Dramaturgo inglés, nacido en Stratford-on-Avon, 1564.
Dramaturgo y poeta inglés. Solamente con sus versos hubiera
ya pasado a la historia de la literatura; por su genio teatral, y especialmente
por el impresionante retrato de la condición humana en sus grandes tragedias,
Shakespeare es considerado el mejor dramaturgo de todos los tiempos.
En el sexto año del reinado de Isabel I de Inglaterra, el 26
de abril de 1564, fue bautizado William Shakespeare en Stratford-upon-Avon, un
pueblecito del condado de Warwick que no sobrepasaba los dos mil habitantes,
orgullosos todos ellos de su iglesia, su escuela y su puente sobre el río. Uno
de éstos era John Shakespeare, comerciante en lana, carnicero y arrendatario
que llegó a ser concejal, tesorero y alcalde.
De su unión con Mary Arden, señorita de distinguida familia,
nacieron cinco hijos, el tercero de los cuales recibió el nombre de William. No
se tiene constancia del día de su nacimiento, pero tradicionalmente su
cumpleaños se festeja el 23 de abril, tal vez para encontrar algún designio o
fatalidad en la fecha, ya que la muerte le llegó, cincuenta y dos años más
tarde, en ese mismo día.
Así, pues, no fue su cuna tan humilde como asegura la crítica
adversa, ni sus estudios tan escasos como se supone. A pesar de que Ben
Johnson, comediógrafo y amigo del dramaturgo, afirmase exageradamente que
"sabía poco latín y menos griego", lo cierto es que Shakespeare
aprendió la lengua de Virgilio en la escuela de Stratford, aunque fuera como
alumno poco entusiasta, extremos ambos que sus obras confirman. La madre provenía
de una vieja y acomodada familia católica, y es muy posible que el poeta, junto
con sus dos hermanos y una hermana, fuese educado en la fe de su madre.
Tercero de los ocho hijos de John Shakespeare, un acaudalado
comerciante y político local, y Mary Arden, cuya familia había sufrido
persecuciones religiosas derivadas de su confesión católica, poco o nada se
sabe de la niñez y adolescencia de William Shakespeare. Parece probable que
estudiara en la Grammar School de su localidad natal, si bien se desconoce
cuántos años y en qué circunstancias.
Según un coetáneo suyo, William Shakespeare aprendió «poco
latín y menos griego», y en todo caso parece también probable que abandonara la
escuela a temprana edad debido a las dificultades por las que atravesaba su
padre, ya fueran éstas económicas o derivadas de su carrera política.
Sin embargo, no debió de permanecer mucho tiempo en las
aulas, pues cuando contaba trece años la fortuna de su padre se esfumó y el
joven hubo de ser colocado como dependiente de carnicería.
A los quince años,
según se afirma, era ya un diestro matarife que degollaba las terneras con
pompa, esto es, pronunciando fúnebres y floreados discursos. Se lo pinta
también deambulando indolente por las riberas del Avon, emborronando versos,
entregado al estudio de nimiedades botánicas o rivalizando con los más duros
bebedores y sesteando después al pie de las arboledas de Arden.
A los dieciocho años hubo de casarse con Anne Hathaway, una
aldeana nueve años mayor que él cuyo embarazo estaba muy adelantado. Cinco
meses después de la boda tuvo de ella una hija, Susan, y luego los gemelos
Judith y Hamnet.
Pero Shakespeare no iba a resultar un marido ideal ni ella
estaba tan sobrada de prendas como para retenerlo a su lado por mucho tiempo.
Los intereses del poeta lo conducían por otros derroteros antes que camino del
hogar.
Seguía escribiendo versos, asistía hipnotizado a las representaciones
que las compañías de cómicos de la legua ofrecían en la Sala de Gremios de
Stratford y no se perdía las mascaradas, fuegos artificiales, cabalgatas y
funciones teatrales con que se celebraban las visitas de la reina al castillo
de Kenilworth, morada de uno de sus favoritos.
Según la leyenda, en 1586 fue sorprendido in fraganti cazando
furtivamente. Nicholas Rowe, su primer biógrafo, escribe: "Por desgracia
demasiado frecuente en los jóvenes, Shakespeare se dio a malas compañías, y
algunos que robaban ciervos lo indujeron más de una vez a robarlos en un parque
perteneciente a sir Thomas Lucy, de Charlecote, cerca de Stratford. En
consecuencia, este caballero procesó a Shakespeare, quien, para vengarse,
escribió una sátira contra él.
Este acaso primer ensayo de su musa resultó tan
agresivo que el caballero redobló su persecución, en tales términos que obligó
a Shakespeare a dejar sus negocios y su familia y a refugiarse en
Londres".
Pero es más plausible que el virus del teatro lo impulsara a
unirse a alguna farándula de cómicos nómadas de paso por Stratford, abandonando
hijos y esposa y trocándolos por la a la vez sombría y espléndida capital del
reino.
A los 17 años marchó a Londres donde fue sucesivamente traspunte, actor, autor y empresario de teatro.
A partir de ese momento hay una laguna en la vida de
Shakespeare, un período al que los biógrafos llaman "los años
oscuros". No reaparece ante nuestros ojos hasta 1593, cuando es ya un
famoso dramaturgo y uno de los personajes más populares de Londres.
Entretanto se le atribuyen los siguientes empleos: pasante de
abogado, maestro de escuela, soldado de fortuna, tutor de noble familia e
incluso guardián de caballos a la puerta de los teatros.
Pasarían varios meses hasta que pudiera ingresar en ellos y
meterse entre bastidores, primero como traspunte o criado del apuntador, luego
como comparsa, más tarde como actor reconocido y, por fin, como autor de gran y
merecido prestigio.
Prohibidos por un ayuntamiento puritano que los consideraba
semillero de vicios, los teatros se habían instalado al otro lado del Támesis,
fuera de la jurisdicción de la ciudad y de la molestia de sus alguaciles.
La
Cortina, El Globo, El Cisne o Blackfriars no eran muy distintos de los corrales
hispanos donde se representaba a Lope de Vega. La escenografía resultaba en
extremo sencilla: dos espadas cruzadas al fondo del proscenio significaban una
batalla; un actor inmóvil empolvado con yeso era un muro, y, si separaba los
dedos, el muro tenía grietas; un hombre cargado de leña, llevando una linterna
y seguido por un perro, era la luna.
El vestuario se improvisaba en un rincón de la escena
semioculto por cortinas hechas jirones, a través de las que el público veía a
los actores pintándose las mejillas con ladrillo en polvo o tiznándose el
bigote con corcho carbonizado. Mientras los actores gesticulaban y declamaban,
los hidalgos y los oficiales, acomodados a su mismo nivel sobre la plataforma,
les desconcertaban con sus risas, sus gritos y sus juegos de cartas, prestos a
lucir su ingenio improvisando réplicas y a echar a perder la representación si
la obra no les complacía.
En torno al patio, las galerías acogían a las damas
de alcurnia y los caballeros. Y en el fondo de "la cazuela",
envueltos en sombras, sentados en el suelo entre jarras de cerveza y humo de
pipas, se veía a "los hediondos", el maloliente pueblo.
En todo caso, se trataba de un público con más imaginación
que el actual o, al menos, buen conocedor de las convenciones teatrales
impuestas por la penuria o por la ley. Inspirándose en el severo primitivismo
del Deuteronomio, los legisladores puritanos prohibían la presencia de mujeres
en la escena.
Las Julietas, Desdémonas y Ofelias de Shakespeare fueron
encarnadas por jovencitos bien parecidos de voz atiplada, ascendidos a Hamlets,
Macbeths y Otelos en cuanto les despuntaba la barba y les cambiaba la voz. Tal
era el teatro en que Shakespeare empezó su carrera dramática.
La fecundidad
Hacia 1589, Shakespeare comenzó a escribir. Lo hacía en hojas
sueltas, como la mayoría de los poetas de entonces. Los actores aprendían y
ensayaban sus papeles a toda prisa y leyendo en el original, del que no se
sacaban copias por falta de tiempo; de ahí que ya no existan los manuscritos.
Como cada tarde se ofrecía una obra diferente, el repertorio había de ser muy
variado. Si la obra fracasaba ya no se volvía a escenificar. Si gustaba era
repuesta a intervalos de dos o tres días. Una obra de mucho éxito, como todas
las de Shakespeare, podía representarse unas diez o doce veces en un mes.
Algunos actores eran capaces de improvisar a partir de un somero argumento los
diálogos de la obra conforme se iba desarrollando la acción. Shakespeare nunca
los necesitó.
Acuciado por este ritmo vertiginoso y espoleado por su genio,
Shakespeare empezó a producir dos obras por año. En su primera etapa,
Shakespeare siguió la línea de estos dramas isabelinos de capa y espada. De
estos años (entre 1589 y 1592) son las obras con las que inaugura su crónica
nacional, sus dramas históricos: las tres primeras partes de Enrique VI y la
historia de quien lo asesinó, Ricardo III. La comedia de los errores, basada en
un tema de Plauto, marca su faceta burlesca, y Tito Andrónico, tragedia bárbara
inspirada en Séneca, su primera obra de tema romano.
Durante la peste de Londres de 1592 (que los puritanos
aprovecharon para mantener cerrados los teatros hasta 1594), Shakespeare se
retiró a Stratford y desarrolló sus dotes poéticas. En 1593 publicó Venus y
Adonis y en 1594 La violación de Lucrecia, dos poemas largos, dedicados a su
joven protector, Henry Wriothesley, conde de Southampton, a quien se suele
asociar con uno de los protagonistas de los afamados sonetos. Según figura en
los documentos, en 1594 ya era miembro destacado de la mejor compañía de la
época, la Lord Chamberlain's Company of Players (Compañía de Actores de lord
Chamberlain), nombre tomado de su protector, y había escrito La fierecilla
domada, Los dos hidalgos de Verona, dos comedias de inspiración italiana y una
tercera, Trabajos de amor perdidos, ambientada en una Navarra imaginaria.
Shakespeare empezó de actor en la compañía y aunque siguió
haciéndolo hasta 1603, nunca llegó a interpretar papeles principales. Sin
embargo, la experiencia debió serle útil. Como Molière, Brecht o Bulgákov,
Shakespeare fue un verdadero hombre de teatro: lo conocía desde dentro,
participaba en los ensayos, presenciaba los espectáculos y concebía sus
personajes pensando en actores concretos.
Rico y famoso compró su casa natal y, salvo algunos viajes a Londres,
Paralelamente a su éxito teatral,
mejoró su economía. Llegó a ser uno de los accionistas de su teatro, pudo
ayudar económicamente a su padre e incluso en 1596 le compró un título
nobiliario, cuyo escudo aparece en el monumento al poeta construido poco
después de su muerte en la iglesia de Stratford. Entre 1594 y 1597 escribió
Romeo y Julieta y El sueño de una noche de verano, dos obras de amor y de
juventud, y los dramas históricos Ricardo II, El rey Juan y El mercader de
Venecia.
En 1598 la compañía de Chamberlain se instaló en el nuevo
teatro The Globe (El Globo), cuyo nombre se uniría al de Shakespeare para
siempre.
Ésta parece que fue la etapa más feliz del escritor, la época de las
comedias Mucho ruido y pocas nueces, Como gustéis, Las alegres comadres de
Windsor (que según la leyenda fue escrita en quince días por encargo urgente de
la reina), Noche de Reyes y Bien está lo que bien acaba, escritas todas entre
1598 y 1603. De estos años son también (como anticipando su próxima etapa)
Julio César, Troilo y Crésida y su obra más famosa y perdurable, Hamlet.
A la muerte de Isabel l en 1603, Jacobo I, hijo de María
Estuardo y rey de Escocia desde 1567, se convirtió también en rey de Inglaterra
y la compañía de Chamberlain pasó bajo su protección con el nombre de King's
Men (Hombres del Rey). A pesar del cambio de nombre y de protector, el teatro
mantuvo su carácter público: hicieron representaciones para todo el mundo,
incluso para la corte.
Ante tal éxito, la compañía inauguró una pequeña sala
cubierta en 1608, la Blackfriars, con una entrada más elevada y para un público
más selecto.
Financieramente, la compañía funcionaba como una sociedad anónima
de la que Shakespeare fue uno de sus más importantes accionistas. Debido a la
buena administración, su posición económica se afirmó aun mas: compró varias
propiedades en Londres y en Stratford, hizo distintas inversiones, entre ellas
algunas agrícolas, y en 1605 compró una participación de los diezmos de la
parroquia de Stratford, gracias a lo cual (y no a su gloria literaria) sería
enterrado en el presbiterio de la iglesia.
El último acto
Shakespeare tuvo siempre obras en escena, pero nunca aburrió.
Entre 1600 y 1610 no dejó de estar en el candelero con sus príncipes impelidos
a acometer lo imposible, sus monarcas de ampuloso discurso, sus cortesanos
vengativos y lúgubres, sus tipos cuerdos que se fingen locos y sus tipos locos
que pretenden llegar a lo más negro de su locura, sus hadas y geniecillos
vivaces, sus bufones, sus monstruos, sus usureros y sus perfectos estúpidos.
Esta pléyade de criaturas capaces de abarrotar cielo e infierno le llenaron la
bolsa.
A fines de siglo ya era bastante rico y compró o hizo
edificar una casa en Stratford, que llamó New-Place. En 1597 había muerto su
hijo, dejando como única y escueta señal de su paso por la tierra una línea en
el registro mortuorio de la parroquia de su pueblo. Susan y Judith se casaron,
la primera con un médico y la segunda con un comerciante. Susan tenía talento;
Judith no sabía leer ni escribir y firmaba con una cruz.
En 1611, cuando
Shakespeare se encontraba en la cúspide de su fama, se despidió de la escena
con La tempestad y, cansado y quizás enfermo, se retiró a su casa de New-Place
dispuesto a entregarse en cuerpo y alma a su jardín y resignado a ver junto a
él cada mañana el adusto rostro de su mujer.
Residió en Stratford los últimos años de su vida; hasta que murió en 1616.
En el jardín plantó la primera
morera cultivada en Stratford. Murió el 23 de abril de 1616 a los cincuenta y
dos años, en una fecha que quedó marcada en negro en la historia de la
literatura universal por la luctuosa coincidencia con la muerte de Miguel de
Cervantes. En realidad, fue una coincidencia de fechas, no de días: el 23 de
abril de 1616 del calendario juliano, que se empleaba todavía en Inglaterra,
corresponde al 3 de mayo de 1616 del actual calendario gregoriano, ya adoptado
por aquel entonces en España.
Los misterios de Shakespeare
Es cierto que la juventud del poeta ofrece los pasajes más
desconocidos para el biógrafo. Sin embargo, los verdaderos misterios de su vida
pertenecen a aquellos años en que su carrera puede ser reconstruida con
bastante fidelidad. El más conocido de estos enigmas está relacionado con sus
Sonetos, publicados en 1609, pero escritos, en su mayor parte, unos diez o
quince años antes. Uno de los protagonistas de los 154 sonetos es un apuesto
joven a quien el poeta admira mucho, y el otro es la famosa dark lady,
"dama morena", que le fue infiel con el anterior.
Muchos intentaron encontrar en estos poemas claves de la vida
interior de Shakespeare, pruebas de su presunta homosexualidad, afirmando que
el joven galán de los sonetos o, tal vez, la "dama morena" no era
otro que el conde de Southampton, mecenas del debutante autor, a quien le había
dedicado sus dos primeras obras poéticas. No se sabe con certeza quién era el
objeto de la adoración secreta del poeta. Sus únicas referencias personales
comprensibles y claras son menudencias: que sufría de insomnio, que le gustaba
la música, que reprobaba las mejillas pintadas y el uso de las pelucas.
Describió en sus dramas el amor:
- Romeo y Julieta, la piedad filial.
- El rey Lear, la ambición (Macbeth).
- Los celos (Otelo).
- La hipocresía (Yago).
- la duda (Hamlet).
Mostró en sus comedias su poder de creación:
- La tempestad.
- El sueño de una noche de verano.
- Las alegres comadres de Windsor.
- El mercader de Venecia
- La fierecilla domada, etc..
Se distinguió en obras de carácter histórico:
- Antonio y Cleopatra
- Julio César
- Tito Andrónico
- Timón de Atenas
- Coriolano
O inspiradas en crónicas inglesas:
- Ricardo II
- Enrique V
- Ricardo III)
y compuso admirables sonetos de carácter amoroso en su mayor parte.
En el teatro ha sido genial y, aunque muchos de sus temas no son originales, sus obras poseen interés, acción, riqueza de tipos y situaciones, profundidad y belleza de lenguaje. Se desenvuelve con igual maestría en el terreno de la política que en el de la pasión, la fantasía o la vida corriente, y lo mismo alcanza cumbres de emoción trágica que traza escenas y tipos llenos de comicidad.
VER: William Shakespeare
Mini Documental sobre la influencia de William Shakespeare en
el teatro y su recorrido a través de la Inglaterra renacentista.
VER: VIDA Y OBRA DE WILLIAM SHAKESPEARE
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