Oficialmente la República
Oriental del Uruguay,
es un país de América del Sur, situado en la parte oriental
del Cono Sur americano.
Limita
al noreste con Brasil — estado de Río Grande del
Sur —, al oeste con Argentina — provincias de Entre
Ríos y Corrientes— y tiene costas en el océano
Atlántico al sureste y sobre el Río de la Plata hacia
el sur.
Abarca
176 000 km², siendo el segundo país más pequeño de
Sudamérica en cuanto a territorio, después de Surinam.
Según
los datos del INE, censo de 2011, la población de Uruguay es de
3,29 millones de habitantes, estando en la décima posición
entre los países de América del Sur.
Es
una república presidencialista subdividida
en 19 departamentos y
89 municipios.
La capital y ciudad más poblada del país es Montevideo,
con 1,3 millones de habitantes,y
cuya área
metropolitana alcanza
los 1,7 millones, lo que representa el 53% del total nacional.
Es
miembro de las Naciones
Unidas,
del Mercosur,
de la OEA,
de la UNASUR y
del G77,
entre otros organismos internacionales.
El
actual territorio uruguayo fue conocido en un principio como Banda
Oriental —que
también incluía parte del actual estado brasileño de Río
Grande del
Sur—.
Tal denominación proviene de su ubicación geográfica, pues se
ubica al este —u oriente—
del río
Uruguay y
al norte del Río
de la Plata,
siendo la tierra más oriental del Virreinato
del Río de la Plata.
El 28
de agosto de 1828 se
firmó la Convención
Preliminar de Paz,
en la que se estableció la creación de un estado independiente,
aunque sin denominación oficial.
La
primera denominación
de la actual República Oriental del Uruguay fue «Estado
Oriental del Uruguay».
Dicha denominación fue dada al país por la
primera Constitución promulgada
el 28
de junio de 1830 y
jurada por el pueblo el 18
de julio del
mismo año.
Tiene
un clima
templado con
variaciones de temperatura causadas por los regímenes de los vientos
y según las estaciones.
Las lluvias,
muy abundantes, se reparten uniformemente a lo largo de todo el año.
Los
principales recursos económicos
son la agricultura y
la ganadería.
Los recursos minerales y energéticos son escasos, y las principales
industrias son las del papel y el cartón, el cemento y las
refinerías de petróleo.
Según
las Naciones
Unidas,
es el país de Latinoamérica con
el nivel de alfabetización más alto.
Según
un estudio de la
organización Transparencia Internacional, es el segundo país de
Latinoamérica (después
de Chile)
con menor Índice
de Percepción de Corrupción.
Según
el Programa
de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD),
desde el año 1980 es el tercer país de Latinoamérica (después de
Argentina y de Chile) con mayor Índice
de Desarrollo Humano (IDH)
y el 48º en el mundo.
También
es el país latinoamericano (junto con Costa Rica) con la
distribución de ingresos más equitativa, pues tanto la población
más
rica como la más pobre representan sólo un 10% de la sociedad,
respectivamente.
También
es el cuarto país de Latinoamérica (después de Cuba, Costa
Rica y Chile)
con la esperanza
de vida más
alta.
En
el 2014 era el país de Latinoamérica con el PIB
(PPA) per cápita más
alto.
La
pobreza medido en % de personas pobres alcanza en 2014 el 9,7% .
El
promedio de ingreso mensual por habitante, a enero de 2015, en
Montevideo, es en los hogares: 54.989 $ (2263 U$S), y por persona:
20.364 $ (838 U$S) En el resto del país, hogares: 47.211 $ (1943
U$S), personas: 14.386 $ (592 U$S)-No incluye ingreso por aquinaldo y
valor locativo .
Un
informe de la revista Reader's
Digest lo
sitúa dentro de los diez países más verdes del mundo, ocupando la
novena posición de una lista que encabezan estados
como Finlandia, Islandia y Noruega.
La
Corporación Latinobarómetro,
en un estudio realizado en 2008,
lo sitúa como el país más pacífico de América Latina.
Además,
según la revista estadounidense International
Living es
el mejor de Iberoamérica para vivir.
Según
esta misma publicación, se encuentra entre los veinte países más
seguros del mundo
y
también, de acuerdo a la publicación británica The
Economist,
entre los veinte más democráticos.
¿Qué
características tiene el clima en Uruguay?
El clima en Uruguay es templado y húmedo (promedio 17 °C), con veranos cálidos y precipitaciones más o menos homogéneas durante todo el año.
Por
su latitud, entre 30ºS y 35ºS, las cuatro estaciones están
claramente diferenciadas. Sin embargo existe una diferencia clara
entre el norte y el sur del territorio.
La
zona situada en el extremo noroeste del país (Artigas, Salto,
Rivera) es considerablemente más cálida con una media de entre
18-19 °C y un promedio de precipitaciones de unos 1400 mm anuales
(las zona del extremo norte tiene un comportamiento típico
"subtropical templado"). El Sur y Este (Montevideo,
Maldonado, Rocha, Lavalleja) en cambio son más frescos con una media
de alrededor de 16 °C y 1000 mm anuales (estas zonas tienen
características más semejantes a las "templadas marítimas").
¿En
qué idioma hablan los uruguayos?
El idioma hablado en Uruguay es el español, además en algunas regiones fronterizas se habla el portuñol riverense.
¿Cuál
es la religión predominante?
El
Estado uruguayo es laico, con absoluta libertad de cultos. La
separación Iglesia-Estado fue establecida en la Constitución de
1919.
La
religión mayoritaria es el catolicismo, con un 47,1% de adeptos,
aunque parte de este porcentaje no son practicantes.
Otras
religiones practicadas en Uruguay son la protestante, la hebrea o los
sincretismos entre el catolicismo y religiones que cuentan con
lugares donde practicar sus respectivos cultos.
¿Fiestas
tradicionales?
Canto,
payadas, jineteadas, fogones y destrezas camperas son protagonistas
en cientos de fiestas tradicionales durante todo el año.
COSTUMBRES:
1 Tomar un mate
El
mate es una infusión cuyo consumo es heredado de los indios
guaraníes.
No
sólo en Uruguay se toma mate aunque sea el país que
proporcionalmente más lo hace. También Paraguay, Argentina, el sur
de Brasil y en algunos lugares de Chile y Bolivia.
El
mate proviene de una voz quechua “Mati “–calabaza- que es el
recipiente donde se vuelca la yerba cuyo nombre científico es es
Illex paraguayensi.
La
yerba es estimulante debido al componente de “mateina”. Al mismo
tiempo, el alto consumo de agua supone una acción depuradora, y su
acción antioxidante es beneficiosa para el organismo.
Dentro
de la yerba se coloca una bombilla a través de la cual se sorbe la
infusión. El mate es portador de los más característicos
simbolismos sociales de esta sociedad, alrededor de él se tejen las
complicidades, las confesiones, la amistad, y el sentido de iguales
entre quienes lo comparten.
El
antropólogo Daniel Vidart sostiene que "el mate es una
tradición que vence las costumbres aislacionistas del criollo y
empareja las clases sociales... y a través de los tiempos, es el
mate quien hizo la rueda de amigos, y no la rueda quien trajo al
mate". En el mundo, los uruguayos son reconocidos fácilmente
porque donde vayan, llevan abajo del brazo el termo con agua
caliente y en la mano el popular mate.
2 Ir al tablado en carnaval
Antes,
en los barrios, se hacían los tablados en las calles –sobre todo
de Montevideo- una vez que llegaba carnaval. Era una tradición que
los vecinos se ubicaran llevando las sillas de su casa a mira los
distintos espectáculos que podían dar las murgas, los parodistas,
los humoristas o las comparsas. Hoy esos espectáculos barriales se
han llevado a grandes espacios abiertos y han tomado un carácter más
profesional que es acompañado por un gran marco de público.
Ir
a comer un asado
El
asado no sólo cumple una función alimentaria sino que además
cumple una función gregaria. “Juntarnos a comer un asadito”
es una propuesta de reencuentro, de amistad , de vamos a pasar un
rato agradable. Es muy común en Uruguay que cada casa tenga su
parrillero e incluso los edificios son concebidos con áreas comunes
que lo incluyen.
La
carne, fuente proteica básica de los uruguayos y la principal fuente
de divisas de nuestro país.
Jugar al fútbol
EL
fútbol es el deporte más popular del Uruguay.
Dos
campeonatos mundiales y dos campeonatos olímpicos de su
selección más algunos logros continentales y mundiales de sus
equipos, hicieron que el fútbol se viva con una inusitada
intensidad en nuestro país.
Pero
el uruguayo, siendo público e hincha de fútbol, sobre todo es
jugador de fútbol. Todos los niños han pasado por equipos
infantiles y cada lugar, cada rincón descampado es un espacio para
“jugar a la pelota”. Es más, Uruguay es el único país en el
mundo que tiene un señalética urbana que indica a los vehículos
que circulen con cuidado porque pueden haber niños jugando al fútbol
en la calle.
Acampar en Semana de Turismo
Desde
que el estado y la iglesia se separaron, la Semana Santa ha adquirido
al menos dos nombres más: Semana de Turismo y Semana Ccriolla.
La
Semana de Turismo se
corresponde con una tradición de camping que alterna pesca y
muchas veces caza debidamente controlada con vacaciones en el
interior del país, sobre todo en las termas del litoral uruguayo.
Esta
tradición convoca a todas las edades. Al mismo tiempo la
semana criolla, da el
nombre a las actividades y entretenimientos tradicionalmente
vinculados al campo que se llevan a la ciudad. La doma de potros es
el espectáculo por excelencia acompañado de festivales de folklore.
Más allá de las muchas actividades que se realizan en todo el país,
una de sus mayores expresiones se da en el barrio Montevideano del
Prado, en el predio de la Asociación Rural.
Comer tortas fritas cuando llueve
Vaya
a saber porqué se vincula la lluvia a la torta frita. Es probable
que, en la tradición del campo la imposibilidad de realizar la
tareas al aire libre los día de lluvia, los llevara hacia la cocina
y una vez allí hacia lo más simple: mezclar harina, grasa, agua
tibia y sal. Amasar y freír.
HISTORIA
DE URUGUAY
Las raíces del país
Las
raíces de la historia de Uruguay comenzaron a ser construidas por su
población nativa conocida como charrúas. Los charrúas fueron la
población original de Uruguay y fueron las personas que le dieron
vida a las primeras características del país, dándole forma a su
personalidad futura y estando, de alguna forma, siempre presentes en
la cultura Uruguaya.
Los
amerindios charrúas fueron los primeros pueblos en habitar el actual
Uruguay.
La
llegada de los europeos data de 1516, cuando el territorio fue
descubierto por el explorador español Juan Díaz de Solís,
quien navegó en el río de La Plata. Sin embargo, las tentativas de
colonización europea fueron desalentadas largo tiempo por los
charrúas.
EL URUGUAY INDIGENA Y ESPAÑOL
El
Uruguay anterior a su descubrimiento por los españoles en 1516,
estaba poblado por unos pocos millares de indígenas a los que el
conquistador europeo llamó charrúas, minuanes, bohanes, guenoas,
yaros, chanaes y guaraníes; pueblos que también se extendían por
los vecinos Argentina y Brasil.
La
macro etnia charrúa, mayoritaria, tenía el nivel cultural de los
cazadores superiores; los chanaes practicaban también una
agricultura incipiente; los enclaves guaraníes conocían formas algo
más avanzadas de la agricultura. Pero todos ellos eran
fundamentalmente cazadores, canoeros y pescadores. Algunos escasos
restos arqueológicos testimonian la práctica de cerámica decorada
así como el tallado de la piedra.
La
llegada de los europeos y del ganado vacuno y caballar que estos
abandonaron a comienzos del siglo XVII en territorio uruguayo,
modificaron el hábitat, la demografía y las costumbres de esos
indígenas. Convertidos en diestros jinetes cazadores de vacas,
terminaron diezmados por la viruela y la persecución del hombre
blanco por cuanto su cultura los torno hostiles a las formas de
trabajo que trajo el conquistador español.
Entre 1680 y 1683, disputando la posesión española de la región, los colonos portugueses establecieron varias colonias a orillas del río de La Plata, entre ellas la de Sacramento.
Los
españoles continuaron sin embargo su progresión y fundaron la
ciudad de Montevideo, en 1726, antes de establecerse sobre la Banda
oriental, al este del río Uruguay.
Las
rivalidades hispano-portuguesas continuaron en el curso del siglo
XVIII, para acabarse en 1777, con el establecimiento de la autoridad
española en toda la región, dependiente del virreinato de Buenos
Aires.
Sin
embargo, en 1810 y 1811, bajo la conducción del general José
Gervasio Artigas, revolucionarios uruguayos se unieron a patriotas de
Buenos Aires, en revuelta contra España.
Las
autoridades españolas fueron entonces expulsadas de Montevideo, en
1814, y un gobierno nacional fue constituido en 1815.
Pero
los portugueses de Brasil aprovecharon de la situación y decidieron
invadir el territorio. La conquista portuguesa se acabó en 1821, con
la anexión de la región bajo el nombre de Provincia Cisplatina.
No obstante, esta dominación no fue aceptada por todos y un grupo de insurgentes, llamados los Treinta y Tres Inmortales comandados por Juan Antonio Lavalleja, reivindicaron nuevamente la independencia de su país en 1825; ayudados por Argentina, combatieron con éxito a los brasileños en una guerra que duró dos años. La independencia de Uruguay fue finalmente reconocida en 1828.
La República Oriental (Uruguay) fue instaurada y una nueva Constitución fue proclamada en 1830. Pero la independencia del país fue rápidamente seguida de tensiones que terminaron en una guerra civil.
Esta
se cristalizó alrededor de partidarios del presidente Manuel Oribe y
del primer presidente del país, Fructuoso Rivera; los primeros,
conservadores, eran llamados "blancos", y los segundos,
liberales, "colorados", en razón del color de sus
respectivas banderas.
La
tradición historiográfica afirma ser el año 1831 aquel en que
desaparecieron los charrúas como entidad demográfica de cierto
peso, cuando fueron aniquilados por las tropas del primer gobierno
republicano del Uruguay independiente, esa destrucción no impidió
que la sangre indígena penetrara en capas de cierta importancia de
la población campesina del país, en particular guaraní proveniente
del territorio que ocuparon las Misiones Jesuíticas.
De
cualquier modo, el llamado "exterminio de los indígenas en
Salsipuedes" (1831) fundó el mito del Uruguay europeo y blanco
que las clases dirigentes del país siempre alimentaron, tanto más
cuanto la inmigración transcontinental fue, en efecto, la bases del
crecimiento demográfico uruguayo.
La
Banda Oriental, designación que los españoles dieron al territorio
uruguayo, fue una región de colonización tardía, contemporánea
sobre todo de la España de los Borbones en el siglo XVIII.
Se
pobló por tres motivos fundamentales: la calidad de su pradera
natural combinada con la multiplicación del ganado abandonado por
los españoles en sus llanuras; las ventajas de Montevideo como
único puerto natural del Río de la Plata; y la condición de
territorio fronterizo en permanente disputa entre las coronas de
España y Portugal.
Las
ciudades y villas tuvieron a menudo su origen en la lucha
hispano-portuguesa, por ejemplo el primer establecimiento europeo
importante, la Colonia del Sacramento portuguesa en 1680, o
el Montevideo español fundado entre 1724 y 1750.
El
carácter de frontera móvil del territorio influyó también en su
economía - facilitando el contrabando y la burla del monopolio
comercial español - y en la sociedad, ambientando en sus pobladores
la actividad ecuestre y el oficio de las armas.
La
pradera natural y el ganado vacuno y caballar sin dueño ganaron la
estancia - predio dedicado a la ganadería y productor de vacunos - y
el estanciero, la figura dominante del medio rural.
Hacia
1700-1800 aparecieron los saladeros que convertían a parte de la
carne vacuna de esas estancias en tasajo. Este era carne salada, dura
y magra, por lo que la consumían al comienzo sólo los esclavos de
Cuba y Brasil.
Los
saladeros eran una mezcla de estancia e industria asentada en
Montevideo. Aunque en 1832 incorporaron la máquina de vapor para
producir grasas, la elaboración del tasajo sólo requería la
habilidad manual del gaucho enlazador del ganado casi salvaje y la
diestra artesania de los peones - hasta 1830 casi todos esclavos
negros - cortadores de carne en finas lonjas que luego se salaban y
apilaban durante dos o tres días.
Luego
se practicaba el secado de la carne salada tendiéndola al sol. Esta
industria eran en suma una manufactura.
Por
el puerto de Montevideo se comerciaba legalmente con España y Buenos
Aires (desde 1779), e ilegalmente con el Brasil portugués y las
naves europeas que arribaban "forzosamente" a sus playas.
Esa
actividad generó una renta suficiente para mantener tanto a la
burocracia española que gobernaba la Banda Oriental, como a los
ricos comerciantes que integraban el cuerpo municipal llamado
Cabildo, única e imperfecta escuela de gobierno propio a la que
"criollos" tenían acceso.
La
Banda Oriental formaba parte del Virreinato de Buenos Aires desde su
creación en 1776 y una importante zona adyacente lo integraba como
Gobernación.
La
población - 30.000 habitantes hacia 1800, una tercera parte en
Montevideo - estaba dividida tal vez con más claridad en regiones y
en razas que en clases.
Montevideo
era sede del poder español y de la sociedad jerarquizada en razas y
clases.
Comerciantes,
prestamistas, estancieros ausentistas y altos funcionarios, formaban
una clase alta que todavía olía a los orígenes humildes de sus
antepasados canarios, vascos y catalanes.
Pequeños
tenderos, pulperos, militares y funcionarios de baja graduación, y
artesanos, integraban un esbozo de clase media. Debajo de todos, el
tercio de la población era negra y esclava.
El
Interior, el medio rural, era el mundo donde todas las distinciones
sociales, que existían tendían a desdibujarse o a amalgamarse con
otros rasgos de la economía y de la cultura hasta hacerse muy
singulares.
Los
estancieros latifundistas habían expulsado a anteriores ganaderos
más pobres y menos influyentes ante las autoridades españolas. La
mayoría de los grandes estancieros no poseían su tierra con títulos
de propiedad perfectos.
Muchos
sólo habían iniciado el trámite para adquirirla en Buenos Aires y
lo habían abandonado, cansados por las demoras de la burocracia
borbónica, así como disgustados por su costo que siempre superaba
al precio de la tierra.
Otros
habían pagado tierras a la corona española dentro de determinados
límites. Esas estancias, una vez medidas, resultaban tener una
superficie mucho mayor que la abonada. Todos estos hechos tornaron a
los estancieros dependientes de las resoluciones del Estado español
primero y republicano después.
En
ese Interior abundaba la población errante, a veces mestiza. La vida
era fácil y el alimento casi único y esencial, la carne era
gratuito.
Este
hecho se explica porque la producción era infinitamente superior a
una demanda reducida al escaso mercado interno y a los limitados
mercados externos cubano y brasileño.
La
Banda Oriental, con tal vez 6 millones de vacunos y medio millón de
yeguarizos, poseía el mayor número de cabezas vacunas y equinas por
habitante en el mundo.
El
"proletariado" rural - el gaucho- era ecuestre (hasta los
mendigos andaban a caballo en Montevideo), y tenían el alimento
siempre asegurado. Preguntado uno de los líderes de la Revolución
de 1811 acerca de sus medios de vida respondió que "cuando
necesitaba una camisa se conchavaba" (empleaba), y si no,
"paseaba". Para estos campesinos, el trabajo era una
opción, no una necesidad. Los latifundistas observaban con fastidio
a una mano de obra independiente, que sólo trabajaba cuando el
Estado perseguía de tarde en tarde a los "vagos".
Existían
tensiones. La autoridad española impedía a los estancieros la libre
venta de sus cueros a los comerciantes ingleses y portugueses, y
demasiado a menudo los amenazaba con cobrarles las tierras que
detentaban. Así lo hizo, por ejemplo en agosto de 1810, meses antes
del estallido de la Revolución por la Independencia en febrero de
1811.
A
comerciantes y ganaderos molestaba la sujeción a las autoridades
políticas, judiciales y mercantiles (Virrey, Real Audiencia y
Tribunal del Consulado), residentes en la vecina, competidora y
envidiada ciudad de Buenos Aires.
Los
gauchos e indios odiaban todas las medidas que provenían del Cabildo
de Montevideo o de su Gobernador en procura de la contención del
contrabando, la persecución de los "vagos", o la expulsión
de los pequeños terratenientes de las grandes estancias.
Este
último punto había generado resentimientos fuertes. Los pioneros
ocupaban los campos, sujetaban a rodeo el ganado abandonado y bravío,
construían ranchos y corrales, combatían las incursiones de
portugueses y la indiada sobre sus tierras. Y cuando la región se
tornaba habitable, aparecía el favorito de Gobernadores y Virreyes,
o el rico comerciante bonaerense o montevideano que había comprado
esas tierras y lograba una orden de expulsión de los pioneros.
Todo
el Uruguay se había colonizado así en cuatro o cinco oleadas
sucesivas de pioneros que luego habían sido declarados "intrusos"
por la autoridad colonial.
Todos
estos resentimientos internos y externos (contra España y Buenos
Aires), estallaron en 1811, cuando se aflojaron los lazos del control
colonial ante la invasión francesa a la metropoli.
Próximo
en la historia de Uruguay y siguiendo algunos de sus datos mas
relevantes, a comienzos del siglo 16, fuerzas españolas y
portuguesas comenzaron a pelear por las tierras uruguayas y
mantuvieron a Uruguay bajo sus dominios por mas de dos siglos.
De
esta forma, algunos de los puntos, construcciones y aún ciudades
históricas principales del país fueron fundadas por portugueses o
españoles.
Un
ejemplo de esto es la ciudad histórica de Colonia del Sacramento, la
cual fue fundada por fuerzas portuguesas en el siglo 19 y la cual es,
actualmente, una de las atracciones principales de Uruguay.
La independencia
Un
momento muy importante en la historia de Uruguay ocurrió el 25 de
Agosto de 1825. En dicha fecha, y tras haber finalmente logrado tener
éxito en las luchas contra las fuerzas españolas y portuguesas que
habían tomado al país, Uruguay se convirtió en una República
independiente. Luego, el 18 de Julio de 1830, un nuevo paso en la
historia del país fue dado y la primer Constitución uruguaya fue
creada y establecida.
La
"gran guerra" entre los dos partidos estalló en 1839 y se
prolongó hasta 1851. Seguido a este conglicto interno, Uruguay,
aliado a Brasil y Argentina, participaba en una guerra contra
Paraguay, a partir de 1865 y hasta 1870.
De 1865 a 1958, fueron los liberales que conservaron el poder en Uruguay. Uno de sus dirigentes, José Batlle y Ordóñez, marcó la historia del país.
De 1865 a 1958, fueron los liberales que conservaron el poder en Uruguay. Uno de sus dirigentes, José Batlle y Ordóñez, marcó la historia del país.
El último siglo en la Historia de Uruguay
Durante
el último siglo, la historia de Uruguay a atravesado
varias transiciones y eventos importantes. Durante comienzos del
siglo 20, Uruguay fue próspero y vivió lo que es conocido como un
Estado de Bienestar, el cual duró hasta los 1950's, momento en que
el país comenzó a perder parte de dicha prosperidad.
En
1973, el gobierno de Uruguay fue tomado por fuerzas militares y el
país entró en una dictadura militar muy dura que continuó por 12
años y en la cual la población vivió bajo constante terror y
opresión. En 1985, y una vez que la dictadura militar finalmente
terminó, los derechos civiles fueron restablecidos y el país
comenzó nuevamente a normalizarse, dándole fin a tan angustiante
momento en la historia de este país.
Durante
2001 y 2002, Uruguay pasó por otro angustiante momento en el cual el
país tuvo que sufrir la peor crisis económica de su historia por la
que muchas personas se convirtieron en desempleados, negocios
cerraron y la población en general pasó por los momentos más duros
en la historia del país. A partir de 2004, la historia de Uruguay
comenzó a cambiar nuevamente de forma gradual y parece estar
lentamente saliendo de la profunda crisis económica que la ha
afectado.
Durante
su presidencia, entre 1903 y 1915, instauró un régimen democrático
colegiado y fueron puestas en marcha reformas tendientes a promover
el progreso económico y social del país.
Uruguay
se volvió pronto conocida como una de las naciones más progresistas
de América del Sur.
Los
años '50 vieron la victoria de Andrés Martínez Trueba, del Partido
Colorado.
En
1952, una enmienda constitucional abolió el cargo de presidente y
transfirió el poder ejecutivo al Consejo Nacional, un gobierno
colegiado de nueve miembros.
En 1958, después de 93 años de gobierno colorado, el Partido blanco ganó las elecciones con una aplastante mayoría. El nuevo gobierno impulsa reformas económicas; sin embargo, debió hacer frente a la agitación popular y a problemas sociales.
Los blancos permanecieron en el poder hasta 1966.
En 1958, después de 93 años de gobierno colorado, el Partido blanco ganó las elecciones con una aplastante mayoría. El nuevo gobierno impulsa reformas económicas; sin embargo, debió hacer frente a la agitación popular y a problemas sociales.
Los blancos permanecieron en el poder hasta 1966.
Este
año, los dos partidos se pusieron de acuerdo para sostener una
medida tendiente a restablecer el sistema presidencial, la cual fue
aprobada por referendum, en noviembre.
Esta
nueva constitución entró en vigor en febrero de 1967. Al mismo
tiempo, las elecciones generales fueron ganadas por los colorados y
el general Oscar Daniel Gestido fue elegido presidente.
A
la muerte de Gestido, el vicepresidente Jorge Pacheco Areco le
sucedió y emprendió una política anti-inflacionista.
Pero
la situación económica permanecía crítica; provocó una gran
agitación y una organización de guerrilleros llamados los
"Tupamaros" intensificó sus ofensivas, en vistas de
derrocar el gobierno.
En la elección del 28 de noviembre de 1971, el candidato colorado, Juan María Bordaberry, ganó la presidencia.
En la elección del 28 de noviembre de 1971, el candidato colorado, Juan María Bordaberry, ganó la presidencia.
Sin
embargo, el país era presa de una escalada de violencia, que culminó
en abril de 1972, con enfrentamientos entre los Tupamaros y el
ejército.
El
Congreso declaró entonces el estado de sitio y suspendió las
garantías constitucionales. Además, a lo largo de todo el año, las
huelgas se multiplicaron, en reacción a la política económica y
social rigurosa llevada por el gobierno. La inflación aumentó y la
moneda fue devaluada varias veces.
Bordaberry fue destituido en junio de 1976.
Bordaberry fue destituido en junio de 1976.
Aparicio
Méndez fue entonces elegido para la presidencia por un nuevo Consejo
de la Nación, compuesto por 25 civiles y 21 oficiales militares.
Las
primeras decisiones gubernamentales se orientaron hacia un
endurecimiento del poder: privación de derechos políticos y
encarcelamientos arbitrarios; las violaciones a los derechos humanos
por el ejército fueron endémicas.
Además,
el poder militar intentó instituir una nueva constitución, sometida
a un referendum en noviembre de 1980, pero fue rechazada.
El
1 de septiembre de 1981, el general Gregorio Álvarez fue instalado
en la presidencia de la República, pero chocó con la difícil
situación interior.
Progresivamente, los diversos partidos políticos fueron legalizados y se desarrolló una nueva elección presidencial.
Progresivamente, los diversos partidos políticos fueron legalizados y se desarrolló una nueva elección presidencial.
Ella
resultó en la victoria de Julio María Sanguinetti, miembro del
Partido colorado, quien entró en funciones el 1 de marzo de 1985.
Una
ley de amnistía, cubriendo todos los miembros del ejército acusados
de violaciones a los derechos humanos entre 1973 y 1985, fue votada
en diciembre de 1986 y confirmada por referendum, en abril de 1989.
En
noviembre del mismo año, Luis Alberto Lacalle del Partido Nacional
(o Partido Blanco) fue elegido presidente.
La elección de noviembre de 1994 vio de nuevo la victoria de Julio María Sanguinetti, del Partido colorado. Este se lanzó a una reforma del Estado e intentó volver al país competitivo, en particular frente a sus socios del Mercosur, al cual Uruguay había adherido en el mes de marzo de 1991.
La elección de noviembre de 1994 vio de nuevo la victoria de Julio María Sanguinetti, del Partido colorado. Este se lanzó a una reforma del Estado e intentó volver al país competitivo, en particular frente a sus socios del Mercosur, al cual Uruguay había adherido en el mes de marzo de 1991.
Cómo llegar a Uruguay
Uruguay
se ubica en la zona
sureste de América del Sur,
limitando con Argentina al oeste y con Brasil al este. El país está
bien comunicado con sus países vecinos por vía terrestre, aérea y
fluvial, por lo que resulta sencillo llegar desde cualquier parte del
mundo, sea de forma directa o con conexiones regionales.
Llegar a Uruguay en avión
La
principal vía para llegar a Uruguay desde países fuera de la región
es por aire. El principal puerto aéreo internacional del país es
el Aeropuerto
de Carrasco,
situado en las afueras de la ciudad de Montevideo, a 20 kilómetros
del centro (Ruta 101 km 19,950, teléfono +598 2604 0329).
El
nuevo aeropuerto fue inaugurado en 2009 y es considerado uno de los
más modernos y atractivos del mundo.
En
el Aeropuerto de Carrasco operan
aerolíneas con vuelos nacionales y vuelos directos a destinos de
América y Europa.
Con el cierre de Pluna (la línea aérea nacional) en 2012, algunos
destinos quedaron sin cobertura y desde varios lugares es necesario
realizar escalas con los aeropuertos de Buenos Aires o San Pablo.
Además
de estos destinos, hay vuelos directos con Córdoba, Rosario, Rio de
Janeiro, Brasilia, Curitiba, Campinas, Porto Alegre, Foz de Iguazú,
Florianópolis, Santiago de Chile, Asunción, Lima, Panamá, Miami y
Madrid. Los vuelos locales conectan Montevideo con Punta del Este y
Salto.
Desde
el Aeropuerto de Carrasco se tiene fácil acceso al centro Montevideo
y los destinos de la costa este, con buses directos hacia ambos
puntos. También es posible contratar un transfer, tomar un taxi o
alquilar un auto en algunas de las rentadoras localizadas en el
aeropuerto (Budget, Multicar y Europcar).
Llegar a Montevideo en barco
La
vía fluvial es la más utilizada para llegar a Montevideo desde
Buenos Aires, a través del puerto de Colonia del Sacramento, a solo
una hora en barco de la capital argentina.
Las empresas BQB (teléfono
130) y Colonia
Express (teléfono
en Buenos Aires +54 (11) 4317 4100, teléfono en Montevideo +598 2400
3939) llegan al puerto de Colonia y ofrecen paquetes con traslado en
bus hasta Montevideo o Punta del Este.
La
empresa Cacciola (teléfono
+598 2401 9350) hace el trayecto entre Tigre y Carmelo, con paquetes
que completan el tramo Buenos Aires-Montevideo por tierra.
Llegar a Uruguay en bus
La Terminal
Tres Cruces de Montevideo (+598
2401 8998) es el principal centro de transporte terrestre del país,
con ómnibus de mediana y larga distancia hacia las principales
localidades del país y varios destinos regionales. Asunción, Buenos
Aires, Córdoba, Rosario, Mendoza, Paraná, Pelotas, Camboriú,
Curitiba, Florianópolis, Joinville y Porto Alegre son las ciudades
internacionales con conexiones directas a la Terminal Tres Cruces.
Llegar a Uruguay en auto
Desde
los países vecinos resulta sencillo llegar en auto a Uruguay, a
través de los distintos cruces
internacionales.
En la frontera con Argentina hay tres cruces sobre el Río
Uruguay: Gualeguaychú-Fray
Bentos,Paysandú-Colón y Salto-Concordia,
todos accesibles desde Buenos Aires por Ruta 14.
Desde
el sur de Brasil se puede llegar por frontera terrestre a través
del Chuí-Chuy (Ruta
BR 471), Jaguarão-Río
Branco (Ruta
BR 116), Rivera-Santana
do Livramento (Ruta
BR 158) o Artigas-Quaraí (Ruta
BR 158).
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