Abrir la despensa o la
nevera y descubrir un alimento con moho es una situación bastante común ante la
que surge la pregunta de "¿Qué pasa si comes moho?"... Ahora bien,
debes saber que lo que llamamos moho es un conjunto de diminutos hongos, que
pueden presentarse junto a otros microorganismos, como las bacterias. Suele
aparecer de capa aterciopelada blanquecina, verdosa o negruzca que, al tocarla,
desprende un polvillo que en realidad son esporas.Lo primero que hay que saber
es que existen miles de especies de hongos. Algunas son inocuas o incluso
beneficiosas para la salud humana pero otras son perjudiciales y pueden
causarnos reacciones adversas más o menos severas. Por tanto, ante un alimento con
moho, siempre hay que actuar con precaución
¿Qué pasa si accidentalmente
como moho?
Hay que diferenciar entre el
moho que tiene un alimento porque en su proceso de elaboración se han
introducido hongos concretos (saludables), para su fermentación o para darle
características concretas de aromas y sabores; y aquellos que surgen por el proceso
de descomposición del alimento.
Por ejemplo, los mohos que
tienen algunos embutidos o quesos, como el cabrales o el roquefort, no
presentan riesgo alguno para la salud y son una prueba de calidad del producto.
En cambio, en otros alimentos, sobre todo en aquellos ricos en agua y azúcares
que además se han conservado en una temperatura cálida, la presencia de hongos
indica que el alimento no está en óptimas condiciones para su consumo.
Por eso, seguro que te has
encontrado queso con moho, e incluso tomates o magdalenas. Y es que algunos de
los ejemplos más frecuentes de comida con moho pueden ser: las frutas blandas
(como fresas con moho), fiambres y embutidos tiernos. También podemos encontrar
moho en el pan con mucha frecuencia.
Ahora bien, lo que pasa si
comes moho dependerá del tipo de hongo que haya colonizado el alimento. Comer
accidentalmente el moho puede resultar peligroso, porque algunas especies
generan toxinas naturales (micotoxinas) que, tal como señala la Organización
Mundial de la Salud (OMS), tienen efectos negativos en la salud.
Entonces, ¿Qué pasa si te
comes un pan con moho, por ejemplo? Debes saber que el moho también puede
contener bacterias patógenas perjudiciales. Problemas digestivos, reacciones
alérgicas como picor de ojos, irritación de garganta o dificultad respiratoria
son algunas de las reacciones adversas más comunes, derivadas de la ingesta del
moho generado por distintos hongos y bacterias.
¿Qué hacer si como moho?
En general, la ingesta
accidental de una mínima cantidad de moho en un momento puntual no suele
generar problemas severos. Por supuesto, no es recomendable en ningún caso
comer alimentos que presenten moho de manera habitual, ya que, como hemos
indicado, algunos producen peligrosas micotoxinas, cuya ingesta prolongada se
relaciona, incluso, con el desarrollo de cáncer de determinados tipos.
Si accidentalmente comes una
pequeña cantidad de moho, en principio, no deben saltar las alarmas. Lo ideal,
si te das cuenta de la ingesta, es no tragar el alimento, sino retirarlo de la
boca antes de tragarlo y realizar un enjuague con abundante agua para eliminar
restos.
En el caso de que hayas
tomado comida con moho, observa las reacciones posibles, como enrojecimiento de
la piel, picor de ojos, vómitos, diarreas, dificultad al respirar, malestar
general y si se producen, debes acudir al médico lo antes posible para determinar
el tratamiento necesario que palíe los efectos nocivos.
Según el Servicio de
Inspección y Seguridad Alimentaria (FSIS, por sus siglas en inglés), la
limpieza es un paso clave para minimizar la aparición de hongos en los
productos alimenticios. Esto, dado que las esporas “pueden acumularse en su
refrigerador, paños y otros utensilios de limpieza”.
Enfrentar esa escena puede
resultar un poco incómodo, ya que significa que de alguna manera los productos
se desperdiciaron. Al mismo tiempo, podría originar la siguiente pregunta: ¿Qué
pasa si solo corto la parte que tiene hongos y consumo el resto?
¿Puedo comer un alimento si
le corto el moho?
Cortar la parte con moho de un alimento, para poder comer el resto y, así, no desperdiciar comida es una práctica habitual que puede hacerse en determinados casos, pero en otros no.
Salvo en los casos en los que el moho forma parte de la propia composición del alimento, en el resto su presencia va a indicar que parte del alimento no está en buen estado. Quitar la zona mohosa e ingerirlo puede ser una opción pero siempre va a depender de las características del alimento.
Aunque retires el moho, cortando la zona afectada, el hongo puede haber colonizado las áreas anexas (aunque no veas moho), incluso puede haber llegado a las partes más profundas atravesando pieles y cáscaras.
Por precaución cortar el moho (y la zona de alrededor) y comer el resto es algo que solo debe hacerse en alimentos duros y con poco contenido en agua: jamón serrano y embutidos curados, quesos duros y frutas y verduras turgentes como la zanahoria o el pimiento, según señala la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). El resto de los alimentos, por seguridad, es preferible tirarlos.
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