder, las migraciones de judíos hacia Palestina se multiplicaron, lo que fue agravando la convivencia con los árabes palestinos, dando lugar a fuertes disputas y revueltas entre ambos. 


Una vez acabada la Segunda Guerra Mundial, Gran Bretaña decidió dejar en manos de la ONU el problema de convivencia de ambas religiones. 

 
En 1947, la ONU decide que el Mandato Británico de Palestina debe ser dividido en dos estados, uno judío y otro árabe, y Jerusalén pasa a estar bajo mandato internacional. 


Esta decisión fue aceptada por los israelíes (a los cuales se les otorgó el 55% del territorio) pero no por los palestinos.  


Tras abandonar oficialmente los ingleses el territorio palestino, el primer ministro israelí, David Ben-Gurión, declaró el Estado de Israel en 1948. 


Al día siguiente, una coalición de países árabes (integrada por Egipto, Siria, Transjordania, Líbano e Irak) que no aceptaban la resolución y apoyaban a Palestina, comenzaron una guerra contra los judíos. 


Durante este conflicto, Israel se hizo con el 77% del territorio y más de 700.000 palestinos se convirtieron en refugiados en los países vecinos. 


¿Por qué la guerra de los seis días en 1967 fue tan importante? 

 

El conflicto palestino-israelí Pedro Brieger La guerra de 1967 marcó un cambio en el conflicto árabe-israelí.  

 

En primer lugar, porque fue la tercera derrota sucesiva de los países árabes con el Estado de Israel, lo que demostró la imposibilidad de "liberar" Palestina de la "ocupación" sionista como ellos venían proclamando desde 1948.  

 

Durante la guerra Israel ocupó nuevos territorios: Cisjordania (perteneciente a Jordania), la Franja de Gaza y la península del Sinaí (Egipto) y el Golán (Siria).  

 

En tan sólo seis días el ejército israelí barrió con los ejércitos enemigos y ocupó territorios pertenecientes a países consolidados.  

 

De facto Israel también incorporó a miles de egipcios, jordanos y sirios.  

 

Para la sociedad israelí el resultado de la guerra era una nueva prueba de la superioridad moral de "pocos frente a muchos" y el mundo occidental celebró la paliza que se le dio al referente del nacionalismo árabe, Nasser, en su momento considerado el principal enemigo de occidente.  

 

Mediaticamente la guerra pasó a ser conocida como "la guerra de los seis días", reflejo del entusiasmo que despertó en Europa y Estados Unidos.  

 

Israel se había convertido en una potencia militar y su ejército parecía invencible.  

 

Miles de nuevos inmigrantes llegaron atraídos por el aura de la victoria; creció la economía y se auto convencieron de que la ocupación de nuevos territorios era "liberal" e incluso beneficiosa para la población.  

 

Para los árabes la derrota tuvo un efecto moral devastador y la guerra sigue siendo conocida como Naksa (el revés).  

 

Si en 1947 la partición de Palestina había dividido a la nación árabe emergente, la expansión de Israel en 1967 tenía todas las características de una humillación para los países árabes.  

 

La cuestión Palestina cobró una nueva dimensión por la conjunción de los factores mencionados y porque miles de palestinos pasaron a vivir bajo directa ocupación militar israelí.  

 

Como los Estados árabes no habían podido derrotar a Israel y recuperar los territorios perdidos, los palestinos, que ya habían fundado la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en 1964, decidieron que ellos-con sus propias fuerzas-llevarían adelante la tarea de liberar Palestina y dejarían de estar bajo la tutela de esos Estados.  


Si hasta ese momento se solía hablar del conflicto árabe-israelí, la aparición en escena de los palestinos haría que se comenzara a hablar más del conflicto palestino-israelí. 

Ante la ineficacia de las
reivindicaciones de los árabes palestinos frente a los judíos israelíes, se crea en 1964 la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), coalición de movimientos políticos y paramilitares considerada la representante del pueblo palestino.




En 1967, Egipto, que apoyaba la lucha palestina, pide a la ONU (que tenía tropas desplegadas para interponerse entre israelíes y egipcios) que retire sus tropas de la Península del Sinaí, frontera con Israel, y tras retirarse la ONU, Egipto comienza a colocar las suyas.  

 

Por temor a sufrir una invasión egipcia, Israel atacó esta zona y comenzó el enfrentamiento contra una coalición árabe formada por Egipto, Siria, Irak y Jordania, conquistando durante la guerra los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania.  

 

Este hecho aumentó el sentimiento nacionalista de los palestinos, dando lugar a una serie de atentados, entre los que destaca los asesinatos de seis atletas israelíes en los Juegos Olímpicos de Munich en 1972.


En 1987, los palestinos comenzaron el levantamiento denominado 'intifada', dedicándose a tirar piedras y otros objetos a las tropas israelíes. 


Ésta duró hasta los acuerdos de Oslo de 1993, cuando los Palestinos reconocieron al Estado de Israel y éstos a la Autoridad Nacional Palestina (ANP). En esta 'intifada' murieron 1.470 palestinos y 271 israelíes.



En 1987 se desató una violencia descontrolada entre israelíes y palestinos, el conflicto dejó miles de muertos.


Sin embargo, las tensiones continuaron, especialmente con la llegada al gobierno del primer ministro israelí Ariel Sharon y el grupo palestino 'Hamás', considerado un grupo terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.


Ariel Sharon, el polémico soldado y político que marcó la historia de Israel 

 Después de 8 años en coma, el ex primer ministro israelí, Ariel Sharon, quien padeció un accidente cerebrovascular en 2006, murió a los 83 años. Para muchos una figura controversial, Sharon marcó la política de Medio Oriente de los últimos 60 años.

Sin embargo, Hamás, en 2017, publicó un nuevo documento de principios según el cual reclama "el establecimiento de un Estado de Palestina completamente soberano e independiente, con Jerusalén como capital, en las fronteras del 4 de junio de 1967" y enfatizaba su carácter nacionalista por encima del religioso, aunque sigue sin reconocer a Israel ni abandonar la lucha armada. 


Desde que 'Hamás' llegara al poder a Gaza en 2007, se niega a reconocer los acuerdos logrados entre palestinos e israelíes, lo que dificulta las conversaciones de paz, también fomentado por el bloqueo económico llevado a cabo por Israel a Gaza tras la llegada de éstos al poder.


Así se llegó en 2008 a la guerra de Gaza, en la que 'Hamás' lanzó cohetes desde la Franja a Israel y éstos bombardearon Gaza con el fin de eliminar la base militar de Hamás. Esta ofensiva se saldó con 1.300 muertos, 5.000 heridos y unos 45.000 desplazados. 
 

Así se llegó en 2008 a la guerra de Gaza, en la que 'Hamás' lanzó cohetes desde la Franja a Israel y éstos bombardearon Gaza con el fin de eliminar la base militar de Hamás. Esta ofensiva se saldó con 1.300 muertos, 5.000 heridos y unos 45.000 desplazados. 
 
 


En 2009, el actual primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ordenó la construcción de 1.600 casas en zonas ocupadas, lo que provocó que Palestina se negara a reiniciar las conversaciones de paz.



Desde entonces, el enfrentamiento más grave es la operación 'Margen Protector', llevada a cabo por Israel tras haber sido asesinado
tres adolescentes judíos en Cisjordania y haber sido bombardeada con cohetes por parte de Palestina tras el asesinato de un adolescente palestino. El conflicto se cobró la vida de más de 1.100 palestinos y causó más de 6.470 heridos, mientras que han fallecido 53 soldados israelíes y dos civiles.



Desde que comenzara el conflicto en 1950, según el sociólogo y economista alemán, Gunner Heinsohn, han perdido la vida unas 51.000 personas.

 

 Aunque según el Centro de Información israelí por los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados, 'Btselem', desde 1987 hasta antes del inicio de la operación 'Margen Protector', han muerto 12.901 palestinos y 1.504 israelíes.


¿Qué es la Franja de Gaza?  

 


La Franja de Gaza es un pequeño territorio de 360 km2 en la parte sur de lo que fue Palestina bajo el Mandato británico. Tiene unos 50 km de largo bordeando el Mar Mediterráneo, y un ancho que va desde seis hasta doce kilómetros.  




 

De un lado está el mar y del otro el Estado de Israel que también está al norte de la Franja, mientras en la parte sur está la frontera con Egipto.  

 

En porcentajes, representa menos del cinco por ciento del territorio que los palestinos reclaman para un Estado independiente.  

 


Por lo general se entra a la Franja por el puesto fronterizo israelí de Erez en el norte y cerca de la ciudad de Rafaj en el sur, lindante con Egipto.  

 

Aunque geográficamente no haya tenido entidad propia se la denomina "la Franja" porque visual- mente así se la identifica en cualquier mapa de la región. Como antes del siglo XX no había fronteras nacionales, lo que siempre tuvo relevancia fue la ciudad de Gaza, ocupada por el Imperio Otomano, por los egipcios y luego por los británicos.  

 

El plan de partición de 1947 incorporó la ciudad y una extensa franja costera (superior en tamaño a la actual Franja) al Estado árabe que debía nacer y que nunca nació.  

Fue el cese del fuego luego de la guerra de 1948 el que determinó que la pequeña Franja con las dimensiones actuales quedara como parte de Egipto, pero separada de la gigantesca y casi desértica península del Sinaí, que ya era territorio egipcio.  

 

Cerca de 200 mil palestinos expulsados de ciudades árabes cercanas en 1948 se refugiaron en la Franja, donde vivían apenas 80 mil personas y proliferaron los campamentos de refugiados sostenidos por Naciones Unidas.  

 

Entre 1948 y 1967 pasaron a formar parte de Egipto sin ser egipcios y llegaron a tener instituciones con un alto grado de autonomía, siempre esperando que se resolviera su situación.  

La Franja se convirtió con el tiempo en una de las zonas más densamente pobladas del planeta, con altos índices de pobreza y desocupación, donde vive cerca de un millón y medio de palestinos.  

 

Un 75 por ciento son refugiados registrados oficialmente por Naciones Unidas que subsisten gracias a los alimentos que distribuye la ONU. 67) ¿Qué es el bloqueo a la Franja de Gaza? Los palestinos que viven en Cisjordania tienen una cierta "ventaja" sobre los que viven en la Franja de Gaza ya que pueden ir a Jordania y de allí a otros países.  

 

Los de Gaza están casi siempre aislados del mundo, encerrados en lo que muchos definen como una cárcel a cielo abierto desde 1991, cuando quedó virtualmente clausurada al exterior. Por épocas Israel les permitió a muchos palestinos entrar en su territorio durante el día para trabajar como mano de obra barata.  

 

La inmensa mayoría no sale nunca porque Israel no lo permite, y no son pocos los casos de enfermos que murieron frente a un puesto fronterizo a la espera de un permiso de salida. Entrar es poco menos que imposible.  

 

En más de una ocasión barcos que han llegado con ayuda humanitaria fueron atacados por la marina israelí y desviados de su costa. La economía de la Franja es mínima e Israel siempre obstruyó su desarrollo impidiendo el ingreso de materias primas o bienes de capital y poniendo innumerables trabas a la exportación de productos -muchos de ellos perecederos (como las flores)- que ni siquiera se exportan directamente, sino vía Israel por razones de "seguridad". 

 

Además, impidió -e impide- por largos períodos la entrada de insumos para hospitales, medicamentos o comida fresca y se apodera de los impuestos que pagan los productos que entran a la Franja (vía Israel), lo que debilita aún más cualquier gobierno palestino, que de por sí cuenta con escasos recursos para invertir en infraestructura o pagar los salarios del sector público.  

 

La ocupación desde 1967 creó una dependencia total de Israel que todavía subsiste. La electricidad, el agua, el gas y los combustibles siguen llegando de Israel, cuando llegan. Con el propósito de burlar el bloqueo en los últimos años se cavaron túneles para introducir desde Egipto todo lo que se pudiera.  

 

El bloqueo viene acompañado de bombardeos diarios que han destruido gran parte de la infraestructura urbana-como las plantas de energía-y la población se ha quedado sin electricidad por semanas y meses. Israel también ha bombardeado industrias, hospitales, mezquitas y en 2001 inutilizó el aeropuerto internacional. Sólo entre 2000 y 2004 el ejército israelí demolió casi 5 mil casas por motivos de "seguridad".  

 

Egipto tampoco es ajeno al bloqueo de los palestinos por su frontera común con Gaza, aunque desde 1967 no ha tenido el control político y militar de la Franja como sí lo ha tenido Israel.  

 

Más allá de que a Egipto poco parece importarle el destino de los palestinos, no está dispuesto a confrontar con Estados Unidos e Israel. Por otra parte, arrastra un problema de vieja data con HAMAS, ya que este movimiento está estrechamente vinculado a los Hermanos Musulmanes, el principal partido de oposición.  

¿Cuándo se retiró Israel de la Franja de Gaza?  

 

Los Acuerdos de Oslo planteaban que israelíes y palestinos tenían que negociar las formas por las cuales Israel se retiraría de Cisjordania y Gaza para crear un Estado palestino.  

Las sucesivas interrupciones y la negativa de los diferentes dirigentes israelíes de sentarse a discutir con los palestinos llevaron a que estos Acuerdos estuvieran estancados o prácticamente muertos. 

 

En diciembre de 2003, el primer ministro Ariel Sharon presentó lo que denominó "Plan de Desconexión".  

 

Su objetivo era evacuar de manera unilateral los 21 asentamientos israelíes en la Franja de Gaza y retirarse de ese pequeño territorio.  

 

En los asentamientos vivían unos nueve mil israelíes que controlaban cerca del 40 por ciento de la Franja rodeados de un millón y medio de palestinos.  

 

Cuidarlos implicaba un despliegue militar demasiado complejo y costoso. Cuando Sharon decidió retirarse de Gaza de manera unilateral lo hizo diciendo que era una prueba de "buena fe" por parte de los israelíes y quiso aparecer ante el mundo como alguien dispuesto a hacer la paz, aunque siempre hizo pública su oposición a los Acuerdos de Oslo.  

 

Uno de sus principales asesores, Dov Weisglass, en una entrevista publicada en el diario israelí Haaretz, reveló los verdaderos motivos de la retirada.  

 

Weisglass dijo que el plan de desconexión buscaba congelar el proceso de paz, prevenir la creación de un Estado palestino y seguir controlando Cisjordania.  

 

"El plan —dijo— le pone la cantidad de formol necesario para que no haya proceso político con los palestinos."  

 

Muchos israelíes dijeron que la desconexión era una oportunidad para que los palestinos le mostraran al mundo que realmente eran capaces de construir un Estado. El columnista Thomas Friedman del New York Times llegó a "sugerirles" que hicieran de Gaza una nueva Dubai, como si esto fuera tan sencillo. Sin embargo, el retiro unilateral, y no en el marco de un acuerdo de paz, dejó a la Franja en un estatus incierto y con la responsabilidad en manos de los palestinos de gestionarla sin tener la posibilidad de manejarla como un Estado.  

 

Por otra parte, Israel siguió controlando las entradas y salidas, su espacio aéreo y la costa sobre el Mar Mediterráneo, manteniendo de hecho -según las leyes internacionales- la ocupación de la Franja. 

 

¿Qué fechas son esenciales para comprender el conflicto palestino-israelí? 

 


 Si uno tuviera que trazar una línea histórica en este conflicto que tiene unos cien años de vida, encontraría numerosos hitos de desencuentros entre judíos y árabes antes de la creación del Estado de Israel el 14 de mayo de 1948 y pocos de encuentros entre israelíes y palestinos después de esa fecha.  

 

La resolución de Naciones Unidas que declaró la partición de Palestina el 29 de noviembre de 1947 es, sin lugar a dudas, un momento clave para entender el conflicto entre ambos pueblos. Allí, un factor externo, Naciones Unidas, decidió dividir un territorio sobre bases étnico-nacionales para encontrar una solución al enfrentamiento creciente entre las dos comunidades.  

 

Se partía de un presupuesto: ambos pueblos no pueden vivir juntos. La "solución" no fue tal, no trajo la paz y no logró lo buscado. No se trata de cuestionar las decisiones tomadas por los organismos internacionales, sino de comprender la dinámica que se desató desde esa fecha y que llevó al nacimiento del Estado de Israel en 1948 y a la expulsión de los palestinos.  

 

Hasta la guerra del 5 de junio de 1967 israelíes y palestinos se desconocían; no sólo en su visión del mundo sino también en el terreno concreto, más allá de que una minoría árabe atomizada hubiera quedado dentro del Estado de Israel.  

 

Israelíes y palestinos no se veían las caras, sabían poco y nada los unos de los otros. Después de la ocupación de Cisjordania y Gaza nació el binomio ocupante-ocupado, que transformó la (no) relación existente entre 1948 y 1967 en una relación típica de colonizador-colonizado que se mantiene en gran medida.  

 

La tercera fecha es 1993.  

 

Los Acuerdos de Oslo trajeron un viento de esperanza, porque en esa fecha los palestinos y los israelíes se reconocieron mutuamente por primera vez.  

 

Después de décadas de demonización recíproca reconocer que "el otro" puede ser un interlocutor válido representó un quiebre con el pasado, aunque ese diálogo terminara frustrándose.  

 

Falta una nueva fecha, la que permita vislumbrar la coexistencia entre los dos pueblos. Por ahora, no ha llegado. 100) ¿Es posible la paz y la convivencia entre israelíes y palestinos? Ésta es la pregunta del millón.  

 

¿Cómo congeniar intereses, aspiraciones y derechos tan contradictorios entre sí?  

 

En la actualidad lo que prima es la violencia y es prácticamente imposible pensar en una convivencia pacífica.  

 

Los Acuerdos de Paz de 1993 abrieron una ventana de esperanza que se cerró demasiado rápido por diversos motivos y entre mutuas recriminaciones.  

 

La esencia del conflicto sigue siendo una cuestión nacional, dos pueblos reclamando un mismo territorio. El siglo XX ha demostrado que ninguno puede deshacerse del otro, por más que se lo propongan.  

 

Están condenados a vivir juntos. Hay un elemento que todavía permanece en algún lugar del inconsciente colectivo: durante siglos judíos, musulmanes y cristianos convivieron en paz cuando eran comunidades religiosas sin aspiraciones nacionales. 

 

Si bien es cierto que la palabra paz es enarbolada como consigna, por más que aparezca una y otra vez, la pregunta sigue siendo cómo. ¿Están dispuestos a convertir sus espadas en arados y dejar de alzar la espada pueblo contra pueblo, como decía el profeta Isaías? Nadie parece haber encontrado hasta ahora una fórmula. De algo se puede estar seguro: mientras continúe la ocupación de Cisjordania y la Franja de Gaza la paz es imposible.  

 

El Estado de Israel no puede perpetuar la ocupación y los israelíes no pueden pensar que esto será aceptado eternamente por los árabes.  

 

¿Podrá una intervención de Naciones Unidas separando ambos pueblos poner fin a los enfrentamientos? ¿Es posible separarlos?  

 


Tampoco es menos cierto que nadie puede creer que una vez que concluya la ocupación los dos pueblos mágicamente vivirán en paz. Pero es posible que permita recorrer un camino en el que ambos pueblos puedan hacer repensar aquella frase "vuestro holocausto, nuestra catástrofe..." 

 

 

EDICIÓN: Erika Rojas Portilla

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