sábado, 13 de julio de 2024

HIROSHIMA - 80 ANIVERSARIO DEL USO DE LAS BOMBAS ATÓMICAS QUE PUSIERON FIN A LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

A Ochenta años de la explosión de la bomba atómica: 
El 6 y el 9 de agosto de 1945 Hiroshima y Nagasaki recibían uno de los ataques más duros de la historia. Las bombas atómicas lanzadas sobre ambas ciudades dejaron más de 200 mil muertos.

El argumento más repetido para la justificación de la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki fue que éstas ahorrarían vidas de ambas partes en conflicto, al evitar la extensión de la guerra, pues se evaluó que Japón estaba dispuesto a ‘inmolarse’ en un conflicto convencional. 

¿Ha habido revisionismo histórico respecto de este argumento entre los historiadores? ¿Cuáles son las principales interpretaciones que se esgrimen en la actualidad para este hecho que precipitó el final de la II Guerra Mundial?

El 6 de agosto de 1945 a las 8:15 horas, un bombardero B-29 llamado Enola Gay lanzó sobre la ciudad de Hiroshima la primera bomba atómica, bautizada como Little Boy.

Fruto del Proyecto Manhattan, iniciado en junio de 1942, "Little Boy" era un arma de tipo cañón que detonaba disparando una masa de uranio a través de un cilindro hacia otra masa para crear una reacción nuclear autosostenida.

La creación del Proyecto Manhattan en 1942 y la fabricación de las primeras bombas atómicas en 1945.  Con un coste estimado en 70.000 millones de dólares (de 2016), el Proyecto Manhattan comenzó de forma modesta, creciendo progresivamente hasta tener más de 130.000 empleados dirigidos por el físico Robert Oppenheimer y el general Leslie Groves. 


Las localidades de Oak Ridge, en Tennessee, y Los Álamos, en Nuevo Mexico, serían los principales centros de todo el proyecto y la prueba Trinity, en Alamagordo el 16 de julio de 1945, la primera explosión nuclear de la historia.

Cuando concluyó, el Proyecto Manhattan  había destinado 2 mil millones de dólares para el desarrollo de una bomba atómica, cuyo primer modelo estalló exitosamente en el marco de la prueba Trinity. 

Como material fisionable, la bomba detonada usó plutonio, al igual que la bomba lanzada tiempo después sobre la ciudad japonesa de Nagasaki.

Tres días más tarde de lanzada "Litle boy", el 9 de agosto a las 11:02 horas, el bombardero Bockscar dejó caer la segunda bomba, llamada Fat Man, sobre la ciudad de Nagasaki.

Estas bombas atómicas fueron las primeras armas de destrucción masiva en utilizarse en una guerra, estaban hechas con material radiactivo fisionable de uranio 235 y plutonio 239. La fisión nuclear es un fenómeno de los átomos radiactivos que les permite romper el núcleo del átomo y generar una gran cantidad de calor y que libera radiación ionizante.

 La bomba, del tipo "cañón", detonó a unos 600 metros sobre la ciudad, con una potencia equivalente a 13 kilotones de TNT, causando una devastación masiva y la muerte de decenas de miles de personas.

4 datos que explican cómo se produjo el primer bombardeo nuclear de la historia

 El Día de Hiroshima es la fecha que se conmemora a raíz de los acontecimientos del 6 de agosto de 1945 en Japón. "Un día soleado se convirtió en un infierno", relata el historiador Mario Marcello Neto, doctor en historia por la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS) y autor de la tesis titulada El brillo de los mil soles: historia, memoria y olvido en la bomba atómica en Estados Unidos y Japón.

Experto en uno de los sucesos más determinantes de la historia del siglo XX, Neto, en diálogo con National Geographic, ayuda a reconstruir algunos de los pasos que condujeron al primer ataque nuclear del mundo.

 El día de la bomba atómica de Hiroshima, las sirenas que advertían un ataque aéreo sonaron en toda la ciudad japonesa, mientras los cazas B-29 estadounidenses atravesaban el espacio aéreo del país. Para entonces, Hiroshima ya había sufrido más de 30 ataques durante la Segunda Guerra Mundial, según el estudio de Neto. Sin embargo, nadie en el país estaba preparado para lo que vendría después.

Con "el brillo de mil soles", como dice la tesis del especialista brasileño, se disparó la primera bomba atómica de la historia causando daños nunca vistos.  "El proyectil explotó en el aire, a unos 600 metros del suelo", señala el historiador, y agrega: "Fue transportada por el Enola Gay, un bombardero B-29 pilotado por el coronel Paul Tibbets, que sobrevolaba Hiroshima a una altitud de aproximadamente 9,5 kilómetros cuando liberó la bomba hacia las 8.15 horas".

"Ahora que se ha quemado mi casa tengo una mejor vista de la luna"

El acontecimiento fue uno de los momentos más impactantes de la Segunda Guerra Mundial, que comenzó en 1939 y duró unos siete años, dividiendo a las naciones del mundo en dos grandes grupos. "Estaban los Aliados, cuyos principales miembros eran Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y más tarde la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y,  al otro lado, estaba el llamado Eje, integrado por la Alemania de Adolf Hitler, la Italia de Benito Mussolini) y Japón", explica el experto.


1. ¿Por qué fue bombardeada Hiroshima?

 Según el historiador, cuando las bombas tocaron suelo japonés, el país se encontraba en plena crisis por el conflicto bélico: "Estaba sin el apoyo de sus dos principales aliados, sin dinero y enfrentándose solo a la potencia que más creció durante la guerra: Estados Unidos".

De acuerdo a la explicación de Neto, en ese momento, las ciudades japonesas sufrían una intensa ola de hambruna, al tiempo que seguían recibiendo bombardeos esporádicos, pero recurrentes. "Para contraatacar, Japón empezó a adoptar medidas de combate drásticas, como el uso de pilotos kamikaze, que realizaban misiones suicidas y lanzaban sus aviones contra los objetivos como forma de ataque".

Incluso en este escenario, el país del Eje estaba lejos de rendirse, sostiene la tesis del historiador. Sus estudios apuntan a una creencia, dentro del “fascismo japonés”, como dice Neto, que reforzaba la superioridad de Japón sobre las naciones occidentales, y seguía motivando su permanencia en el conflicto.

 En el libro Infierno: El mundo en guerra 1939-1945, el historiador británico Max Hastings afirma que los japoneses creían que la defensa enérgica de sus islas podía evitar que el país tuviera que aceptar la derrota absoluta.

Neto también refuerza esta idea presente en el gobierno del país en aquella época: "Esta creencia siguió existiendo incluso después del desembarco de los estadounidenses en la isla de Okinawa en 1944, y de las bombas incendiarias lanzadas sobre Tokio a principios de marzo de 1945, que mataron a más de 100.000 personas en menos de seis horas".

Según el experto, Hiroshima no fue la única ciudad elegida como objetivo. "Estados Unidos tenía criterios bastante específicos. El primero es que ninguno de los lugares a bombardear podía ser invadido por tierra por los soviéticos hasta el mes de septiembre", indica.

El segundo criterio es que las ciudades debían ser muy grandes, es decir, debían tener un gran diámetro para ver la extensión que podía alcanzar la radiación.

Por último, según Neto, en la elección también influyó el hecho de que las ciudades elegidas eran de gran importancia para Japón, tanto desde el punto de vista estratégico militar como cultural, por lo que el ataque influiría en la rendición del país.

El 6 de agosto de 1945, la ciudad de Hiroshima era la única, entre todas las consideradas para el bombardeo, que presentaba un escenario meteorológico adecuado.

Imágenes antes y después de la bomba nuclear

Las bombas atómicas que pusieron fin a la Segunda Guerra Mundial

Hiroshima tras el lanzamiento de la bomba atómica el 6 de agosto de 1945.










 La primera bomba atómica en Hiroshima.

A las 8.15 de la mañana del 6 de agosto de 1945, la ciudad japonesa de Hiroshima fue devastada por la primera bomba atómica utilizada como arma de guerra. La bomba, apodada 'Little Boy', fue lanzada desde el bombardero B29 de la USAAF 'Enola Gay' y explotó a unos 1.800 pies sobre la ciudad. Entregando el equivalente a alrededor de 12,5 kilotones de TNT, la bomba redujo a cenizas 5 millas cuadradas del centro de la ciudad y causó la muerte de unas 120.000 personas en los primeros cuatro días posteriores a la explosión. 

Muchos fueron vaporizados instantáneamente por la explosión, otros murieron después por los efectos de las quemaduras y la radiación.

bomba atómica "Fat Man"





Tres días después, justo después de las 11 de la mañana del 9 de agosto, una segunda bomba atómica apodada "Fat Man" explotó sobre la ciudad de Nagasaki.

  Aunque era incluso más poderoso que 'Little Boy', la destrucción causada por esta bomba fue menor que en Hiroshima debido a la naturaleza del terreno (el objetivo original había sido la ciudad de Kokura, pero el B29 que transportaba la bomba había sido desviado a Nagasaki debido a la densa capa de nubes).

 Sin embargo, más de 2 millas cuadradas de la ciudad fueron pulverizadas y unas 73.000 personas murieron.

LAS SECUELAS DE LA BOMBA ATÓMICA: NAGASAKI, JAPÓN, 1945

Una vista general de Nagasaki mirando hacia el hipocentro, una milla detrás de Mitsubish Armament and Steel Works, vista al otro lado del río Urakami en el fondo central. En primer plano está el caparazón de la planta de carpintería de Mitsubishi, que resultó ilesa por la explosión, pero fue destruida por el fuego.




 Las dos explosiones atómicas tuvieron los efectos deseados por los aliados. El 10 de agosto, el gobierno japonés indicó su disposición a aceptar la derrota, sujeto a ciertas condiciones. 

El 14 de agosto finalmente aceptó la demanda de rendición incondicional. Al día siguiente se declaró el "Día de la Victoria sobre Japón" o VJ, aunque no fue hasta el 2 de septiembre que se firmó la rendición final japonesa, poniendo así fin formal a la Segunda Guerra Mundial.

1945. Estados Unidos acaba de arrasar Hiroshima y Nagasaki con dos bombas atómicas, causando la muerte de más de 180.000 personas. 

Estos ataques marcaron el fin del Imperio Japonés, que capituló el 2 de septiembre de 1945.

 Pero hay una parte poco conocida de esta historia. El origen de esta nueva arma nuclear no nació en América, sino en Alemania, donde los nazis fueron los primeros en investigar esta tecnología revolucionaria. 

Convencido de que Hitler estaba a punto de fabricar la bomba atómica, Roosevelt puso en marcha una operación sin precedentes para adelantarse a los nazis. 

Así nació el Proyecto Manhattan, la operación secreta más ambiciosa de la historia, con un presupuesto astronómico de 26 mil millones de dólares actuales, y la colaboración de los mejores científicos del planeta. 

 En paralelo a la guerra mundial, se libraba una guerra silenciosa y desesperada entre las potencias aliadas, una carrera contrarreloj cuyo desenlace marcaría el destino del mundo. 

¿Por qué las potencias aliadas consideraron necesario infligir una destrucción sin precedentes a los civiles japoneses para poner fin a la guerra? 

La Conferencia de Potsdam



En la Conferencia de Potsdam (17 de julio - 2 de agosto de 1945) los aliados formularon sus términos para poner fin a la guerra con Japón, que se centraron en la aceptación de la rendición incondicional de ese país, como había sido el caso de la Alemania nazi en mayo. 

Sin embargo, los aliados también eran conscientes de que, si bien el emperador japonés Hirohito deseaba el fin de las hostilidades, y probablemente aceptaría la capitulación incondicional exigida, los "halcones" de los líderes militares y civiles japoneses se oponían totalmente a una condición tan humillante y estaban listos para luchar hasta el final, fuera lo que fuera.
 Emperador japonés
Hirohito

Fue este conocimiento el que informó el contenido de la Declaración de Potsdam, en particular la declaración de que no aceptar la rendición incondicional resultaría en una "destrucción rápida y total" para Japón. 

No fue casualidad que el 16 de julio, el día antes de la apertura de la Conferencia de Potsdam, se detonara la primera bomba nuclear del mundo en el desierto de Nuevo México.

 Demostró un poder destructivo nunca antes visto en un dispositivo hecho por el hombre. En una fracción de segundo, la cara de la guerra cambió por completo.

Hasta ese momento, la derrota de Japón había sido planeada y llevada a cabo con los medios convencionales de fuerzas terrestres, marítimas y aéreas. 

El principal debate a principios de 1945, particularmente dentro del Estado Mayor Conjunto de los Estados Unidos, era si esa derrota se lograría mejor principalmente mediante el bloqueo naval y el bombardeo de la infraestructura, o mediante una invasión de las islas japonesas. 

Esta última estrategia ganó el día, ya que era potencialmente la menos costosa para los Aliados a largo plazo, y se convirtió en la "Operación Caída". Estaba previsto que comenzara en noviembre de 1945 y se predijo que se extendería hasta bien entrada la primavera de 1946. 

Sin embargo, a medida que las evaluaciones de inteligencia de las disposiciones defensivas reales de Japón comenzaron a acumularse, la "Caída" se vio sometida a una presión cada vez mayor. Las estimaciones de las probables bajas aliadas (y especialmente estadounidenses) se dispararon, algunas de millonarias, y los planificadores comenzaron a buscar desesperadamente alternativas. 

La bomba atómica que se probó en Alamogordo en julio parecía ofrecer una bomba muy convincente.

El presidente estadounidense Truman y altos funcionarios del gobierno sabían desde junio de 1945 que era probable que las armas atómicas estuvieran disponibles en un futuro muy cercano. A la luz de la respuesta aparentemente intransigente de Japón a la Declaración de Potsdam y los costos de bajas en espiral previstos de la "Caída", hubo pocas dudas en activar los planes estadounidenses para el uso de "bombas especiales" en Japón.

 Para los principales responsables de la toma de decisiones en ese momento, lanzar una o más bombas atómicas sobre ciudades japonesas parecía el mal menor. Incluso entonces, se necesitaron dos demostraciones de los horrores de la guerra nuclear para convencer a los japoneses de línea dura de que debían aceptar lo que antes era inaceptable.

El costo de la victoria.

Mirando hacia atrás en estos eventos algún tiempo después, el teniente general Leslie R Groves, ex director del 'Proyecto Manhattan' que había desarrollado la primera bomba atómica, comentó:

"Los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki pusieron fin a la Segunda Guerra Mundial. No puede haber duda de eso. Si bien trajeron muerte y destrucción a una escala horrible, evitaron pérdidas aún mayores: estadounidenses, inglesas y japonesas".

Fue una opinión que generó controversia entonces y después en cuanto a la justificación o no del uso de tales armas contra objetivos civiles en gran parte indefensos, a un costo tan terrible. 

Pero los genios nucleares, una vez fuera de la botella, no podían volver a entrar. La amenaza siempre presente de una opción nuclear en los enfrentamientos entre superpotencias de la Guerra Fría definió la política global después de 1945. 

Hiroshima y Nagasaki plantearon el espectro de la Destrucción Mutua Asegurada (MAD) que ha perseguido al mundo hasta nuestros tiempos actuales.

El físico Julius Oppenheimer después de Trinity. El físico estadounidense Julius Robert Oppenheimer es considerado el padre de la bomba atómica.

 Oppenheimer antes, durante y después de las pruebas de la primera bomba atómica en el desierto de Nuevo México. 

Los acontecimientos se sucedieron rápidamente y condujeron a un acto que, incluso hoy, más de 80 años después, sigue siendo objeto de debate.

La compleja mente de Oppenheimer, antes, durante y después de las pruebas de la primera bomba atómica en el desierto de Nuevo México. 

Los acontecimientos se sucedieron rápidamente y condujeron a un acto que, incluso hoy, más de 80 años después, sigue siendo objeto de debate. 

La reflexiva y reveladora visión íntima y poco habitual del mundo interior de Oppenheimer, nos cuenta una historia profundamente personal y arroja luz sobre lo que significa asumir la responsabilidad de construir un arma devastadora. 

Sin embargo, recordemos que los seres humanos albergamos tanto el potencial para la destrucción como para el progreso. 


Concluyendo: El PROYECTO MANHATTAN, que fue el proyecto militar más grande de la historia de Estados Unidos y que dio a luz a la bomba atómica. 
 Las detonaciones provocaron una gran bola de fuego que llegó a 4000 °C de temperatura en un radio de aproximadamente 2 kilómetros, calcinando y destruyendo todo a su paso. También se generó una poderosa onda expansiva que viajó cientos de metros por segundo.

No existen cifras definitivas de cuántas personas murieron a causa de los bombardeos, cálculos conservadores estiman que para diciembre de 1945 unas 110 mil personas habían muerto en ambas ciudades; otros estudios afirman que la cifra total de víctimas, a finales de ese año, fue de más de 210 mil.

Los efectos de la radiación posteriores a las detonaciones de las bombas en ambas ciudades japonesas fueron devastadores para miles de personas. 

Los que sobrevivieron padecieron numerosas enfermedades a lo largo de los próximos años, como cataratas en los ojos, tumores malignos, leucemia o cáncer; entre otros.


Cerca del lugar donde cayó la bomba en la ciudad de Hiroshima, se encuentra hoy la Plaza y el Museo de la Paz; como una forma de recordarle a la humanidad un capítulo de su historia que no se debe repetir




FUENTE: http://National Geographic // Gobierno de México gob.mx  // IWM.org.uk       // Emol   //
EDICIÓN: Erika Rojas Portilla

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