Los virus son pequeños pedazos de ARN (ácido ribonucleico) o
ADN (ácido desoxirribonucleico), muchos están encapsulados en una envoltura
hecha a base de proteínas conocida como cápside, otros protegen su material
genético con una membrana o envoltura derivada de la célula a la que infectan y
algunos otros además rodean su cápside con una membrana celular.
Los virus fueron descritos originalmente como "agentes
filtrables". El primer virus en ser reconocido como tal, fue el agente
causal de la fiebre aftosa o glosopeda,
descrito por los investigadores Loeffler y Frosch a fines del siglo pasado. Su
tamaño pequeño les permite pasar a través de los filtros diseñados para retener
a las bacterias.
Los virus presentan pocas propiedades de la vida y no pueden
ser clasificados en ninguno de los cinco reinos que agrupan a los seres vivos.
No están formados por células, no pueden desplazarse y no pueden realizar
actividades metabólicas en forma independiente.
A diferencia de la mayoría de las bacterias, hongos y
parásitos celulares, los virus son parásitos intracelulares obligatorios que
dependen de las complejas estructuras de la célula huésped para su replicación.
Asimismo la reproducción de éstos se produce mediante ensamblaje de componentes
individuales, en vez de fisión binaria u otras formas de reproducción propias
de la materia viviente.
A diferencia de los demás organismos presentan o DNA o RNA,
pero nunca los dos simultáneamente. Además carecen de ribosomas y de las
enzimas necesarias para la síntesis de proteínas. Los virus se reproducen sólo
dentro de otras células vivas a las que infectan.
Al carecer de capacidad para incorporar materia y transformar
energía, deben sintetizar sus proteínas y replicar su genoma dependiendo
totalmente de la célula hospedadora. La estructura física y genética de los
virus ha sido optimizada mediante mutaciones y selección para infectar a los
humanos y otros huéspedes, y para interaccionar con la maquinaria bioquímica de
toda clase de células. Por otra parte deben soportar condiciones ambientales
duras, atravesar la piel u otras barreras protectoras del huésped y evitar ser
eliminados por la respuesta inmune del organismo animal o humano.
Se los agrupa según cuatro criterios principales:
Características estructurales: a) tamaño, b) forma.
Características genéticas: c) presencia o ausencia de
envoltura externa y d) tipo de ácidonucleico que poseen (DNA o RNA).
También pueden ser
agrupados teniendo en cuenta el tipo de enfermedad que causan o el modo de
transmisión.
Un virus es una partícula infecciosa que presenta un ácido
nucleico rodeado por una cubierta proteica llamada cápside. Algunos virus
presentan una cubierta membranosa externa denominada envoltura externa. El
genoma viral está contenido en el ácido nucleico ya sea DNA o RNA y posee de 5
a varios cientos de genes. Todos los virus, excepto el de la viruela que es más
grande, tienen un diámetro menor de 0.25 µm y pueden ser observados sólo con
microscopio electrónico.
La forma de un virus está determinada por la organización de
las subunidades proteicas que forman la cápside. La cápside puede ser:
a) helicoidal: como por ejemplo el virus del mosaico del
tabaco. Las proteínas de la cápside se ensamblan en una hélice que forma un
cilindro hueco que encierra al ácido nucleico. En este caso los virus se
observan como largos hilos o barras.
b) poliédrica: las proteínas forman placas triangulares que
se disponen en un poliedro. El virus tiene una forma casi esférica. Algunos
virus poliédricos, como por ejemplo el virus de la atrofia arbustiva vegetal,
carecen de envoltura externa. Otros pueden presentar, como el virus de la
influenza, envoltura membranosa y glucoproteínas, o picos proteicos, como los
adenovirus.
c) combinaciones complejas de formas helicoidales y
poliédricas: como el bacteriófago T4.
Bacteriófagos
Se los llama simplemente “fagos”. Son virus que infectan
bacterias. Su forma más común consiste en una larga cadena de ácido nucleico
enrollada dentro de una cápside poliédrica. Muchos de ellos presentan una cola
y fibras que se extienden desdela cola con las que se fijan a la célula
huésped. La mayoría de los fagos tienen DNA como material genético. Los fagos
que infectan a cada cepa o especie de bacteria son específicos. Se cultivan con
facilidad en el laboratorio y la mayor parte de los conocimientos sobre virus
provienen del estudio de los bacteriófagos.
Existen bacteriófagos virulentos o líticos que destruyen o
lisan la célula huésped y bacteriófagos templados o lisogénicos que no matan la
célula durante su ciclo.
Infección lítica: cuando un virus lítico infecta una célula
huésped susceptible, usa la maquinaria metabólica de la célula huésped para
duplicar el ácido nucleico viral y producir sus proteínas.
La infección de un bacteriófago lítico ocurre en las
siguientes etapas:
a) fijación: el fago se une a sitios receptores específicos
en la pared celular de la bacteria huésped.
b) penetración: la cola del fago se contrae, perfora la pared
celular de la bacteria e inyecta el ácido nucleico a través de la membrana
plasmática. La cápside permanece en el exterior.
c) duplicación: el DNA de la bacteria es degradado y se
replica el DNA del fago, utilizando ribosomas, energía y enzimas de la célula
huésped. El genoma del fago contiene toda la información para formar nuevos
fagos.
d) ensamblaje: los componentes virales recién sintetizados se
ensamblan y forman nuevos bacteriófagos.
e) liberación: la pared de la bacteria es degradada por una
enzima producida por el fago, la célula se rompe y quedan en libertad alrededor
de 100 bacteriófagos que pueden infectar otras células.
Un ciclo lítico completo, desde la fijación hasta la
liberación dura aproximadamente 30 minutos.
Infección lisogénica: A diferencia de los virus líticos que
lisan (rompen) la célula huésped, los virus templados o lisogénicos no siempre
destruyen a sus huéspedes. Se produce la fijación y la penetración del DNA, el
cual se integra al DNA del huésped y cuando éste se duplica, se duplica el
genoma viral.
Los genes virales pueden permanecer reprimidos cierto tiempo. La
célula bacteriana infectada, denominada lisógena, puede realizar sus funciones
normalmente o en algunos casos exhibir nuevas propiedades, lo que se denomina
conversión lisogénica. En determinadas condiciones, estos fagos pueden entrar en fase
lítica y destruir a la célula huésped.
Virus que infectan animales
Cientos de virus infectan al ser humano y a otros animales.
Los sitios receptores en las células huésped varían según la especie y el tipo
de tejido, por lo tanto existen virus que infectan a una determinada especie o
tejido.
Los virus penetran en las células animales de dos maneras:
a) los virus que no presentan envoltura se unen a un sitio
receptor en la membrana plasmática de la célula, la membrana se invagina, forma
una vesícula rodeada por membrana que contiene al virus y de esta manera el
virus es ingresado al citoplasma. Este proceso se denomina endocitosis
adsortiva y
b) los virus envueltos ingresan a la célula por fusión de la
envoltura viral con la membrana plasmática. Esto permite que tanto la cápside
como el material genético ingresen al citoplasma. Una vez en el interior de la
célula huésped los virus se duplican y producen nuevas partículas virales y se
inhibe la duplicación de DNA y la síntesis de proteínas del huésped. Luego, se
sintetizan las proteínas estructurales del virus y se ensamblan las nuevas
partículas virales. Los virus que carecen de envoltura rompen la membrana
plasmática y son liberados. Los virus envueltos adquieren su
envoltura al atravesar la membrana plasmática de la célula huésped, son
liberados lentamente y no destruyen a la célula.
Las proteínas virales sintetizadas en el interior de la célula
huésped pueden afectarla de diversas maneras: alterando la permeabilidad de la
membrana plasmática, inhibiendo la síntesis de proteínas, debido al gran número
de partículas virales presentes (hasta 100.000). Entre las enfermedades
causadas por virus se encuentran:
moquillo, leucemia felina, varicela, herpes, paperas,
rubéola, rabia, sarampión, hepatitis y SIDA. También se sabe que tanto virus
con DNA como con RNA son causantes de algunos tipos de cáncer.
Virus que infectan plantas
Muchos tipos de virus vegetales contienen RNA, el cual actúa
como RNA mensajero. Las enfermedades virales de las plantas son dispersadas por
insectos, a través de semillas infectadas o por propagación asexual. Una vez en
la planta los virus se diseminan por todo el cuerpo a través de los
plasmodesmos, que son conexiones citoplasmáticas que penetran las paredes
celulares de células adyacentes.
Origen de los virus
¿Cuál es el origen evolutivo de los virus? Una hipótesis es
que, debido a su sencillez, representan una forma primitiva de vida acelular.
Otra hipótesis sostiene que surgieron de ancestros celulares y se
especializaron como parásitos obligados. Se cree que durante el curso de su
evolución perdieron todos sus componentes celulares, excepto su material
genético y los componentes necesarios para la duplicación y la infección.
La hipótesis que en la actualidad se considera más factible
es que los virus son fragmentos de ácido nucleico que “escaparon” de organismos
celulares. Algunos virus se originaron de células animales, algunos de células
vegetales y otros de bacterias. La alta especificidad de infección y la
similitud genética entre un virus y el tipo celular que infecta apoyarían esta
hipótesis.
Partículas atípicas asociadas Virus defectuosos
Los virus defectuosos son aquellos cuyo genoma carece de un
gen o genes específicos, debido a mutación o deleción. Como resultado de lo
anterior, los virus defectuosos no son capaces de llevar a cabo un ciclo de
vida productivo en las células.
Sin embargo, si la célula infectada con el virus defectuoso
está co-infectada con un "virus ayudante" el producto del gen que
carece el virus defectuoso es complementado por el virus ayudante, y el virus
defectuoso puede replicarse. Es interesante que, para algunos virus, durante la
infección se produce una mayor cantidad de viriones defectuosos que de viriones
infecciosos (tanto como 100:1). La producción de partículas defectuosas es
característica de algunas especies virales y se cree que modera la severidad de
la infección/enfermedad in vivo. Los virusoides, que son
Ejemplo de virus defectuosos, se discutirán más adelante en
esta sección. Pseudoviriones
Los pseudoviriones pueden ser producidos durante la
replicación viral cuando el genoma del hospedero se fragmenta. Como resultado
de este proceso algunos fragmentos del ADN del hospedero se incorporan en la
cápside en lugar del ADN viral.
Entonces, los pseudoviriones poseen la cápside viral a la
cual los anticuerpos pueden unirse y facilitar el anclaje y penetración en la
célula hospedera, pero no pueden replicarse una vez que logran el acceso a la
célula, debido a que no tienen ninguno de los genes virales esenciales para el
proceso de replicación.
Priones
Aunque no son virales, los priones son partículas proteicas
infecciosas asociadas con encefalopatías espongiformes transmisibles (TSE por
sus siglas en inglés) de humanos y de animales. TSE incluye la enfermedad de
Creutzfeldt-Jacob en humanos, "scrapie" en ovejas y encefalopatía
espongiforme bovina. Priones y TSEs en animales seç discuten detalladamente en
el capítulo 29. En el análisis a la necropsia, el cerebro presenta grandes
vacuolas en las regiones de la corteza y del cerebelo, por lo que la enfermedad
causada por priones se llaman "encefalopatías espongiformes". Una
examinación más detallada del tejido cerebral revela la acumulación de
fibrillas y placas amiloideas asociadas con proteínas de priones. Estas
enfermedades se caracterizan por la pérdida del control motor, demencia,
parálisis, desgaste y eventualmente la muerte. Los detalles de la patogenia son
en su mayoría desconocidos.
Viroides
Los viroides son ácidos nucleicos de bajo peso molecular,
desnudos, extremadamente resistentes al calor, a la radiación ultravioleta y la
radiación ionizante. Estas partículas se componen exclusivamente de una pieza
de ARN circular de cadena sencilla, con algunas regiones de cadena doble. Los
viroides causan en su mayoría enfermedades de plantas, como la enfermedad del
tubérculo ahusado de la papa.
Virusoides
Los virusoides (también llamados ARN satélites) son similares
a los viroides en el sentido de que son ácidos nucleicos desnudos, de bajo peso
molecular, extremadamente resistentes al calor y a las radiaciones
ultravioletas y ionizantes. Sin embargo, dependen de un virus ayudante para la
replicación. Los virusoides se replican en el citoplasma de la célula a través
de una polimerasa ARN dependiente de ARN.
Cubierta proteica de un virus. Estructura proteica formada
por una serie de monómeros llamados capsómeros.
En el interior de esta cápside se encuentra siempre el
material genético del virus. Puede estar rodeada por una envoltura.
Cada capsómero puede estar constituido por una o varias
proteínas distintas.
El término nucleocápside se refiere al material genético
envuelto en su cápside.
FUNCIONES DE LA CÁPSIDE
. Protección del ácido nucleico de la disección y de las
enzimas tisulares.
. Presenta estructuras que permiten la unión a los receptores
de membrana de la célula que infectaron (virus desnudos).
. Actúan como complejo antígeno, estimulando la respuesta
inmuna del huesped.
Los virus han evolucionado para reproducirse dentro de la célula que infectan, ya que por si solos no son capaces de hacerlo porque carecen de la maquinaria molecular necesaria. Entonces, hay tres problemas que un virus debe resolver para poder hacer más copias de él mismo:
1) ¿cómo reproducirse dentro de la célula que infecta?
2)
¿cómo esparcirse de un hospedero a otro? y
3) ¿cómo evitar ser eliminado por
las defensas (sistema inmunológico) del hospedero?
De manera general los virus de ADN utilizan partes de la
información del hospedero, así como también parte de su maquinaria celular. El
problema con esta estrategia es que la mayor parte de las células maduras del
hospedero no están replicándose activamente, se encuentran reposando para
ahorrar energía. Por lo tanto, los virus de ADN necesitan encontrar la manera
de activar el motor (“pasarle corriente”) de la célula hospedera o, alternativamente,
traer consigo los aditamentos de aquellas partes celulares que no están activas
cuando el virus entra.
Básicamente lo que los virus hacen para reproducirse es
secuestrar la fábrica de la célula para producir virus en lugar de nuevas células.
Por otro lado, los virus de RNA traen consigo sus propias máquinas de copiado
de información genética (ej. enzima RNA-polimerasa) o poseen genes (información
genética) que producen las proteínas que se requieren para ensamblar las
máquinas de copiado dentro de la célula que infectan, lo que los hace
independientes de la maquinaria celular y capaces de infectar células que no
están activamente reproduciéndose.
La forma en que los diferentes tipos de virus se esparcen es
muy variada: por vía aérea cuando respiramos, cuando los ingerimos con los
alimentos, los que obtenemos directamente de nuestras madres, los que obtenemos
por contacto sexual y los que se trasmiten por picaduras de insectos como los
mosquitos. La piel representa una barrera impenetrable para un virus porque
esta conformada por capas de células muertas, y los virus necesitan células
vivas para poder reproducirse.
Por lo tanto, a menos que la piel se rompa (ej.
heridas) o sea picada (ej. mosquitos), los virus han elegido tomar otras rutas
de entrada al hospedero. Por ejemplo, atacando la barrera de mucosa celular que
recubre al sistema respiratorio y reproductivo. Aún así, la barrera de mucosa
es altamente efectiva y ayuda a eliminar a la mayoría de los virus que quedan
atrapados en ella. La mucosa es ayudada por macrófagos (células de defensa) que
ingieren a los virus y los eliminan.
En el caso de la vagina, además de la
mucosa, las bacterias que colonizan el tracto reproductivo producen ácido, el
cual hace que el medio sea poco propicio porque muchos virus son sensibles a
las condiciones ácidas. Y por si fuera poco, aquellos virus que deciden entrar
por el aparato digestivo deben lidiar con defensas muy agresivas, tal es el
caso de la saliva que contiene compuestos potentes que desactivan a los virus.
Además, si logran pasar la saliva, los espera un baño de ácidos estomacales
aderezados con enzimas digestivas (diseñadas para desbaratar proteínas,
carbohidratos y lípidos) y sales biliares (detergente para desintegrar las
grasas ingeridas) que son muy efectivos en desintegrar las envolturas que
protegen el material genético de los virus.
Finalmente, una vez que los virus logran pasar las barreras
físicas impuestas por la piel, éstos se enfrentan al sistema inmunológico
innato y adaptativo. El sistema innato se llama así porque es un sistema de
defensa que todos los animales parecen tener. Esta constituido por cuatro
armas:
1) los fagocitos, que son células blancas (ej. macrófagos) que patrullan
los tejidos del cuerpo limpiándolo de basura, restos celulares e invasores.
2)
El sistema complementario, el cuál esta conformado por aproximadamente veinte
proteínas producidas en el hígado y que se encuentran en altas concentraciones
en la sangre y los tejidos, éstas trabajan en conjunto para destruir a los
invasores (hacen perforaciones en la envoltura proteínica o membrana celular de
los invasores) y para dar la señal de alarma a otros miembro del equipo del
sistema inmune. Este sistema es muy antiguo, incluso los erizos de mar que
evolucionaron hace aproximadamente 700 millones de años lo tienen.
3) El
sistema de alerta de interferones, que son proteínas producidas por las células
que se unen a pequeños receptores (llaves) de la membrana celular y que sirven
para alertar a la célula de que pronto será atacada por virus, en cuyo caso la
célula infectada cometerá suicidio! Y
4) las células naturales asesinas, este
tipo de células se encargan de destruir a todas las células que han sido
infectadas por algún virus; el misterio es ¿cómo lo hacen? Al parecer hay
señales a nivel molecular, como los interferones, que les indican algo como
“mátame porque estoy infectas”, pero también hay señales que dicen “no me mates
estoy sana”, los detalles todavía están siendo descubiertos.
Por lo regular el sistema inmune innato es suficientemente
bueno controlando las infecciones, pero hay ocasiones en la que este sistema no
se da abasto, principalmente cuando la cantidad de virus producidos durante las
fases iniciales de la infección es muy alta. Es en este momento cuando el
sistema inmune adaptativo entra en acción. Este sistema esta constituido por
dos armas: anticuerpos y células asesinas T (conocidas también como CTL por sus
siglas en inglés):
1) los anticuerpos (pequeñas etiquetas moleculares) son
producidos en células especiales conocidas como células B. Dichas células
poseen una diversidad enorme de pequeñas etiquetas sobre su superficie
(membrana celular), las cuales se utilizan para reconocer a cualquier molécula
orgánica que pueda existir, como los patógenos.
Cuando las células B encuentran
a un invasor (ej. virus), se produce una reacción en cadena que hace que se
generen muchas células B que van a producir únicamente las etiquetas
(anticuerpos) específicas que fueron seleccionadas por el invasor. De esta
manera los anticuerpos o etiquetas se adhieren a la superficie del invasor o de
las células infectadas y envían un mensaje de alerta (algunas etiquetas ayudan
a prevenir que los virus infecten células sanas bloqueando los accesos de
entrada a las células); estos mensajes serían algo como: “Oigan, soy una célula
que está infectada, por favor destrúyanme” o “Aquí hay un virus, hay que
destruirlo”.
Finalmente, algunas células B se convierten en células de memoria
del sistema inmune; es decir, son las células que nos protegerán en caso de que
el mismo invasor llegue de nuevo al cuerpo.
2) Las células asesinas T o CTL son
células blancas que, al igual que las células B, poseen una gran variedad de
etiquetas en su superficie que son utilizadas para analizar los fragmentos de
proteínas que las células del cuerpo exponen sobre su superficie. Como los
virus utilizan la maquinaria de la célula infectada para producir proteínas
virales, fragmentos de éstas son llevados a la superficie celular y expuestas
al exterior por moléculas (mostradores) especiales; una vez ahí, estas son
evaluadas por las células CTL y en caso de detectar una infección, las células
asesinas T destruirán a la célula que ha sido infectada.
La manera en que los virus evaden estas defensas del
hospedero son muy variadas, algunas de ellas son:
1) producción de proteínas
que interfieren o inhabilitan las señales moleculares de alerta de la célula
(ej. bloquean el sistema de producción de interferón), y que pueden evitar que
las moléculas involucradas en la activación de la programación de muerte
celular entren en funcionamiento; permitiendo así, que la célula viva lo
suficiente hasta que el virus haya producido un número grande de nuevos virus
que infectarán a más células.
2) El sistema inmune adaptativo (células B) tiene
memoria para los tipos de cepas virales a los que ya ha sido expuesto el
individuo, pero las altas tasas de mutación hacen que el virus cambie
rápidamente por lo que el sistema inmune adaptativo ya no la reconoce y escapa
(este método se conoce como “carnada y cambio”).
3) Algunos virus con diferente
origen (ej. influenza humana e influenza aviar) pueden hacer mezclas de su
material genético cuando infectan a un mismo individuo de la misma u otra
especie (ej. cerdo), esto hace que el sistema inmune no tenga memoria en contra
de está nueva variante!
4) Utilizar disfraces para esconderse del sistema de
defensa celular; por ejemplo, hay un grupo de virus conocido como rotavirus,
los cuáles tienen una triple capa proteínica protegiendo su material genético,
de las cuales únicamente la más exterior se elimina por enzimas del sistema
digestivo, pero el material genético se mantiene escondido del sistema inmune
dentro de las otras dos envolturas.
5) Esconderse del sistema de defensa
tomando rutas alternativas de infección; por ejemplo, el virus de la hepatitis
A entra por la vía oral, pero después toma un atajo para llegar al hígado que
es donde se reproduce en grandes cantidades. Como el sistema de defensa en
contra de invasores intestinales es diferente al que defiende órganos internos
y la sangre, entonces le toma un tiempo al sistema de defensa darse cuenta de
que ha sido engañado, y es ese tiempo el que le virus utiliza para
reproducirse!
6) Fusión de varias células del hospedero (formando
aglutinaciones conocidas como células gigantes) para transmitirse directamente
entre ellas sin exponerse al sistema de defensa.
7) Destrucción de células de
defensa que regulan la coordinación (el coach y el capitán del equipo) de la respuesta
inmunológica del hospedero, provocando que no se genere la respuesta adecuada
de defensa.
8) Utilizando señuelos para distraer al sistema de defensa; por
ejemplo, el virus de hepatitis B produce muchas envolturas virales sin material
genético (cajas vacías!), entonces el sistema de defensa reconoce dichas
envolturas por las etiquetas que hay en su superficie, pero no puede distinguir
entre las que traen material genético y las que no, así que muchos virus
escapan!
Asumiendo que los virus han evadido todas las defensas, éstos
tiene dos estrategias generales para ingresar al interior de la célula que van
a infectar:
1) las proteínas sobre la superficie de la envoltura del virus se
unen a receptores moleculares de la membrana celular, una vez hecho eso se abre
una puerta por la que se inyecta el material genético viral en el citoplasma de
la célula; y
2) las proteínas de la envoltura del virus se unen a los
receptores moleculares de la membrana celular, y entonces el virus completo es
encapsulado en contenedores especiales hechos de membrana celular, los cuales
son llevados al interior de la célula. Una vez ahí la envoltura proteínica del
virus y la membrana del contenedor se fusionan y el material genético del virus
es liberado, éste utiliza señales moleculares para dirigirse al núcleo de la
célula y poder utilizar la maquinaria celular para hacer más copias de él
mismo.
GLOSARIO
ADN – ácido desoxirribonucleico; es un componente químico que
contiene instrucciones genéticas usadas para el desarrollo y funcionamiento de
los organismos, y se transmite de una generación a otra.
ARN – ácido ribonucleico; es un componente químico que ayuda
a transmitir la información genética contenida en el ADN a las fábricas de
proteínas localizadas en el citoplasma de la célula.
Anticuerpos – son proteínas producidas por células blancas
del sistema inmunológico adaptativo que se utilizan para identificar y
neutralizar elementos extraños al cuerpo tales como bacterias, virus u otro
tipo de parásitos.
Cápside – estructura hecha de proteínas que rodea y protege
el material genético del virus. Ésta puede estar rodeada por una envoltura hecha de membrana celular.
Carbohidrato – moléculas compuestas por carbono, hidrógeno y
oxígeno que tienen como principal función ser una fuente de energía inmediata
para los seres vivos, así como dar estructura a las células.
Células T – pertenecen al grupo de células blancas o
leucocitos conocidos como linfocitos. Son las encargadas de coordinar la
respuesta inmune celular y de eliminar elementos extraños específicos del
cuerpo.
Citoplasma – es la parte del cuerpo de la célula que se
encuentra contenida entre la núcleo celular y la membrana plasmática o celular.
Esta compuesta de una sustancia coloidal o semisólida muy fina que sirve de
sostén para diversos componentes o maquinaria celular (ej. mitocondria,
ribosomas, aparato de Golgi).
Enzima – son un tipo de proteínas que se utilizan para dar
estructura y para ayudar a agilizar o acelerar ciertas reacciones químicas.
Fagocitos – son células presentes en la sangre y otros
tejidos animales capaces de consumir y eliminar restos celulares y elementos
extraños como microorganismos. Forman parte importante del sistema inmune
innato.
Gen – segmento de ADN, el cual representa una unidad de
información genética que permite la síntesis de una proteína específica.
Hospedero – organismo vivo que alberga a otro organismo ya
sea en su exterior o interior. Por lo regular el organismo que vive dentro o
sobre el hospedero es dañino, pero en ocasiones puede no tener efecto alguno
(comensal) o puede ser benéfico (mutualista).
Interferón – proteínas producidas por el sistema inmunológico
en respuesta a agentes invasores como virus y células cancerígenas. Sus
funciones son la activación de células inmunes, interferir en la replicación de
los virus, señalizar las células que están infectadas para que puedan ser
eliminadas e incrementar la capacidad de resistencia de células sanas a nuevas
infecciones virales.
Lípido - moléculas compuestas por carbono e hidrógeno y en
menor medida oxígeno, pueden contener fósforo, azufre y nitrógeno. Su
característica principal es que no son solubles en agua, sirven como reserva
energética, dan estructura a la membrana celular y pueden ser hormonas que
regulan funciones del cuerpo.
Macrófagos – células del sistema inmune innato que se
localizan en los diferentes tejidos del cuerpo y que se derivan de la médula
ósea. Son un tipo de fagocitos, por lo tanto su función es eliminar restos
celulares y elementos extraños o invasores.
Mutación – cambio en la información genética de un ser vivo,
la cual produce variaciones en la proteína codificada por un gen específico.
Una mutación tiene un efecto normalmente negativo en el organismo, pero en
ocasiones el efecto es positivo y ayuda a la supervivencia y reproducción del
organismo.
Proteína – moléculas compuestas por aminoácidos, las cuales
tiene diversas funciones. Son la base estructural de los organismos vivos
(nuestro cuerpo está hecho de proteínas), son anticuerpos que nos defienden de
invasores, son enzimas que ayudan en las reacciones químicas del cuerpo y
ayudan a mantener un ambiente (pH) químico estable.
Replicación – mecanismo que permite que el ADN o material
genético se duplique, es decir generar una copia idéntica de la información que
será transmitida a las células hijas.
Receptor de Membrana Celular – proteínas que se encuentran
sobre la superficie de la membrana celular y que permiten la interacción de
determinadas sustancias (hormonas, neurotransmisores) con la célula. Es decir,
sirven como receptores de información del medio exterior y transmiten dicha
información al interior de la célula.
Sistema Inmunológico Adaptativo – esta conformado por células
y mecanismos que defienden al hospedero, generando una respuesta especializada
y específica en contra de parásitos concretos. Este sistema de defensa solo
está presente en animales vertebrados (es decir que tienen huesos) y puede
generar inmunidad a largo plazo. A diferencia del sistema inmunológico innato,
su respuesta es lenta y le toma al cuerpo de una a dos semanas para general las
defensas específicas; sin embargo, es un sistema muy eficiente.
Sistema Inmunológico Innato – esta conformado por las células
y mecanismos que defienden al hospedero de infecciones por otros organismos.
Este equipo de defensa no es específico, es decir que reconocerán y responderán
a cualquier elemento extraño para el organismo. Es un sistema de defensa que se
encuentra tanto en animales como en plantas. A diferencia del sistema
inmunológico adaptativo, este sistema no confiere inmunidad a largo plazo.
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