PABLO PICASSO A 50 ANIVERSARIO DE SU MUERTE
Desde la ciudad de Málaga, donde nació el pintor. Desde allí, un recorrido biográfico de Picasso con motivo del 50 aniversario de su muerte. Un recorrido por A Coruña, Barcelona, París, Madrid o Guernica, además de la propia Málaga.
Se hará el recorrido salpicado con la opinión de historiadores del arte y expertos en la obra del pintor malagueño.
“La línea del destino. Pablo Picasso en Vallauris”, 1952. Fotografía de Robert Doisneau En bcn.cat/museupicasso/es |
Pablo Picasso es, sin lugar a dudas, uno de los artistas plásticos más famosos del mundo. Su obra trasciende todo tipo de fronteras y de clasificaciones; tan vasta y diversificada como única, supuso un antes y un después en la producción artística a nivel mundial.
Polémico, controvertido, con un talento sin límites y una insaciable necesidad de crear, su frase más conocida refleja fielmente su personalidad: “cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando”. El arte de Picasso es multiforme y cambiante; el artista se nutrió del pasado y del presente para crear sus obras, anticipando lo que vendría años e incluso décadas después. Porque el arte contemporáneo jamás sería lo que hoy es sin la influencia de Pablo Picasso: un artista que pasó por su época como un tren sin frenos, arrollando las fronteras del arte del siglo XX y abriendo nuevos e insospechados caminos creativos.
José Ruiz y Blasco |
El despertar del talento: los primeros años
Según Pierre Cabanne, uno de sus biógrafos, fue un niño independiente y con carácter. Con tan solo dos años de edad se traslada con su familia a la casa de su abuela materna, donde también residen dos de las tías del niño. Durante su infancia la presencia femenina fue una constante; en muchas ocasiones, Picasso fue el centro de atención.El pequeño picador amarillo. |
Pablo Picasso demostró desde el principio su talento para el
dibujo y la pintura. Hoy se conserva una obra suya pintada a los seis años, El
pequeño picador amarillo.
El óleo muestra a tres personajes situados tras la barrera. Dos figuras masculinas aparecen mirando hacia el tendido, mientras que una figura femenina aparece de perfil, mirando hacia la izquierda con el rostro maquillado de blanco, con una actitud aparentemente despreocupada por la acción que acaece sobre el albero.
El personaje principal de la obra es un picador. Picador en
tauromaquia es como se denomina al torero a caballo que pica (del verbo picar)
con la llamada vara de detener —pica, garrocha o rejón— a los toros durante una
corrida de toros, que aparece sentado
sobre su esquelético caballo de lidia, el cual se muestra sin el peto de
protección y con los ojos vendados, tal y como exigía el reglamento taurino de
la época, pero curiosamente, es el propio picador quien no cumple con la
referida reglamentación, ya que no porta la pica que da nombre a su profesión.
Ambos están situados junto al burladero, mientras esperan
sosegadamente la embestida del morlaco. La figura del picador, que se muestra
de perfil, aparece con el ojo perforado por un objeto punzante (al igual que
otros dos personajes), resultado de una niñería de Lola, la hermana pequeña de
Picasso. En la obra se aprecia una acusada desproporción del volumen de los
personajes, característica que Picasso jamás abandonaría en sus obras futuras.
Lola |
Lola |
En 1896 Picasso había recibido muy buenas críticas con una obra de carácter costumbrista: La Primera Comunión, pintura presentada en la III Exposición de Bellas Artes e Industrias Artísticas de Barcelona. Ello llevó al padre del artista a alquilar un estudio para su hijo, en el número 4 de la calle de la Plata del Barrio de la Ribera. Allí pintaría Picasso su obra Ciencia y caridad.
Entre diciembre de 1896 y marzo de 1897, con apenas dieciséis años, Picasso pinta, la que podemos considerar su primera obra maestra: Ciencia y Caridad de Picasso. El lienzo, enmarcado en el “realismo social” de la época, supone el cénit de su etapa academicista y formativa.
“Ciencia y caridad", 1897. Museo Picasso de Barcelona. En wikiart.org |
Ciencia y caridad. La pintura aporta una visión un tanto edulcorada de la pobreza, al mostrar una escena interior (una habitación
pequeña, iluminada con una luz tenue) en la que un doctor consulta su reloj
mientras toma el pulso a una mujer de mirada lánguida postrada en la cama, y una monja, con un niño
en brazos, ofrece una bebida a la
paciente.
Un impresionante interior que parece prefigurar su siguiente etapa, el Periodo Azul. En los años siguientes Picasso se matriculará en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Sin embargo, sus biógrafos coinciden en señalar que el artista acudía rara vez a las clases; en su lugar, pasaba la mayor parte del tiempo en el Museo del Prado analizando la obra de maestros como Zurbarán, Velázquez, Goya o El Greco.
París, suicidio y precariedad. La Etapa Azul
"La habitación azul”, 1901. |
El imaginario picassiano de este periodo se decanta por figuras estilizadas y delgadas, con una clara influencia de artistas como El Greco. Los tonos son fríos, especialmente azules y verdes en distintas gradaciones. Se puede percibir la influencia de pintores como Gaugin en los duros recortes y perfiles de las zonas de color, así como la temática social que también se refleja en las pinturas de Manet o Tolouse-Lautrec.
En 1901 se suicida Carlos Casagemas, artista de talento e íntimo amigo de Picasso (de quien se había distanciado tras una discusión). Aunque el pintor no estaba presente en el momento del suicidio, le afecta profundamente. Como él mismo comentaría más adelante: “empecé a pintar en azul cuando me enteré de la muerte de mi amigo”.
Fueron años difíciles para Picasso, cuya sensibilidad hacia los más débiles y sus propias dificultades para vender su obra hacen que se encuentre inmerso en una época oscura, sombreada por la depresión, que queda reflejada en sus trabajos.
En el año 1904, el siempre cambiante arte de Pablo Picasso experimenta una transformación progresiva que lleva a sus pinturas a adquirir nuevas tonalidades. De los tonos fríos y sombríos de su periodo anterior, las imágenes pasan a adquirir matices rosados, rojizos y anaranjados, cálidos y mucho más “confortables”.
Es la Etapa Rosa de la pintura de Picasso, que abarca los años entre 1904 y 1906 (coincidiendo con su relación con Fernande Olivier, considerada una de las personas que más influyó en la evolución de su pintura). Los años de depresión parecen haber quedado atrás: el imaginario del artista se puebla de familias y troupes de artistas circenses, así como de personajes sacados de la Comedia del Arte italiana. Estas referencias llegan para quedarse: Picasso volverá a esta temática de forma recurrente a lo largo de su vida.
Aunque las obras de la Etapa Rosa parecen abandonar el espíritu sombrío de los años anteriores, los personajes siguen mostrando actitudes melancólicas e introspectivas. Sin embargo, este periodo supone una importantísima evolución en el arte de Picasso: las imágenes ya no se centran en el tema reflejado, sino que el tema empieza a ser un mero vehículo para el desarrollo de la pintura en sí.
El estilo único del artista empieza a cobrar vida propia; formas y volúmenes de color empiezan a fluir en pos de una esencia mucho más abstracta. Si bien el realismo sigue muy presente en esta etapa (sobre todo en rostros y detalles), las zonas de color casi planas, la línea negra que subraya los volúmenes y los fondos difuminados de las obras avanzan muchas de las claves del arte abstracto y el cubismo que vendrían décadas después.
El arte africano y el Cubismo Analítico/Sintético
El arte africano, y muy especialmente las máscaras talladas y decoradas procedentes del continente, ejercieron una enorme influencia sobre muchos artistas de vanguardia de la primera mitad del siglo XX.
Las expediciones que se realizaban a distintos puntos del planeta, y muy especialmente a las regiones más apartadas de África, propiciaron el interés de la sociedad occidental por el arte y la cultura de las regiones más remotas.
Pablo Picasso descubre estas máscaras en casa de su amigo Henri Matisse, y muy
especialmente en una exposición organizada en el Palais de Trocadero de París.
El interés que despiertan en él es equivalente al que entonces generaban en
otros países y movimientos, como el Dadá en Zúrich y Berlín o el expresionismo
alemán de Die Brücke (El puente). Entre los años 1907 y 1909 Picasso crea una
serie de obras influenciadas por los rasgos duros y marcados de estas máscaras.
Es la época de Les demoiselles d’Avginon (1907), una de las pinturas más
importantes de la trayectoria del artista y uno de los puntos de inflexión
clave de su transición hacia el cubismo.
"Les oiseaux morts", 1912. |
En realidad, esta etapa está fuertemente unida a la del cubismo analítico. Son muchos los expertos que las consideran un solo periodo, aunque también hay numerosos investigadores que establecen una separación a partir del año 1909.
De hecho, en 1907 Pablo Picasso y su amigo y colega Georges Braque empiezan a trabajar para asentar las bases del cubismo, del que serían generadores y máximos exponentes junto con artistas como Juan Gris.
En
esta etapa sus obras se visten de colores neutros, grises y tierras. Por
primera vez, ambos empiezan a incorporan a sus lienzos una técnica fundamental:
el collage, muchas veces pictórico (periódicos, trozos de madera y otros
materiales pintados en imitación a los auténticos).
“Arlequin”, 1917. |
Los años transcurridos entre 1912 y 1919 implican una
constante evolución en las obras cubistas de Pablo Picasso.
Lejos de asentarse
en un estilo y un movimiento que le garantizaba éxito y reconocimiento, el
artista sigue investigando y alterando las imágenes de sus lienzos. Las obras
continúan incluyendo la técnica del collage y empiezan a reflejar la figura
humana: el tema del arlequín vuelve a aparecer, mientras que las sucesivas
parejas del artista posan para modelos en distintas obras (Mujer con guitarra,
1911). En esa época son muchos los artistas que dejan su trabajo para luchar en
el frente, durante la I Guerra Mundial. Él, por el contrario, permanece en su
estudio y no abandona su producción.
Mujer con guitarra, 1911 |
En esta obra, al igual que en Mujer con mandolina, se llega a la culminación de la trascendencia metafísica del cubismo analítico: han desaparecido ya las últimas huellas de modelado plástico en favor de un gran espacio construido por medio de segmentos cada vez más pequeños, numerosos y transparentes. La inserción de palabras y frases, en éste como en otros cuadros, si por un lado ayuda a descifrar la imagen, por otro contribuye a hacer más compleja la composición.
Ma Jolie prefigura por este motivo la fase
posterior, que ocupará a Picasso y a Braque de 1912 a 1915 y en la cual los
primeros elementos tomados de la realidad e incluidos en el cuadro serán
precisamente los caracteres topográficos. Aislados o agrupados en breves
frases, a menudo faltos de alguna letra, estos elementos remiten al ambiente
exterior o a un objeto presente, por medio de su fuerza semántica. Se insertan
en la estructura pictórica en tanto que imágenes. Empieza así el intercambio
entre leer y ver que, iniciado por los surrealistas, harán progresar los
cubistas hasta la culminación alcanzada en el dadaísmo. Ma Jolie, a pesar de la
cita de la canción popular y el homenaje a Eva Gouel, sigue siendo una pintura
enigmática y hermética.
Del Neoclasicismo al Guernica
"Un assis s’essuyant le pied", 1921 |
La obra de Picasso es viva, cambiante y siempre evolutiva. Sin encasillarse jamás en un estilo (una actitud abrazada por muchos de sus colegas), nunca dudó en recabar inspiración de todos los movimientos, escuelas y tendencias que le rodeaban o le precedían.
Tras acercase a la abstracción a través del cubismo, finalizada la I Guerra Mundial Picasso empieza a crear obras de inspiración claramente neoclásica. Son imágenes figurativas donde la presencia humana es poderosa, con volúmenes marcados y potentes juegos de luces y sombras. Aunque estas obras parecen significar un paso atrás en la evolución de su arte, no es así; la influencia surrealista provoca un nuevo acercamiento al primitivismo por parte de Picasso, que realiza piezas tan trasgresoras como Les trois danseuses (Las tres bailarinas, 1925).
Guernica es una pintura mural al óleo elaborada en el año 1937 por el pintor, escultor y poeta español Pablo Ruiz Picasso (Málaga, España 1881-Mougins, Francia 1973).
Guernica no solo se ha convertido en la obra más representativa de Picasso, sino también en un poderoso recordatorio del terrible daño y sufrimiento que inflige la guerra a los seres humanos.
Se encuentra actualmente en el Museo de Arte Reina Sofía en Madrid, España. El cuadro fue un encargo del gobierno de la Segunda República en España para el pabellón español de la Exposición Internacional de París de 1937, en pleno contexto de la Guerra Civil española.
Picasso no recibió ninguna petición acerca del tema, de modo que demoró algún tiempo en hallar un concepto apropiado. A partir de esta situación, surgen una serie de dudas respecto a la génesis y tema real del lienzo.
Análisis
Guernica se considera uno de los cuadros más importantes de la carrera del pintor Pablo Picasso y del siglo XX, tanto por su carácter político como por su estilo, una mezcla de elementos cubistas y expresionismo, que lo tornan único. Cabe preguntarse qué representa, de dónde deriva su carácter político y cuál es el significado que el pintor le atribuye.
¿Qué representa el cuadro Guernica?
En la actualidad, existen dos tesis en debate sobre qué representa el Guernica de Pablo Picasso:
. La más extendida defiende que se inspira en el contexto histórico de la Guerra Civil española.
.Más reciente y escandalosa, insiste en que se trata de una autobiografía.
Contexto histórico
La mayoría de las fuentes señalan que el cuadro Guernica representa un episodio enmarcado en el contexto histórico de la Guerra Civil española. Para entonces, Guernica —ubicada en Vizcaya, País Vasco—, estaba bajo el control de la Segunda República y tenía tres fábricas de armamento.
En consecuencia, el 26 de abril de 1937, la población de Villa Vasca de Guernica fue bombardeada por la Legión Cóndor de las fuerzas de aviación alemanas, apoyadas por la aviación italiana. El bombardeo dejó un saldo de 127 fallecidos, despertó la reacción popular y repercutió en la opinión pública internacional.
Una posible autobiografía
Tras el análisis de los bocetos para el lienzo y su datación, algunos investigadores se ha preguntado si realmente Picasso se propuso desde el inicio una representación deliberada de los bombardeos sobre Guernica.
En un artículo de Macarena García titulado ¿Y si el ‘Guernica’ contara otra historia?, en el que reseña el libro Guernica: la obra maestra desconocida de José María Juarranz de la Fuente (2019), se informa que la obra habría comenzado a realizarse antes de que se tuviera conocimiento de los bombardeos.
El tema inicial habría sido, según Juarranz, un relato autobiográfico familiar del pintor, que recorre su historia con su madre, sus amantes y su hija, la cual estuvo a punto de morir tras el alumbramiento. Esta hipótesis ya habría sido sugerida por Daniel-Henry Kanhweiler, marchante y biógrafo del pintor malagueño.
Cabe preguntarse, ¿puede un análisis iconográfico confirmar o invalidar esta interpretación? Veamos a continuación.
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Descripción iconográfica
En Guernica, Picasso aplica la técnica de la pintura al óleo en un lienzo de gran formato. es un cuadro polícromo, cuya paleta incluye negro, gris, azul y blanco, de modo que el pintor aprovecha al máximo los fuertes contrastes de claroscuro que estos colores permiten.
El cuadro refleja la dualidad de dos escenas en una: la parte izquierda parece el interior de una casa y la parte derecha el exterior, unidos y separados a la vez por umbrales.
El umbral es un símbolo importante en el imaginario artístico. Este se permite el tránsito del interior al exterior y viceversa, y comunica diversos espacios y mundos. Por lo tanto, cuando se cruza cualquier umbral, se pasa a una zona peligrosa de batallas invisibles pero reales: el subconsciente.
Para la unificación de los diferentes aspectos del cuadro, Picasso usa la técnica del cubismo sintético, que consiste en trazar una línea recta a lo largo del cuadro, unificando con ello las formas inconexas.
La luz en el cuadro es crucial para mostrar el dramatismo y la conexión entre los diferentes personajes al estar todos iluminados y todos juntos en este sufrimiento.
Personajes y figuras en Guernica
La composición de Guernica presenta nueve personajes: cuatro mujeres, un caballo, un toro, un pájaro, una bombilla y un hombre.
Las mujeres
Para Picasso, las mujeres son efectivas para mostrar el sufrimiento y el dolor, ya que les atribuye esa cualidad emocional.
Las dos mujeres que claman al cielo por justicia están una en cada extremo del cuadro enmarcando el sufrimiento. La mujer de la izquierda clama por la vida de su hijo, quizá símbolo del dolor psíquico, y nos recuerda la iconografía de la Piedad.
La mujer de la derecha clama por el fuego que la consume. Representa probablemente el dolor físico. Picasso consigue aumentar la sensación de encierro al circunscribir en un cuadrado.
Las otras dos mujeres crean movimiento desde la derecha hacia el centro de la obra. La mujer más pequeña parece absorta con la luz que emana la bombilla en el centro de la sala, por lo que su cuerpo (en diagonal) completa la composición triangular.
La otra mujer, semejante a un espectro, se asoma por una ventana portando una vela en dirección a la figura central del caballo. Ella es la única imagen etérea y la única que sale o entra por una ventana o umbral, transitando de un mundo a otro.
El caballo
Herido con una lanza, el caballo sufre contorsiones cubistas de cabeza y cuello. De su boca sale un cuchillo que tiene por lengua, el cual apunta en dirección al toro.
El toro
El toro al lado izquierdo del cuadro está sorprendentemente impasible. El toro es el único que mira al público y se comunica con él en una forma que los otros personajes no lo logran.
Pablo Picasso, en la década de los 30, hace del toro un animal recurrente en su iconografía hasta convertirlo en el símbolo del laberinto de su vida.
El pájaro (paloma)
El pájaro está muy sutil entre los dos animales fuertes del cuadro: el toro y el caballo. Pero eso no le impide graznar a los cielos de la misma manera que hacen las mujeres que se enmarcan a cada lado del cuadro.
La bombilla
La bombilla circunscrita en una especie de ojo, con rayos como un sol, preside el conjunto de la escena y da la sensación de observar por fuera todos los acontecimientos.
La bombilla interior juega con la ambigüedad y dualidad de no saber si es noche o día, interior o exterior. Nos transporta a un mundo fuera de este mundo.
El hombre
El hombre es representado por una sola figura, en el suelo, con los brazos abiertos extendidos y fragmentados.
Ubicado a lo largo del suelo de la parte izquierda, vemos su brazo amputado, aún empuñando una espada rota junto a una única y minúscula flor ubicada en el centro inferior del cuadro, representando quizá la esperanza.
Las rayas en el brazo simbolizan la flagelación. Esto, junto con sus brazos abiertos nos recuerda la crucifixión como sufrimiento y sacrificio del hombre.
Significado del Guernica
Pablo Picasso alcanzó a decir lo siguiente sobre su obra:
Mi trabajo es un grito de denuncia de la guerra y de los ataques de los enemigos de la República establecida legalmente tras las elecciones del 31 (...). La pintura no está para decorar apartamentos, el arte es un instrumento de guerra ofensivo y defensivo contra el enemigo.
La guerra de España es la batalla de la reacción contra el pueblo, contra la libertad. En la pintura mural en la que estoy trabajando, y que titularé Guernica, y en todas mis últimas obras, expreso claramente mi repulsión hacia la casta militar, que ha sumido a España en un océano de dolor y muerte.
Francoise Gilot |
Poco más tarde, a medida que su relación se afiance, su rostro aparecerá en retratos de mayor ambición y formato, en los que también es posible que de forma hierática la mirada de Francoise se convierta en un desafío al espectador.
París, 22 de
noviembre de 1945
Raspador y lápiz
litográfico
sobre piedra (5° estado)
|
Cabeza de joven
(Franquise)
París, 10 de
marzo de 1947
Raspador, aguada y pluma
|
Jaqueline de
perfil a la derecha
Cannes, 31 de
enero de 1958
Aguada, láliz
litográfico, raspador,
papel de lija
y aguja sobre zinc
(2° estado)
|
(Jaqueline)
|
LA GUARNICA.
Picasso es considerado el creador de la pintura moderna gracias a su revolución cubista.
Picasso retrató en varias de sus obras a personajes de circo y teatro. Aquí podemos ver a Arlequín, con un traje a rombos, y a Pierrot, vestido de blanco.
Mujer desnuda en el sillón rojo de Pablo Picasso Óleo sobre lienzo 73x80 cm Tate Gallery , Londres |
MUJER SENTADA CON SOMBRERO ROJO
Lo más característico de este cuadro -del que sólo se reproduce la parte central -es la superposición del perfil sobre el rostro de frente, dando a su fisonomía un cierto aspecto lunar.
"Cabeza de toro", 1942 |
"La cabra", 1950. |
Las Meninas (serie) 1957
Durante los últimos años de su vida, Picasso se inspira en su esposa Jacqueline Roque para realizar más de setenta retratos. La producción del artista en su última etapa mezcla y combina todos los estilos desarrollados a lo largo de su vida. Es una producción compulsiva que se traduce en un constante flujo de creatividad, y que en algunos casos llega a avanzar algunas de las tendencias que llegarían tras su muerte en 1973. A día de hoy, la influencia de su trayectoria artística se refleja en todos los órdenes y las disciplinas del arte actual: desde la pintura a la escultura hasta la arquitectura, la instalación y la creación multimedia.
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