o Iglesia colegiata de San Pedro de Westminster (en inglés: Westminster Abbey).
Abadía significa f. Iglesia, monasterio o territorio regido por un abad o una abadesa:
Territorio y bienes bajo la jurisdicción de una abad o una abadesa:
La Abadía de Westminster es una iglesia gótica anglicana del tamaño de una catedral. Es el lugar tradicional para las coronaciones y entierros de los monarcas británicos y de los reinos de la Commonwealth.
" En esta Abadía de Londres se coronaron numerosos reyes ingleses, es panteón real y el mejor ejemplo de la edificación religiosa medieval londinense.Edificio gótico que data en sus comienzos de 1245, en él podremos encontrar no sólo la historia de la Monarquía Británica, también las tumbas de Isaac Newton, Charles Darwin, entre otros. "
La Abadía
de Westminster o Iglesia colegiata de San Pedro. Está
localizada en Westminster, Londres, al lado del Palacio de
Westminster. De acuerdo con la tradición, en el año 616 se fundó
un santuario en el lugar conocido como "Thorney Island". Se
dice que fue milagrosamente consagrado después de que un pescador
del río Támesis tuvo una visión de San Pedro.
Aunque
la existencia del santuario es incierta, la abadía histórica fue
construida por Eduardo el Confesor entre los años 1045 y 1050 y fue
consagrada el 28 de diciembre de 1065. Eduardo construyó la catedral
al faltar a un voto en el que prometía realizar una peregrinación;
el papa le aconsejó redimirse construyendo una abadía.
El
templo actual, de estilo gótico, fue comenzado en 1245 bajo el
reinado de Enrique III, su construcción comenzó en la sede de una
antigua basílica, una abadía benedictina, en realidad. Pero las
obras son de diversas épocas, como las de las torres de la fachada
oeste, construidas entre 1734 y 1745.
La
abadía original, en estilo románico, fue construida por los monjes
benedictinos. Se reconstruyó en estilo gótico entre 1245 y 1517. La
primera fase de la reconstrucción fue organizada por el rey Enrique
III.
Enrique
III reconstruyó la abadía en honor a San Eduardo el confesor, cuyos
restos reposan en el santuario, su cuerpo está enterrado muy cerca,
en la zona en la que reposan los reyes Plantagenet, sus esposas e
hijos. De hecho, en la capilla de San Eduardo se pueden ver numerosas
tumbas medievales y bellas esculturas.
Los
trabajos finalizaron durante el reinado de Ricardo II. Enrique VII
añadió una capilla dedicada a la Virgen María en 1503 (Capilla de
Enrique VII).
Aunque
la abadía estuvo sitiada por Enrique VIII durante la disolución de
los monasterios en 1534 y cerrada en 1540, hasta 1550 se convirtió
en catedral y se salvó de la destrucción gracias a sus conexiones
con la realeza.
Cerca,
está la capilla de Enrique II, de inicios del XVI, es una
pequeña catedral, donde destaca su magnífico techo. Claustros, de
época gótica y una bella sala octogonal del siglo XIII, la sala
Capitular, también son de interés.
El
templo desde fuera es impresionante. Del conjunto arquitectónico
destaca el techo de la capilla, resuelto con bóvedas de abanico de
exuberante nervadura, uno de los mejores ejemplos del gótico
perpendicular maduro. En el exterior su nota más destacada es la
resolución de la cabecera del transepto.
La
planta de esta enorme iglesia es muy peculiar, ya que su nave central
sorprende por su estrechez, lo que le da también esbeltez a abadía.
Allí
se llevan a cabo las coronaciones, oficio del cual se encarga el
arzobispo de Canterbury. Esta monumental iglesia es conocida
como panteón para las tumbas de los monarcas, así como de lo más
granado de la Monarquía, literatura, y ciencia inglesas. Ser
enterrado en la Abadía ha constituido en la historia de la nación
inglesa uno de los mayores honores que se le podía rendir a una
persona.
Es
el lugar tradicional para las coronaciones y entierros de los
monarcas ingleses.
Por
este hecho es una de las iglesias más visitadas del mundo, las
visitas a esta abadía aumentaron considerablemente desde el
fallecimiento de la princesa Diana de Gales, ya que recibió todos
los honores como miembro de la familia Real. Fue en ese año, en
1997, cuando millones de personas descubrieron el interior de tan
singular obra de arte arquitectónica durante la transmisión
televisada del funeral.
Como
antes mencionabamos, varias personalidades de la historia británica
están enterradas aquí.
Uno
de los lugares preferidos de los visitantes es el rincón de los
poetas, donde descansan los restos de Charles Dickens, Geoffrey
Chaucer, Samuel Johnson y Rudyard Kipling.
También
podemos visitar las tumbas de eminentes científicos británicos como
Isaac Newton y Charles Darwin. Distinto fue el caso de Oscar Wilde,
que tras años de marginación por su homosexualidad, se le puso una
placa conmemorativa en 1995.
En
la Abadía de Westminster se custodiaba hasta 1996, la piedra del
Destino.
En
el pasado, también se podía ver la Piedra del Destino, que es la
piedra de coronación escocesa, permaneció debajo de una silla de
madera y formó parte de las ceremonias de coronación. Sin embargo,
a mediados de 1996 el gobierno decidió devolverla a Escocia y hoy
luce en el Castillo de Edimburgo.
La
historia de esta piedra es muy particular...llamada Piedra del
Destino o Piedra de Scone (ya que pertenecía a la abadía escocesa
que llevaba ese nombre y fue destruída y sobre cuyas ruinas se erige
el Palacio de Scone), es un bloque de arenisca que utilizaban los
escoceses en la Edad Media en las celebraciones de coronación de sus
reyes. En el siglo XIII fue capturada por el rey Eduardo I de
Inglaterra y llevada a la Abadía de Westminster.
La
leyenda afirma que la Piedra del Destino es la utilizada por Jacob
para apoyar la cabeza en el pasaje del Génesis en el que sueña con
la llamada Escalera de Jacob. Otra leyenda sostiene que esta roca fue
traída a Escocia por la hija de un Faraón egipcio, llamada Scota o
Scotia, a través de España e Irlanda, y otra distinta afirma que se
trata del "altar móvil" empleado por San Columba, apóstol
de los pictos, durante su tarea de evangelización.
Los
orígenes históricos de la Piedra como elemento de los rituales de
coronación tampoco están muy claros.
Una
leyenda tradicional afirma que Roberto I de Escocia (Robert the
Bruce) regaló un pedazo a los irlandeses en agradecimiento por su
colaboración en la batalla de Bannockburn. El fragmento de piedra,
otorgado a Cormac McCarthy, rey de Munster, fue instalado en su
fortaleza del Castillo de Blarney, por lo que pasó a ser denominada
Piedra de Blarney.
La
piedra no se traslada en ningún momento de la Abadía de Westminster
hasta los años 50 en que es robada por unos estudiantes escoceses,
que al extraerla de la Silla de San Eduardo bajo la que se encontraba
la piedra se parte en dos... la mayor parte de los pedazos se
esconden en Kent durante semanas en la parte trasera de un coche,
mientras que uno de los pedazos más pequeños, tras unos días en
Leeds acaba en manos de un político de Glasgow que hizo que fuera
reparada por el cantero profesional Robert Gray.
El
resto de la piedra fue abandonado el año siguiente en la Abadía de
Arbroath, se recupero pudiendo llegar a tiempo para la coronación de
la Reina Isabel II de Inglaterra en 1953.
Es
entonces cuando se devuelve definitivamente a Escocia en 1996, a
iniciativa del gobierno conservador del Primer Ministro John Major,
con la condición de que volviera a la Abadía de Westminster para
las futuras coronaciones. Y como comentabamos con anterioridad, allí
la podemos vistar, en el Castillo de Edimburgo junto con toda la
colección de joyas de la Corona escocesa.
Para
terminar mencionaremos que una de las mejores maneras de conocer la
Abadía es asistir a uno de los servicios religiosos, cuando se
pueden escuchar los coros en medio de una acústica única. Para
visitarla tendremos que revisar los horarios de los oficios
religiosos, y tener en cuenta que aunque el acceso a la nave de la
abadía es gratuíto no es el caso de las diferentes capillas, cuyo
acesso es de pago.
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