(Nació en Domrémy, Francia, un 6 de enero de 1412 - Ruán, id., 1431), Su padre se llamaba Jaime de Arco y era un campesino.. Juana creció en un ámbito rural, en el seno de una familia campesina acomodada y se dice que no aprendió a leer, ni escribir.
Su
madre, era una mujer católica
muy practicante de su fe y devota particular de la Virgen María,
desde temprano en su vida Juana había sentido una profunda fe
religiosa y dedicaba tiempo a
sus practicas religiosas.
A
los trece años, se dice que, empezó a recibir llamados divinos, se
dice que esas "voces"
que la llamaban eran el Arcángel San Miguel,, a santa Catalina y a
santa Margarita y declaró que sus voces la exhortaban a llevar una
vida devota y piadosa.
Estas
voces le dictaban ordenes en las que debía ser parte de la salvación
de su nación,
pero debido a su extracción pobre e inculta para la época, al
principio ella había comenzado por callar esos llamados.
Primero
contó todo esto a sus más cercanos y luego ante la insistencia de
sus ruegos, un tío suyo la llevo para que contara estas cosas ante
el comandante del ejercito de la ciudad vecina a la de donde ella
vivía.
En
todo esto alego que era enviada con un mensaje divino, lo cual el
comandante tras oírla no le creyó y la devolvió a su poblado.
Sin
embargo ante la profetización que esta hizo de una derrota que se
dio en Francia, y meses después cuando la joven volvió a
presentarse el comandante la envió ante una escolta a que se
presentara ante el rey.
La
joven tras una serie de "pruebas",
Juana de Arco dio confianza al rey al contar cosas secretas muy
importantes al rey, según ella solamente guiada por "esas voces
que le decían" que debía contar al rey.
Unos
años más tarde, se sintió llamada por Dios a una misión que no
parecía al alcance de una campesina analfabeta: dirigir el ejército
francés, coronar como rey al delfín en Reims y expulsar a los
ingleses del país.
Santa
y heroína francesa. la infancia de Juana de Arco transcurrió
durante el sangriento conflicto enmarcado en la guerra de los Cien
Años que enfrentó al delfín Carlos, primogénito de Carlos VI de
Francia, con Enrique VI de Inglaterra por el trono francés, y que
provocó la ocupación de buena parte del norte de Francia por las
tropas inglesas y borgoñonas.
En
1428 viajó hasta Vaucouleurs con la intención de unirse a las
tropas del príncipe Carlos, pero fue rechazada.
A
los pocos meses, el asedio de Orleans por los ingleses agravó la
delicada situación francesa y obligó al delfín a refugiarse en
Chinon, localidad a la que acudió Juana, con una escolta facilitada
por Roberto de Baudricourt, para informar a Carlos acerca del
carácter de su misión.
Éste,
no sin haberla hecho examinar por varios teólogos, accedió al fin a
confiarle el mando de un ejército de cinco mil hombres.
En
Francia las cosas estaban muy mal en el terreno político y
geopolítico, se encontraba con una invasión por parte de los
Ingleses, solo faltaba que una Ciudad muy importante cayera en manos
de los Ingleses, como ser la ciudad de Orleans.
El
rey Carlos y su cuerpo de militares, que ya daba por perdida
la guerra,
en este caso le pidió al rey que le diera el mando de las tropas.
Juana es enviada entonces como capitana, Juana manda a hacer una
bandera blanca con el nombre de Jesús y de María, y se dirige hacia
Orleans. Juana de Arco consiguió derrotar a los ingleses y levantar
el cerco de Orleans, el 8 de mayo de 1429.
Por el animo que supo transmitirles la Joven, los soldados lucharon y triunfaron ampliamente sobre los invasores de Francia. Tras liberar Orleans, se dirigieron a otras ciudades y las liberaron también. A continuación, realizó una serie de campañas victoriosas que franquearon al delfín el camino hacia Reims
Después
de sus resonantes victorias, obtuvo Santa Juana que el temeroso rey
Carlos VII aceptara ser coronado como jefe de toda la nación.
Y así se hizo con impresionante solemnidad en la ciudad de Reims. y
permitieron su coronación como Carlos VII de Francia (17 de julio de
1429).
Acabado
su cometido, Juana de Arco dejó de oír sus voces interiores y pidió
permiso para volver a casa, pero ante la insistencia de quienes le
pedían que se quedara, continuó combatiendo, primero en el
infructuoso ataque contra París de septiembre de 1429. En
esta instancia de la guerra por expulsar a los enemigos de territorio
francés, era muy importante y estratégico, recuperar
París, capital aún
en poder de
los enemigos.
Hacia
allí se dirigió Juana y sus soldados triunfantes. A esta altura de
los acontecimientos Carlos VII, envuelto en envidias y componendas
con los enemigos, le retira las tropas a Juana de su mando, y Juana
es herida en la batalla y cae prisionera de los Borgoñeses el 24 de
mayo de 1430.
Para
entonces los franceses la habían dejado de lado, más los ingleses
estaban profundamente preocupados de su figura, y les interesaba
sumamente mantenerla en prisión.
Estos
pagaron más de mil monedas de oro a
los de Borgoña, estos se la entregaron y la sentenciaron a prisión.
Padeció
cárcel y humillaciones, tantas que llego a decir: ""Esta
cárcel ha sido para mí un martirio tan cruel, como nunca me había
imaginado que pudiera serlo". Resistió con mucha hidalguía y
fe la cárcel y mantuvo su postura de que " voces que provenían
de Dios" le habían indicado la campaña para salvar a su
Nación.
Tras esto sobrevinieron unas inevitables corridas de rumores, intrigas políticas obscuras que querían ensombrecer su figura, llegaban las traiciones, y comenzó el momento de persecución y sufrimiento para ella.
Personas
que eran parte de la corte del rey, temerosos que su influencia se
menguara y, que la figura de Juana se engrandeciera comenzaron a
hacerle la guerra política.
Entregada
a los ingleses, Juana de Arco fue trasladada a Ruán y juzgada por un
tribunal eclesiástico acusada de brujería, con el argumento de que
las voces que le hablaban procedían del diablo, con lo cual se
pretendía presentar a Carlos VII como seguidor de una bruja para
desprestigiarlo.
En
esa época se acusaba de brujería a toda aquella mujer "no
conveniente" para el sistema o
para alguien del sistema. Así decidieron acusar a Juana de Arco de
que esas victorias se habían dado porque ella había ejercido
poderes provenientes de brujerías contra las fuerzas enemigas.
Ésta
pidió ser llevada ante el Papa, pero no le hicieron llegar su pedido
de intervención al Sumo Pontífice.
Su
tribunal estuvo claramente compuesto por enemigos políticos y
militares y eclesiales de la muchacha. Además su juicio estuvo
plagado de irregularidades como no haber tenido defensa justa ante
tribunales, algo muy común en la época cuando se trataba de gentes
que no pertenencian al Poder.
Tras
un proceso inquisitorial de tres meses, fue declarada culpable de
herejía y hechicería; Días más tarde, sin embargo,pese a que ella
había defendido siempre su inocencia, acabó por retractarse de sus
afirmaciones, recusó la abjuración y reafirmó el origen divino de
las voces que oía, y ello permitió conmutar la sentencia de muerte
inicial por la de cadena perpetua, por lo que, condenada a la
hoguera.
Se
describió así la
muerte dolorosa
de Juana: " la amarraron a un poste, la ataron, y la quemaron
lentamente, murió rezando mientras miraba un crucifijo, y se
encomendaba a Jesucristo e invocaba al Arcángel Miguel" .
Arcángel al que le guardaba especial devoción y diciendo tres veces
el nombre de Jesús entregó su espíritu.
Era
en este momento de muerte de Juana de Arco, fue ejecutada el 30 de
mayo de 1431 en la plaza del mercado viejo de Ruán., y tenia apenas
19 años de edad, que terminaron después de una breve pero
apasionada vida de honor y entrega en nombre de su fe a su patria.
Varias personas retornaban a sus casas luego de este cruel hecho
diciendo " hemos mandado a quemar a una santa ".
23
años luego de su muerte, su madre y sus hermanos pidieron reabrir el
caso de la muerte de Juana de Arco, y sometieran a revisión todo lo
actuado en a que proceso judicial.
Y el Papa Callista III, nombre una comisión de Juristas que tras
toda la estudiada revisión del caso declararon que este Juicio era a
todas luces una clara injusticia.
Tras
esto, tarde ya, pero el rey de Francia la declaró inocente, y el
Papa Benedictino XV la proclamó santa en 1920, casi cinco siglos
después-
Durante
unos años, corrió el rumor de que no había muerto quemada en la
hoguera, ya que habría sido sustituida por otra muchacha, para
casarse posteriormente con Roberto des Armoises.
Considerada
una mártir y convertida en el símbolo de la unidad francesa, fue
beatificada en 1909 y canonizada en 1920, año en que Francia la
proclamó su patrona.
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