CORAZONES NORTINOS tengo una buena práctica que al final de cada reunión, al día siguiente trato de comunicarme con cada uno de los asistentes, para discutir la eficiencia y eficacia de la reunión.
Y en base a las respuestas, me respondo: ¿Qué funcionó bien? ¿Aprovechamos bien el tiempo? ¿Se reunió a todos los asistentes correctos? ¿Qué podríamos hacer mejor la próxima vez?
De esta Junta encontré una falencia: La persona dueña de la casa, ha facilitado su casa, pero, se llevó todo el trabajo. Siendo la anfitriona, no pudo disfrutar, ni compartir.
Solución: Normas básicas de convivencia.
1. Asignar tareas previas
Realizando una asignación de tareas previas a la reunión, todos y todas deben participar en los quehaceres. Porque es una "junta de amigos". No es un restaurante.
2. Adoptar una mentalidad de “todos cooperan”
Lo correcto es que el/la dueña de casa también pueda participar de las conversaciones, y otros estén ayudando.
3. Colaborar en el aseo al término de la reunión.
Es muy importante involucrar a todos los participantes en una reunión y que su grado de compromiso sea mayor. Debemos lograr que, facilitar el inmueble sea un agrado.
6. Empezar y acabar con puntualidad
Es muy importante respetar siempre el tiempo marcado para la celebración de la reunión. Esto facilita la planificación y la realización de las actividades.
Esto hará que la propia reunión sea más rica y probablemente más eficiente.
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