lunes, 22 de junio de 2015

TIBURÓN BLANCO (Carcharodon Charcharias)

Su nombre común, además de tiburón blanco, es el de jaquetón o puntero blanco.

Es una especie de pez cartilaginoso lamniforme de la familia Lamnidae que se encuentra en las aguas cálidas y templadas de casi todos los océanos.

 Esta especie es la única del género Carcharodon que sobrevive en la actualidad.

Pertenece a la familia de los lámnidos, tiburones rápidos y activos.

Algunos tienen mecanismos para aumentar la temperatura de su cuerpo.

Su longitud suele ser de unos seis metros y pueden alcanzar los 40 kilómetros a la hora, lo que le permite saltar fuera del agua y alcanzar a otros mamíferos marinos, como focas, que se encuentran sobre las rocas. Aunque su velocidad media es de 3 km/hora.

Tenemos constancia de la especie desde hace más de 60 millones de años.

Su alimentación va desde pequeños peces hasta aves marinas, tortugas, otros mamíferos marinos, incluso otros tiburones.


Su reproducción es ovovivípara. Alcanzan su madurez sexual a los 10-12 años de edad y tienen entre seis y siete crías. Cuando la hembra expulsa a los tiburones, que miden aproximadamente un metro y medio de longitud, deben vivir independientes a partir de ese momento.

Tienen cinco filas de dientes y poseen un oído muy sensible y fino capaz de percibir los movimientos de otros peces.

Los tiburones blancos se caracterizan por su cuerpo fusiforme y gran robustez, en contraste con las formas aplastadas que suelen lucir otros tiburones. El morro es cónico, corto y grueso. La boca, muy grande y
redondeada, tiene forma de arco. Permanece siempre entreabierta, dejando ver al menos una hilera de dientes de la quijada superior y una o dos de la inferior, mientras el agua penetra en ella y sale continuamente por las branquias.
Si este flujo se detuviese, el tiburón se ahogaría por carecer de opérculos para regular el paso correcto del agua, y se hundiría en la misma, ya que al no poseer tampoco vejiga natatoria se ve condenado a estar en continuo movimiento para evitarlo.

Durante el ataque, las fauces se abren hasta tal punto que la forma de la cabeza se deforma pues la mandíbula se proyecta, y se cierran luego con una fuerza 300 veces superior a la de una mandíbula humana (12-24 toneladas).

Los dientes son grandes, aserrados, de forma triangular y muy anchos. Al contrario que otros tiburones, no poseen diastema ni reducción de diente alguno, sino que tienen toda la quijada provista de dientes alineados e igualmente capaces de aferrar, cortar y desgarrar.


Detrás de las dos hileras de dientes principales, los tiburones blancos tienen dos o tres más en continuo crecimiento que suplen la frecuente caída de dientes con otros nuevos y se van reemplazando por nuevas hileras a lo largo de los años. La base del diente carece de raíz y se encuentra bifurcada, dándole una apariencia inconfundible en forma de punta de flecha.

Los orificios nasales (narinas) son muy estrechos, mientras que los ojos son pequeños, circulares y completamente negros. En los costados se sitúan cinco hendiduras branquiales, dos aletas pectorales bien desarrolladas y de forma triangular y otras dos, cerca de la aleta caudal, mucho más pequeñas. La caudal está muy desarrollada, al igual que la gran aleta dorsal de su lomo, de forma inconfundible para cualquiera. Otras dos aletas pequeñas (segunda dorsal y anal) cerca de la cola, completan el aspecto de este animal.

La película de “Tiburón”, de Steven Spielberg en 1975 ha contribuido de forma importante en la fama de agresivos de estos animales.

Después de la orca, es el mayor depredador que existe, gracias a su fuerza y velocidad en el ataque.

Son animales de sangre fría, pero gracias a su actividad muscular, pueden mantener la temperatura de su cuerpo alrededor de los 14 grados centígrados. Este hecho les facilita la digestión.

A pesar de su nombre, el jaquetón sólo es blanco en su parte ventral, mientras que la dorsal es gris o azulada. Este patrón, común en muchos animales acuáticos, sirve para confundirse con la luz solar (en caso de mirarse desde abajo) o con las oscuras aguas marinas (en caso de hacerlo desde arriba), constituyendo un camuflaje tan simple como efectivo. 

El extremo de la parte ventral de las aletas escapulares y la zona de las axilas aparecen teñidos de negro. La piel, muy áspera, se compone de duras escamas llamadas dentículos dérmicos por su forma afilada.


No obstante, la denominación de "tiburón blanco" podría tener su lógica en el caso de avistarse ejemplares albinos de esta especie, que, aunque son muy raros, existen. En 1996 se pescó en las costas de El Cabo Oriental (Sudáfrica) una hembra joven de apenas 145 cm que exhibía esta rara característica.

La media de vida de estos tiburones se sitúa sobre los 30 años de edad.

SENTIDOS

Las terminaciones nerviosas del extremo frontal, antes mencionadas, recogen la menor vibración ocurrida en el agua y guían al animal hasta la posible presa que esté causando esa perturbación.

Otros receptores (conocidos como ampollas de Lorenzini, unas células especializadas con una forma similar a la de minúsculas "botellas") situados en torno a los orificios nasales le permiten captar también campos eléctricos de frecuencia variable que probablemente use para orientarse en sus migraciones a través de largas distancias.

Por si esto fuera poco, su olfato es tan potente que la presencia de un par de moléculas de sangre las detecta entre un millón de moléculas de agua a kilómetros de distancia sirve para atraerlo, al tiempo que se vuelve mucho más agresivo. La vista tiene menos importancia, pero también está bien desarrollada y tiene un papel muy importante en la aproximación final a la presa y su peculiar modelo de acecho y ataque desde debajo de la misma.

TAMAÑO

La longitud más frecuente entre los tiburones blancos adultos es de 4 a 5,5 m (siendo los machos menores que las hembras), aunque se han citado casos de individuos excepcionales que rebasaban ampliamente esas medidas.


Actualmente, la mayoría de los expertos están de acuerdo en que el tamaño máximo que puede alcanzar un tiburón blanco es de casi unos 6 m de longitud y alrededor de 1,9 t de peso.

En lo relativo al peso se añade un nuevo problema, ya que éste puede variar ligeramente en función de lo que el tiburón haya comido y si lo ha hecho de forma más o menos reciente. Un ejemplar adulto puede introducirse en la boca hasta 14 kg de carne de un solo mordisco, y almacenar varios más en su estómago hasta que termina de digerirlos.

DISTRIBUCIÓN

El tiburón blanco vive sobre las zonas de plataforma continental, cerca de las costas, donde el agua es menos profunda. Es en estas zonas donde la abundancia de luz y corrientes marinas genera una mayor concentración de vida animal, lo que para esta especie equivale a una mayor cantidad de alimento.

Sin embargo, están ausentes de los fríos océanos ártico y antártico, a pesar de su gran abundancia en plancton, peces y mamíferos marinos. Los tiburones blancos tienen un avanzado metabolismo que les permite mantenerse más calientes que el agua que les rodea, pero no lo suficiente como para poblar estas zonas extremas.

Áreas con presencia frecuente de tiburones blancos son las aguas de las Antillas Menores, algunas partes de las Antillas mayores, el Golfo de México hasta Florida y Cuba, y la Costa Este de Estados Unidos desde allí hasta Terranova; la franja costera de Rio Grande do Sul la la Patagonia, la del Pacífico de América del Norte (desde Baja California hasta el sur de Alaska, donde llegan en años anormalmente cálidos) y del Sur (desde Panamá a Chile); archipiélagos delPacífico como Hawaii, Fiyi y Nueva Caledonia; Australia (con la excepción de su costa norte, siendo abundante en el resto), Tasmania y Nueva Zelanda, siendo muy frecuente en la zona de la gran barrera de coral; norte de Filipinas y todo el litoral asiático desde Hainan hasta Japón y la isla de Sajalín; Seychelles, Maldivas, Sudáfrica (donde es muy abundante) y las zonas cercanas a la desembocadura de los ríos Congo y Volta; y la zona costera desde Senegal a Inglaterra, con agrupación apreciable en las islas Cabo Verde y Canarias, penetrando también en los mares Mediterráneo y Rojo.

Sin embargo, en el mar Mediterráneo, debido a la sobreexplotación pesquera y a la contaminación de las aguas, se ha reducido considerablemente la distribución de esta especie; de todas maneras, parece que persiste alguna zona de cría, como por ejemplo el Estrecho de Messina. 

Su distribución se corresponde con la ruta migratoria del atún rojo, así como con la existencia de aguas someras cerca de la costa, de ahí que las áreas tradicionales de almadrabas estén asociadas a la existencia histórica del tiburón blanco. En base a esto, hay zonas propicias a un posible avistamiento en el área central del Mediterráneo, principalmente en el mar de Sicilia, golfo de Trieste y península de Istria, así como en el área occidental, principalmente en el mar de Liguria, golfo de León y estrecho de Bonifacio; en menor proporción, hay zonas como el mar Tirreno, en torno a Nápoles, suroeste de Cerdeña, el mar Adriático, las Cícladas, la costa de Tracia o el estrecho del Bósforo, y respecto al litoral español, históricamente también ha sido frecuente en el levante mediterráneo (golfo de Valencia, islas Columbretes, Alicante y costa del Mar Menor), islas Baleares (costa mallorquina de la Tramuntana, cabo de Ses Salines, Cabrera y cabo d´es Pinar, en Menorca su zona norte, y en las islas Pitiusas en la zona de Es Freus), el norte de Cataluña, dentro de la zona de influencia del golfo de León, y finalmente en Andalucía, principalmente en la bahía de Almería y en el estrecho de Gibraltar, principalmente en el litoral de Cádiz.

En el Mediterráneo la migración del atún rojo corresponde a la entrada de atunes adultos entre primavera y verano, originarios de la costa noroeste de los Estados Unidos, y con salida del Mediterráneo en otoño; los movimientos de juveniles se concentran en el Mediterráneo occidental y el mar Adriático, concentrándose el área de reproducción en las islas Baleares y en el mar Tirreno. Respecto a España, desde el año 2011 el tiburón blanco es una especie protegida, en base al Real Decreto 139/2011, lo que hace que esta especie esté retornando a las costas españolas, con avistamientos en las costas del sureste peninsular, en el litoral del cabo de Gata, en Almería, y en las islas Columbretes.

Ocasionalmente, esta especie puede alcanzar también aguas de Indonesia, Malasia, el Mar de Ojotsk y la Tierra del Fuego.

Normalmente se mantiene a una cierta distancia de la línea costera, acercándose sólo en aquellas zonas con especial concentración de atunes, focas, pingüinos u otros animales de hábitos costeros. Igualmente, suele permanecer cerca de la superficie, aunque ocasionalmente desciende hasta cerca del kilómetro de profundidad.

En un estudio reciente, se comprobó que los grandes tiburones blancos de California emigran a un área entre Baja California y Hawái conocida como "el Café del Tiburón Blanco", donde pasan al menos 100 días al año antes de volver a Baja California. En el viaje, nadan despacio y se sumergen a unos 900 m de profundidad. Tras regresar, cambian su comportamiento y hacen inmersiones cortas a aproximadamente 300 m durante unos 10 minutos.

Otro tiburón blanco etiquetado de la costa de Sudáfrica nadó a la costa del sur de Australia y regresó en el espacio de un año. Esto refutó las teorías tradicionales que decían que los tiburones blancos son depredadores territoriales costeros y abre la posibilidad de que exista una interacción entre poblaciones de tiburón blanco que antes eran consideradas independientes. Aún se desconoce por qué migran, barajándose la alimentación estacional o la existencia de áreas de acoplamiento.

En un estudio similar un gran tiburón blanco de Sudáfrica fue rastreado nadando a la costa noroeste de Australia y atrás a la misma posición en Sudáfrica, un viaje de 20.000 km, en menos de nueve meses.

El tiburón blanco está incluido en la lista de animales protegidos en partes de los EE.UU y en Australia, aunque todavía no se ha conseguido eliminar su pesca ilegal.

Aproximadamente, existen unos 200 ejemplares en Australia y unos 1.500 en Sudáfrica.

ALIMENTACIÓN

Los tiburones blancos difieren bastante de ser simples «máquinas de matar», como sostiene la imagen popular (leyenda urbana) que se tiene de ellos. Para poder capturar los grandes mamíferos marinos que constituyen la base de la dieta de los adultos, los tiburones blancos practican una característica emboscada: se sitúan a varios metros bajo la presa, que nada en la superficie o cerca de ella, usando el color oscuro de su dorso como camuflaje con el fondo y volviéndose así invisibles a sus víctimas. Cuando llega el momento de atacar, avanzan rápidamente hacia arriba con potentes movimientos de la cola y abren las mandíbulas. El impacto suele llegar en el vientre, donde el tiburón aferra fuertemente a la víctima: si ésta es pequeña, como un león marino, la mata en el acto y posteriormente la engulle entera.

Si es más grande, arranca un gran trozo de la misma que ingiere entero, ya que sus dientes no le permiten masticar. La presa puede quedar entonces muerta o moribunda, y el tiburón volverá a alimentarse de ella arrancando un pedazo detrás de otro. Excitados por la presencia de sangre, la zona se llenará pronto de otros tiburones. En algunas zonas del Pacífico, los tiburones blancos arremeten con tanta fuerza a las focas y leones marinos que se elevan un par de metros sobre el nivel del agua con su presa entre las mandíbulas, antes de volver a zambullirse.

Sin embargo, en el mar Mediterráneo y en la costa atlántica de África y Europa, el tiburón blanco, al igual que la orca y el marrajo, no suelen atacar ni alimentarse de mamíferos como focas o delfines. Los ataques del tiburón blanco al hombre en el Mediterráneo son extraños, alejados de la costa y a profundidad; tal vez sea por los hábitos de alimentación basados principalmente en el atún rojo, mucho más nutritivo tanto para el tiburón blanco como para la orca o el marrajo.

La mayoría de los ataques ocurren durante el amanecer o bien en el atardecer, pues es en este momento cuando las profundidades no se pueden vislumbrar de manera adecuada. Sólo se aprecia la superficie, pues los rayos del Sol en ese momento aún son débiles para penetrar en las profundidades, lo que le proporciona una ventaja al tiburón para atacar a su presa sin ser percibido.

Esta especie también consume carroña, especialmente la que procede de cadáveres de ballena a la deriva, de los que arrancan grandes pedazos. Cerca de las costas, los tiburones blancos consumen grandes cantidades de objetos flotantes por error: en sus estómagos se han llegado a encontrar incluso matrículas de automóvil.

Tanto la caza como el resto de la vida del gran tiburón blanco suelen ser solitarios. Ocasionalmente se ven parejas o pequeños grupos desplazándose a la búsqueda de alimento, labor que les lleva a recorrer cientos de kilómetros. Aunque preferentemente nómadas, algunos ejemplares prefieren alimentarse en ciertas zonas costeras, como ocurre en algunas regiones de California, Sudáfrica y especialmente Australia.

Los tiburones blancos jovenes se alimentan principalmente de peces como rayas y otros tiburones, pero cuando ya son adultos se alimentan de mamíferos marinos como focas, lobos marinos, elefantes y leones marinos principalmente en costas californianas, pero en zonas donde no hay pinnípedos cazan delfines, marsopas y eventualmente zifios, los atacan por detras, por arriba o por debajo para evitar ser detectados por su ecolocalización, ocasionalmente atacan otros cetáceos como cachalotes pigmeos y calderones.

También cazan pingüinos, tortugas marinas y se tienen registros de nutrias marinas con mordeduras de tiburones en California.

VER: 

Yo Depredador - El Gran Tiburón Blanco


ENEMIGOS NATURALES

La orca puede constituir una amenaza para los tiburones blancos. El 4 de octubre de 1997, en las aguas que bañan las islas Farallón (triángulo rojo) ocurrió un ataque de una orca hembra de 6,50 metros conocida por los científicos como Ca2 contra un tiburón blanco, durante el cual el tiburón murió. No se sabe realmente el verdadero tamaño de aquel ejemplar debido a que quedó completamente destrozado, pero algunos expertos suponen que se trataba de un tiburón joven.

Contrario a lo que mucha gente piensa, los grandes tiburones blancos adultos no son atacados por las orcas, que van principalmente a por ejemplares jóvenes por ser mas fáciles de capturar, se cree que el ataque ocurrido fue por competencia por las presas ya que ambas especies tienen casi los mismos hábitos alimentarios, por lo que las orcas desplazan a los tiburones a áreas donde no hallan mas de estos cetaceos, algunas zonas donde se superponen ambas especies es toda la costa californiana, pero también hay competencia en el pacifico oeste, posiblemente en Japón donde ambas especies son abundantes, el atlántico suroeste, algunas zonas de Australia y el mediterráneo, y también en aguas de nueva zelanda.

Aparte de orcas, los ejemplares jóvenes pueden caer presa de tiburones tigre, tiburones toro y cocodrilos de agua salada en costas australianas. El canibalismo no es ajeno a esta especie.


REPRODUCCIÓN

Aunque apenas hay unos cuantos casos de hembras grávidas capturadas, se puede afirmar que esta especie prefiere reproducirse en aguas templadas, en primavera o verano, y es ovovivípara.

Los huevos, de 4 a 10 o tal vez hasta 14, permanecen en el útero hasta que eclosionan: es posible que en el tiburón blanco se dé canibalismo intrauterino (siendo las crías más débiles y los huevos aún por abrir devorados por sus hermanos más fuertes) de la misma forma que sucede en otras especies de lámnidos, pero por ahora no es un hecho que esté totalmente probado.

Unas tres o cuatro crías de 12 dm de largo y dientes aserrados logran salir al exterior en el parto e inmediatamente se alejan de su madre para evitar ser devoradas por ésta. Desde entonces llevan una vida solitaria, creciendo a un ritmo bastante rápido. Alcanzan los dos metros en el primer año de vida; los machos, más pequeños que las hembras, maduran sexualmente antes que éstas, cuando alcanzan los 3,8 m de largo (unos cuatro años), aunque, de acuerdo con Compagno ([1984]), algunos individuos podrían madurar excepcionalmente cuando todavía cuentan con apenas dos metros y medio. Se distinguen por unas extensiones de las aletas pélvicas que sirven de órganos copuladores.

Las hembras no pueden reproducirse hasta que alcanzan entre 4,5 y 5 m de largo y se cree que son fértiles durante un corto periodo de tiempo, lo que hace que su tasa reproductiva sea baja.

No se conoce gran cosa sobre las relaciones intraespecíficas que se dan en esta especie, y lo que respecta al apareamiento no es una excepción. Es posible que éste se produzca con más frecuencia después de que varios individuos compartan un gran festín, como por ejemplo un cadáver de ballena. La vida media para estos animales no se conoce con exactitud, pero es probable que oscile entre los 15 y 30 años.

PELIGRO DE EXTINCIÓN


Debido al amplio rango de distribución de esta especie, es imposible saber el número de tiburones blancos que existen, aunque sea de forma aproximada. No obstante, su baja densidad poblacional, unida a su escasa tasa de reproducción, su larga infancia y su baja esperanza de vida hacen que el tiburón blanco no sea un animal precisamente abundante.

Las medidas de conservación deben aplicarse obligatoriamente sobre las poblaciones en libertad, ya que la cría en cautividad del tiburón blanco es imposible, debido probablemente al acusado carácter nómada de la especie (se tienen datos de individuos visitando alternativamente las playas de Sudáfrica y Australia, a 22.000 km de distancia).
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Por ahora no existe ninguna moratoria legal internacional sobre la pesca del tiburón blanco, aunque ésta está prohibida en algunas áreas de su distribución. El tiburón blanco es una especie protegida en California, la Costa Este de Estados Unidos, el Golfo de México, Namibia, Sudáfrica, Maldivas, Israel y parte de Australia (Australia Meridional, Nueva Gales del Sur, Tasmania y Queensland).

La Convención de Barcelona lo considera una especie amenazada en el Mediterráneo, pero casi ningún país con salida a este mar ha dispuesto medida alguna en favor de su conservación.

INSOLITO GRABAN EL TIBURON BLANCO GIGANTE, ver:

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