UN VIAJE A TRAVÉS DE LA REALIDAD DE LA MIGRACIÓN.
Tal es el caso de un recorrido que no es recomendable para viajar, pero sí para conocer muy cerquita un fenómeno social: la migración de la gente centroamericana que se transporta en el tren La Bestia.
Te preguntarás ¿Qué tiene de atractivo estar ahí presente mientras las personas hacen una travesía bajo condiciones difíciles buscando un mejor futuro?
Pues ahí está lo curioso, es una ruta trazada por los migrantes, es el saber las historias y deseos que persiguen nuestros hermanos en este recorrido que dura más de dos semanas y te sensibiliza de una manera solidaria.
¿Quién viaja en el tren La Bestia?
Guatemaltecos, salvadoreños, hondureños, nicaragüenses y caribeños buscan un vida distinta, pero incierta, a bordo del tren del sueño americano.
La travesía comienza con las dos rutas del tren, Tenosique (Tabasco) y Tapachula (Chiapas).
Las primeras exhalaciones del tren “La bestia” se escuchan anunciando su próxima salida y los cientos de inmigrantes corren para alcanzar las escaleras del tren.
Conociendo a nuestros hermanos
Al salir de la ciudad de Tapachula, los migrantes y sus expectativas en esta difícil travesía, sus necesidades y anhelos.
Algunos testimonios bastarán para entender todo lo que se deja atrás y lo que falta.
Al seguir la ruta de La Bestia en cualquiera de sus puntos de partida, existen algunas poblaciones en los estados de Puebla y Veracruz
Es en este último estado es donde una comunidad es tan querida por los inmigrantes.
Voluntariado ¿Se puede?
Se trata de Amatlán de los Reyes, ahí existe un pequeño grupo de mujeres llamadas “Las Patronas”, un auténtico ejemplo de la solidaridad mexicana.
El migrante encuentra un albergue-comedor donde preparan kilos de comida que les obsequian, cuando La Bestia pasa por este sitio.
Atrévete a ayudarles en su reparto, es una actividad extrema pero que llena de satisfacción a cualquier persona.
“Las Patronas” también te pueden contar sus vivencias y testimonios que a lo largo de más de 20 años han vivido en esta comunidad de convivencia.
Si gustas ayudar, sí puedes colaborar con algunos víveres o comprando salsas, café y productos que elaboran ahí para seguir con esta noble causa.
La travesía continua en el Tren la Bestia
Cruzar la sierra se pueden ver las ciudades de Jalapa y la paradisiaca Poza Rica, ambas son vigiladas por el Pico de Orizaba..
Hay tramos de la carretera en donde los molinos del viento, el humo de la locomotora y las siluetas de los inmigrantes se dibujan en el horizonte al caer la tarde.
¿Qué pensarán, mientras van en silencio mirando los durmientes de las vías del tren?
De cierta forma es algo que cuesta trabajo entender.
La ruta de La Bestia
La primera ruta de La Bestia finaliza en el estado de Tamaulipas cruzando las playas de Tampico, conquistando de cerca la Huasteca tamaulipeca y para después llegar a Reynosa.
La otra ruta Tapachula-Nogales-Tijuana es la más larga, recorriendo estados como Guanajuato, Querétaro, Estado de México, Jalisco, Nayarit, Sinaloa, Sonora y Baja California.
Para algunos conocer esta ruta, a través de un tren, es algo que puede cambiar las vidas de quien lo hace.
El sonido del Tren
Siempre que escuches el sonido del tren, sabrás que hay cientos de historias a bordo.
Conoce un lado de ese México que difícilmente se muestra y si te gusta el voluntariado y la labor social, o simplemente los quieres acompañar para darles fuerzas.
Aun así, se arriesgan. La mayoría vienen de Honduras, El Salvador y Guatemala. El tren de la muerte es conocido, saben que pueden perder la vida pero la desesperación ante la violencia y la falta de perspectivas en sus países de Centroamérica les lleva a subirse a La Bestia, el peligroso tren de carga que atraviesa México y llega hasta la frontera estadounidense.
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