Nombre femenino
La apendicitis aguda es una enfermedad inflamatoria
infecciosa del apéndice cecal. Es la hinchazón del apéndice, un pequeño saco
que se encuentra adherido al intestino grueso.
Como su nombre lo indica, es un apéndice que tiene la parte
inicial del intestino grueso, denominada ciego. Al ser una inflamación aguda,
el dolor es de rápido inicio. "algunos casos de apendicitis suelen
requerir la extirpación del apéndice". Si uno siente molestias hace meses lo más probables es que no
sea apendicitis.
Causas
No está claramente demostrado. Se cree que al ser una parte
del intestino, el apéndice se tapa con materia fecal y se genera una
inflamación producto del sobre crecimiento de bacterias.
La apendicitis es una causa muy común de cirugía de
emergencia. El problema generalmente ocurre cuando el apéndice resulta
bloqueado por heces, un cuerpo extraño o, en raras ocasiones, por un tumor.
Si la inflamación persiste en el tiempo puede generar una
infección y la progresión de la misma llevar a una perforación del apéndice.
Síntomas
Los síntomas de la apendicitis pueden variar. Puede ser
difícil diagnosticarla en niños pequeños, ancianos y mujeres en edad fértil.
El primer síntoma a menudo es el dolor alrededor del ombligo.
Este dolor inicialmente puede ser leve al principio, pero se vuelve más agudo y
grave. Es posible que también se presente inapetencia, náuseas, vómitos y
fiebre baja.
El dolor tiende a desplazarse a la parte inferior derecha del
abdomen y tiende a concentrarse en un punto directamente sobre el apéndice
llamado el punto de McBurney. Esto ocurre con mayor frecuencia de 12 a 14 horas
después del comienzo de la enfermedad.
Si el apéndice se abre (se rompe), usted puede tener menos
dolor por un corto tiempo y puede sentirse mejor; sin embargo, el dolor pronto
empeora y usted se siente más enfermo.
Con el correr de las horas y el avance de la enfermedad el
dolor se va localizando lentamente en la zona derecha baja del abdomen, llamada
fosa ilíaca derecha. En ese momento comienza a ser más intenso, se mantienen
las nauseas, los vómitos y se puede sumar fiebre. Allí es cuando el cuadro
clínico es más claro y se puede sospechar la apendicitis.
Población de riesgo
Jóvenes desde la edad pediátrica hasta los 20 años, y adultos
a partir de los 70 años. En las personas mayores el cuadro es más complejo de
diagnosticar ya que tienen menos dolor y los síntomas son menos específicos.
El dolor puede empeorar al caminar, toser o hacer movimientos
súbitos. Los síntomas tardíos abarcan:
Parte 1 de 2: Verifica
tus síntomas
1 Observa los síntomas comunes de la apendicitis.
El síntoma
más común es un dolor abdominal leve cerca del ombligo que irradia o cambia
cerca de la parte baja del abdomen del lado derecho. No todas las personas
experimentan todos estos síntomas, pero si verificas que tienes varios de
ellos, podría ser el momento de ir al hospital. Deberás comunicarte con tu
doctor o ir al hospital apenas los identifiques.
Retrasar el proceso solo hará que haya más probabilidades de
que se rompa el apéndice y pondrás tu vida en peligro.
Los síntomas suelen ocurrir durante un período de 12 a 18
horas, pero también duran hasta 1 semana y luego se vuelven muy graves muy rápidamente.
Los síntomas incluyen:
Pérdida del apetito
Problemas estomacales como náuseas, diarrea y estreñimiento,
especialmente si va acompañado de vómitos.
Fiebre: si tu temperatura es de 40 °C (103 °F) o más, ve al
hospital de inmediato. Si es de 38 °C (102 °F) pero experimentas otros
síntomas, ve al hospital lo antes posible. Otro síntoma es la fiebre baja de 37
°C (99 °F).
Escalofríos y temblores
Dolor de espalda
Incapacidad para expulsar gases
Tenesmo rectal (la sensación de que una evacuación intestinal
aliviará las molestias)
Muchos de estos síntomas son similares a la gastroenteritis
viral. La diferencia es que el dolor es general y no específico como en la
gastroenteritis.
2 Mantente alerta a
los síntomas menos comunes de la apendicitis.
Además de los síntomas
anteriores, también podrías experimentar ciertos síntomas que comúnmente se
asocian menos con la apendicitis. La apendicitis se produce con más frecuencia
en las personas entre las edades de 10 y 30. Es posible que a los niños menores
de 10 años y a las mujeres menores de 50 les cueste más identificar los
síntomas tradicionales.
Los siguientes síntomas son algunos de los menos
comunes que deberás tener en cuenta:
Dolor al orinar
Vómitos antes de que comience el dolor abdominal.
Dolor agudo o leve en el recto, en la espalda o en la parte
superior o inferior del abdomen.
3 Presta atención a los dolores abdominales.
En la mayoría de
los adultos, el apéndice puede ser localizado en el lado inferior derecho del
abdomen por lo general un tercio del camino entre el ombligo y el hueso de la
cadera. Ten en cuenta que esta ubicación puede ser diferente para las mujeres
embarazadas. Busca una especie de "camino". El dolor asociado con la
apendicitis por lo general comienza alrededor del ombligo y se traslada a la
parte inferior derecha del abdomen, justo por encima del hueso de la cadera.
Las siguientes son algunas maneras de verificar si hay dolor abdominal:
En los adultos, los síntomas de la apendicitis pueden
empeorar entre 4 a 48 horas. Luego, si se le diagnostica apendicitis, se
considera una emergencia médica.
4 Presiona tu abdomen.
Si sientes demasiado dolor incluso al
solo tocarlo, sobre todo en la parte inferior derecha, llama a un médico.
También es posible que sientas sensibilidad en la parte inferior del abdomen al
presionarlo.
Determina si tienes dolor de rebote. Si presionas en la parte
inferior derecha del abdomen y sientes un dolor agudo cuando lo sueltas
rápidamente, entonces es posible que tengas apendicitis.
5 Observa si hay firmeza.
Al presionar tu abdomen, ¿sientes
que tu dedo se puede hundir un poco? ¿O tu abdomen está firme y duro de forma
inusual? Si notas que está firme o duro, es posible que esté inflamado, lo cual
es otro síntoma de la apendicitis.
Si tienes dolor abdominal, pero no va acompañado de náuseas
ni hay disminución del apetito, es posible que no sea una apendicitis. Hay
muchos dolores abdominales que no son motivo suficiente para ir a la sala de
emergencias. En caso de duda llama o visita a tu médico en caso de cualquier
dolor abdominal que dure más de 3 días.
6 Trata de ponerte de pie y de caminar.
Si no puedes hacerlo
sin sentir dolor severo, es posible que tengas apendicitis. Además, es posible
que encuentres alivio al acostarte sobre tu costado y acurrucarte en posición
fetal.
Determina si el dolor empeora si haces movimientos bruscos o
al toser.
7 Ten presente las diferencias de los síntomas en las mujeres
embarazadas y los niños.
En las mujeres embarazadas, el dolor puede localizarse
en diferente lugar debido a que el apéndice está más elevado cuando la mujer
está embarazada. En niños de 2 años o menos, el dolor en el abdomen por lo
general es más abajo acompañado de vómitos e hinchazón del vientre. Los niños
pequeños con apendicitis a veces tienen problemas para comer y pueden parecer
somnolientos de forma inusual. Es posible que hasta se nieguen a comer sus
meriendas favoritas y muchas veces ni siquiera se interesarán en ellas en lo
absoluto.
En los niños mayores, el dolor es similar al dolor de los
adultos en cuanto a su ubicación: se inicia en el ombligo y se desplaza hacia
el cuadrante inferior derecho del abdomen. El dolor no mejora si el niño se
acuesta, pero puede empeorar si el niño se mueve.
Parte 2 de 2: Busca
atención médica
1 Evita los medicamentos hasta que recibas un tratamiento.
Si
crees que los síntomas pueden ser de apendicitis, entonces será importante no
empeorar la situación mientras esperas recibir el tratamiento. Deberás evitar
lo siguiente mientras esperas que te atiendan:
No tomes laxantes ni analgésicos. Los laxantes pueden irritar
aún más los intestinos y los medicamentos pueden hacer más difícil identificar
si el dolor abdominal se agrava.
No tomes antiácidos. Pueden empeorar el dolor asociado con la
apendicitis.
No utilices compresas calientes, ya que podrían reventar el
apéndice inflamado.
No comas ni bebas nada antes de que te examinen
Si el apéndice estalla en el niño, se observa fiebre alta.
2 Ve a la sala de emergencias.
Si estás razonablemente seguro
de que tienes apendicitis, no saques una cita con el doctor por teléfono para
verlo otro día de la semana. Ve a un hospital lo antes posible. La apendicitis
podría poner tu vida en riesgo si llega a romperse por no haber buscado
tratamiento.
Empaca algunas cosas que tengas a la mano como pijamas frescas y tu cepillo de dientes. Si tienes apendicitis, te operarán y pasarás la noche allí.
El diagnóstico inicialmente se lleva a cabo mediante la
sospecha clínica, con el examen físico y la revisión del abdomen del paciente.
Es conveniente que el paciente sea revisado por un
profesional que esté habituado a evaluar abdómenes. Si hay sospecha de
apendicitis se pide una consulta con el cirujano para que lo evalúe.
Luego se solicitan estudios complementarios para que el
diagnóstico sea más certero, como laboratorio y ecografía de abdomen. Si el
cuadro es muy extraño se puede solicitar una tomografía de abdomen.
3 Describe tus síntomas en la sala de emergencias.
Prepárate
para el triaje (proceso de evaluación). Cuando vayas a la sala de emergencias,
explícale tus síntomas a la enfermera de triaje y dile que sospechas que tienes
apendicitis. Luego, te pondrán en una lista de pacientes que necesitan atención
según la gravedad de las lesiones. Esto significa que si alguien entra en la
sala de emergencias con una lesión en la cabeza, es posible que tengas que
esperar un poco.
No te asustes si tienes que esperar. Una vez que estés en el
hospital, estarás mucho más seguro que si estuvieras en casa, incluso si el
apéndice se rompe en la sala de espera, podrán llevarte a la sala de
operaciones rápidamente. Trata de tener paciencia y deja de pensar en el dolor.
4 Ten en cuenta lo que te harán durante el examen.
Cuando
veas al médico, él o ella te examinarán para detectar señales de apendicitis. Infórmarles sobre posibles anomalías digestivas (como estreñimiento o vómitos) y
trata de decirle cuándo notaste por primera vez el dolor. El doctor te
examinará para ver si nota síntomas de apendicitis.
Ten presente que hará presión con los dedos. Luego ejercerá
presión en la parte baja del abdomen y lo hará con fuerza. Él o ella comprobarán
si tienes una peritonitis o alguna infección debido a la rotura del apéndice.
Si tienes peritonitis, tendrás espasmos en los músculos abdominales al
presionar. El médico también podría realizar un examen rectal rápido.
5 Espera que te hagan pruebas adicionales.
Las pruebas de
laboratorio y de imágenes son importantes para el diagnóstico oficial de la
apendicitis. Los posibles exámenes incluyen:
Examen de sangre: este permitirá identificar un alto recuento
de glóbulos blancos, lo cual es una señal de infección, incluso antes de que se
observe una temperatura de bajo grado. El análisis de sangre también mostrará
si hay un desequilibrio de electrolitos y deshidratación, lo cual también puede
causar dolor. El médico también puede realizar una prueba de embarazo para
descartar la posibilidad en una mujer.
Análisis de orina: la orina mostrará una posible infección de
las vías urinarias o cálculos renales, lo cual también puede presentar dolor
abdominal en algunas ocasiones.
Ultrasonido: el ultrasonido de abdomen mostrará si hay una
obstrucción en el apéndice, una ruptura del apéndice, inflamación del apéndice
u otra razón para el dolor abdominal. El ultrasonido es la forma más segura de
radiación y por lo general es el primer recurso para tomar imágenes.
Resonancia magnética: la resonancia magnética se utiliza para
hacer una imagen más detallada de los órganos internos sin necesidad de
utilizar una placa de rayos X. Es probable que sientas un poco de claustrofobia
en la máquina de resonancia magnética, porque es un espacio reducido. Muchos
médicos pueden pedir que se administre un sedante suave para ayudar a aliviar
la ansiedad. También mostrará los mismos signos que un ultrasonido, pero todo
se verá un poco más cerca.
Tomografía computarizada: la tomografía computarizada
utilizará una radiografía con tecnología informática para mostrar imágenes. Te
darán una solución para beber. Si no vomitas la solución, te podrás acostar
sobre la mesa para hacer la prueba. Es un procedimiento muy rápido y no da
claustrofobia como la máquina de resonancia magnética. Esta prueba también
mostrará los mismos signos de inflamación, explosión u obstrucción del apéndice
y se utiliza con mayor frecuencia.
La mayoría de las veces, un cirujano extirpará el apéndice
tan pronto como se realice el diagnóstico.
Si una tomografía computarizada muestra que usted tiene un
absceso, lo pueden tratar primero con antibióticos.
El tratamiento habitualmente es quirúrgico. En algunos casos la cirugía se hace por vía
laparoscópica, es decir, a través de pequeños agujeros en los cuales se
introduce una cámara de video en la cavidad abdominal y, si se confirma el
diagnóstico de apendicitis, se lo extirpa. A usted le extirparán el apéndice después de que la infección
y la inflamación hayan desaparecido.
Realizarlo por vía laparoscópica implica menor dolor
posoperatorio y menores posibilidades de infecciones, ya que son heridas muy
pequeñas. Gracias a esta técnica la recuperación también es mucho más rápida y
se puede reiniciar la actividad física con mayor celeridad. La mayoría de los
pacientes están sólo 24 horas internados.
Los exámenes utilizados para diagnosticar la apendicitis no
son perfectos. En consecuencia, la operación puede mostrar que su apéndice está
normal. En este caso, el cirujano lo extirpará y explorará el resto del abdomen
para buscar otras causas del dolor.
6 Sométete a una apendicectomía.
Tu médico podría determinar
que tienes apendicitis. La única cura para la apendicitis es extirpar el
apéndice por medio de una cirugía llamada “apendicectomía”. La mayoría de los
cirujanos prefieren la cirugía laparoscópica, lo que deja menos cicatriz, en
lugar de una apendicectomía abierta.
Si tu médico considera que no necesitas cirugía, es posible
que te envíe a casa y te pida que estés “de guardia” de 12 a 24 horas. Durante
ese tiempo, no deberás tomar antibióticos, analgésicos ni laxantes. En este
caso, deberás comunicarte con tu médico si las cosas empeoran. Es posible que
tengas que volver con una muestra de orina. Cuando regreses a que te examine de
nuevo, deberás asegurarte de no comer ni beber nada, sino causaría problemas si
necesitas someterte a una cirugía.
7 Tómate un tiempo para recuperarte.
Las apendicectomías
modernas son casi nada invasivas y es posible que puedas volver a tu vida
normal con pocas complicaciones o ninguna. Sin embargo, sigue siendo una
cirugía, por lo que deberás cuidarte. Tendrás que hacer lo siguiente para
ponerte en forma después de la cirugía:
Vuelve a comer alimentos sólidos poco a poco. Debido a que
acabas de tener una cirugía en el tracto digestivo, tómalo con calma y los
primeros días come por ejemplo avena, plátanos, gelatina y sopa. Lleva la misma
dieta que cuando te recuperas de la gripe o solo come estos alimentos:
plátanos, arroz, puré de manzana y tostadas.
No te esfuerces demasiado. Tómalo como una excusa para
recostarte en el sofá y ver películas durante unos días.
Llama a tu médico si notas cualquier problema. Si tienes los
siguientes síntomas, deberás llamar a tu médico: dolor, vómitos, mareos,
sensación de debilidad, fiebre, diarrea, sangre en la orina o en las heces y
estreñimiento. Cualquier síntoma de apendicitis después de haber extraído el
apéndice debe ser motivo para llamar a tu médico.
Consejos
Es posible que las personas con afecciones especiales no
experimenten los síntomas clásicos de la apendicitis y que solo tengan una
sensación general de estar enfermas y no bien del todo. Algunas de dichas
afecciones especiales son:
Obesidad
Diabetes
Pacientes de VIH
Pacientes con cáncer o de quimioterapia
Pacientes con órganos trasplantados
Embarazo (el riesgo es mayor durante el tercer trimestre)
Bebés y niños pequeños
Ancianos
También hay una afección llamada “cólico apendicular”.
Según
la página de salud del hospital de niños de Cincinnati, los cólicos severos del
abdomen son causados por espasmos o contracciones del apéndice. Esto puede ser
debido a una obstrucción, un tumor, a algún tejido de cicatrización o alguna
materia extraña.
Por lo general, los médicos no aceptaban que un apéndice
pudiera “gruñir”. El dolor puede ocurrir durante períodos prolongados de tiempo
y puede aparecer y desaparecer. La afección puede ser difícil de diagnosticar,
pero con el tiempo podría pasar a ser una apendicitis aguda.
Advertencias
Si sospechas que tienes apendicitis, nunca dejes pasar el
tiempo para buscar atención médica. La ruptura del apéndice puede ser mortal.
Si vas a emergencias y te envían a casa sin tratamiento, asegúrate de que te
examinen de nuevo si los síntomas empeoran.
No es inusual que los síntomas
evolucionen con el tiempo hasta que sea necesario operar.
Retrasar el tratamiento médico también podría causar que uno
tenga que llevar una bolsa de colostomía por varios meses o por el resto de la
vida.
Recomendaciones ante el
dolor
Ante una apendicitis, el sentido común del paciente le hará
notar que el dolor no va a pasar rápidamente, ya que los síntomas son distintos
a los del típico malestar abdominal. El primer signo de atención es que luego
de 12 horas no calma.
En estos casos es conveniente consultar a una guardia lo
antes posible, debido a que si uno empieza a tomar algún analgésico para calmar
el dolor el cuadro probablemente quede enmascarado y el diagnóstico resulte
tardío.
Retrasar el diagnóstico es muy peligroso ya que la evolución
de la apendicitis puede hacer que el apéndice se termine perforando, generando
una peritonitis y un cuadro infeccioso más complicado para el paciente.
FUENTE: Medlineplus // Hospital Alemán // wikihow
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