viernes, 11 de octubre de 2024

"LA VEGETARIANA" - Han Kang

'La vegetariana' de Han Kang, una 'Metamorfosis' femenina, sangrienta y desnutrida.

Han Kang “Expone la fragilidad de la vida humana”

El gran éxito internacional de Han Kang llegó con la novela  채식주의자  (2007;  The Vegetarian , 2015). Escrito en tres partes, el libro retrata las violentas consecuencias que se producen cuando su protagonista Yeong-hye se niega a someterse a las normas de ingesta de alimentos.

La vegetariana es una novela fuerte en su contenido y débil, o tal vez delicada, en su forma. No ofrece respuesta y deja más dudas a su camino de las que cabría pensar: desde la ruptura de los esquemas tradicionales sociales a los mínimos derechos humanos, desde la figura de la mujer en la sociedad —si bien mucho de lo que plantea Han Kang es aplicable a cualquier sexo, la autora admite que son las mujeres quienes mejor han comprendido la fortaleza de la protagonista— al concepto de la locura. 

Título: La vegetariana

Autor: Han Kang - Premio Nobel de Literatura 2024

240 páginas. (formato papel)

ANÁLISIS: LA VEGETARIANA – Han Kang

Han Kang, escritora surcoreana. Premio Nobel de Literatura 2024 🥇

 . 

"LA VEGETARIANA" - Han Kang

A Yeonghye, en palabras del cretino de su marido, no tiene, “ningún atractivo en especial ni defecto en particular”. La protagonista de La vegetariana trata con sumisión y diligencia a su esposo le prepara la cena cuando tiene hambre y abre obediente las piernas si llega ebrio a casa y con ganas de cama. No lo hace por estar profundamente enamorada, sino porque piensa -o eso cree él- que es su cometido marital.

Una madrugada, de pronto, el marido la encuentra metiendo todos los manjares de la nevera en bolsas de basura: ternera para hacer shabu shabu, anguilas limpias y troceadas, calamares y empanadillas, todo. A partir de este momento, la creencia de Yeonghye se convierte en una afrenta feroz y en ocasiones sangrienta para sus familiares. Su decisión de no comer carne despierta unos instintos tan feroces entre los hombres que la rodean, que terminan convirtiendo la preocupación por su bienestar en puro ataque físico.

Es ahí cuando nos damos cuenta de que la metamorfosis de Yeonghye no responde a preferencias vegetales o a instintos suicidas. La vegetariana no es un cambio en la dieta nutricional. La vegetariana es una mujer que se ha desligado de todo lo que implica el animal humano, su violencia, su canibalismo y su intolerancia, hasta convertirse en un ser enteramente vegetal.

La personalidad de la protagonista. Yeonghye ha sido catalogada como antiheroína por sus rarezas entre casi todos los críticos literarios.

Obstinada en su decisión de no comer carne y, más tarde, en la de no probar bocado en absoluto, la joven protagonista ha visto reducida su lucha a un trastorno alimenticio y a un problema psiquiátrico.

“Lo interesante es que muchos la ven muy débil, pero es una mujer fuerte y valiente”

¿Qué conduce a la protagonista a tan drástica decisión?

Los sueños, dice Yeonghye ante el escrutinio de una sociedad que todavía mira con condescendencia a los que no comen carne. Cada noche es una pesadilla donde desfilan cadáveres, ríos de sangre, barbacoas y seres que le atraviesan los intestinos a dentelladas.

"Me llenó la nariz el olor a perro que las semillas de perilla no lograban tapar. Recuerdo sus ojos reflejándose en la sopa, los ojos con los que me miraba cuando vomitaba sangre con espuma".

La complicada protagonista. “Ella necesitaba, ya que no tiene voz, mostrar qué era eso tan doloroso que le llevó a tomar una decisión tan drástica”, confiesa. Las pesadillas son una mirada brutal en primera persona hacia la carne, pero también a sus instintos asesinos y el deseo de soledad.

"Durante la vigilia, me entran ganas de matar a las palomas que caminan delante de mí, tengo ganas de retorcerle el cuello al gato del vecino. Si pudiera dormir...si pudiera dejar de estar consciente, aunque sea una hora".

Estar dormida implica luchar contra su siniestro subconsciente, pero abrir los ojos le enfrenta a un combate más agotador con la sociedad. Las mujeres miran con pena su cuerpo escuálido, cada vez más desnutrido, pero los hombres deciden actuar directamente con su físico. Ya sea para forzarla a comer a bofetadas o para reducirla a un objeto etéreo y sexual.

“La intención no era hacer un catálogo de las violencias que hay en la sociedad. Me enfoqué en la sensibilidad de la protagonista y todo lo que a ella le aberraba en el ser humano, como esos encuentros sexuales forzados”, explica Han Kang.

La escritora se refiere a dos momentos en los que trata un tabú poco frecuente en la literatura: la violación dentro del matrimonio.

La primera muestra al marido borracho forzando a una inerte Yeonghye y, el segundo, a su cuñado violando a su hermana, bañada en lágrimas, porque no puede contener el deseo hacia otra mujer.

Concluyendo: La vegetariana: Literatura oriental, hábitos alimentarios y soledad.

En La vegetariana, Han Kang lleva esta incomodidad a un lugar extremo, capaz de revolver el estómago del lector más duro y, sin embargo, lo hace de una forma melodiosa, dulce, característica de esa literatura oriental que a veces, más que narrar, deja que la acción discurra como mancha de aceite que se desliza sobre el agua. 

La novela narra la historia de Yeonghye, una mujer anodina, que siempre se ha ajustado a su papel de mujer sumisa y atenta para con su marido —cruel nos resulta el modo en que él habla de ella, casi despectivamente, como si se tratara de poco más que un mueble del salón— quien, un día, decide dejar de comer carne, algo que desde su entorno es percibido como una ofensa a las tradiciones.

Así, con una premisa tan fácil de narrar, comienza una historia que, a diferencia de lo que cabe deducir por el título, no trata de la diatriba sobre si comer carne o no es adecuado o moral, sino que se extiende mucho más allá: Yeonghye ha decidido dejar de comportarse como un animal para llegar a su objetivo que es asimilarse a una planta, dejar de dañar a quienes están a su alrededor, pues llega un momento en que tampoco soporta comer vegetales, arrancar una vida, sea la que sea.

La vegetariana es, sobre todo, una novela sobre la lucha de una mujer que quiere romper con lo que se ha establecido a su alrededor sin contar con su opinión. Es, además, una historia de contrastes con una protagonista que gana a cada página en fuerza mental mientras que su cuerpo se descompone por falta de nutrientes, que pelea de forma pasiva sin querer imponer su opinión a los demás, pero sin entender por qué no le dan a ella el mismo derecho.

La novela está estructura en tres partes, ninguna de ellas narrada desde la perspectiva de Yeonghye, que sólo toma la palabra a través de los sueños extraños, sangrientos, que le llevan a tomar su decisión. 

Tres narradores la describen y, más allá de fijarse en su mente, en su comportamiento, en la esencia que hace de un humano lo que es, las tres visiones se recrean en su cuerpo, en su físico. Y es que el cuerpo tiene una enorme presencia en la novela, y no siempre de la forma más agradable. 

Una de las habilidades de Kang es lograr transmitir sin llamar a las cosas por su nombre, con una delicadeza que choca con lo salvaje de la narración: desde una escena de sexo que difícilmente podríamos decir que es consentido, a los ingresos en hospital y psiquiátrico: purgas, vómitos, violencia física hacen mella sobre el cuerpo de la protagonista que se ve forzada de todas las formas inimaginables y acaba construyendo una coraza en el único lugar que no es alcanzable por los demás: su mente

Tal vez una de las razones del éxito de la novela sea el desconocimiento general que tenemos de la cultura oriental y de su literatura. Nos encontramos con un sentimiento de contraste, de incomodidad que choca con nuestra mentalidad occidental.

 


FUENTE: El Diario   // Relatos en Construcción  //

EDICIÓN: Erika Rojas Portilla

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

TU COMENTARIO O SUGERENCIA NOS HARÁ CRECER

Translate