En genética se llama mutación a una variación espontánea e
impredecible en la secuencia de genes que componen el ADN de un ser vivo, que
introduce cambios puntuales de tipo físico, fisiológico o de otra índole en el
individuo, los cuales pueden o no ser heredados a sus descendientes.
Las mutaciones pueden traducirse en cambios positivos o
negativos en el desempeño vital de los organismos, y en ese sentido pueden impulsar
la adaptación y evolución (incluso creando a la larga nuevas especies), o bien
pueden convertirse en enfermedades genéticas o defectos hereditarios. A pesar
de este último riesgo, las mutaciones son clave para sostener una alta
variabilidad genética y que la vida continúe su marcha.
Este tipo de cambios se producen por dos razones esenciales:
de manera espontánea y natural, producto de errores en la replicación del
genoma durante las fases de la replicación celular; o de manera externa, debido
a la acción de mutágenos de diverso tipo sobre el organismo, como la radiación
ionizante, ciertas sustancias químicas y la acción de algunos organismos
virales, entre otros.
La mayoría de las mutaciones que experimentan los seres vivos
son de tipo recesivo, es decir, no se hacen manifiestas en el individuo en que
se originan, sino que permanecen inactivas e inadvertidas, aunque pudiendo
transmitirse a la descendencia en caso de que (al menos para seres vivos
pluricelulares) la alteración se produzca en el contenido de las células
sexuales (gametos).
Las mutaciones pueden
darse en tres niveles:
Molecular (génicas o puntuales). Ocurren en las bases químicas
del ADN, es decir, en sus propias bases nitrogenadas, por algún cambio en los
elementos fundamentales que las componen.
Cromosómico. Se altera un segmento de
cromosoma, es decir, mucho más que un gen, y en ese sentido pueden perderse,
duplicarse o cambiar de lugar grandes cantidades de información.
Genómico. Afecta a un conjunto de cromosomas determinado,
ocasionando excesos o faltas de ellos, y variando sustancialmente el genoma
entero del organismo.
Se cree que
más del 50% de la población mundial tiene los ojos de color marrón, pero
dependiendo de la cantidad de melanina que produzca tu iris se obtendrá un
color diferente, aunque puede que hayas sufrido una mutación y tengas los ojos
de color azul
Cualquier cambio en
la secuencia del ADN de una célula. Las mutaciones a veces aparecen por errores
durante la división celular o por la exposición a sustancias del ambiente que
dañan el ADN. Las mutaciones pueden tener un efecto perjudicial, un efecto
favorable o ningún efecto.
Las mutaciones que están en las células que dan origen a los
óvulos o los espermatozoides se heredan; las mutaciones que están en otros
tipos de células no se heredan. Ciertas mutaciones producen cáncer u otras
enfermedades. Las mutaciones a veces se llaman variantes.
Tipos de mutación
Dependiendo de las consecuencias que tenga para el organismo
y su descendencia, podemos hablar de:
Mutaciones
morfológicas. Son aquellas que tienen que ver con la forma o la apariencia de
su cuerpo, una vez culminadas las etapas de desarrollo: coloración, forma,
estructura, etc. Pueden producir mutaciones convenientes, como el de una
polilla de color más acorde al entorno y por ende más propicia a camuflarse y
sobrevivir, o bien pueden producir malformaciones o enfermedades, como la
neurofibromatosis humana.
Mutaciones letales
y deletéreas. En este grupo se encuentran las mutaciones que interrumpen
procesos clave en el mantenimiento del organismo y que por ende pueden
ocasionarle la muerte (letales) o una discapacidad significativa para crecer y
reproducirse (deletéreas).
Mutaciones
condicionales. Se llaman así a las que condicionan el desempeño del individuo
en su comunidad biológica, pudiendo ocasionar condiciones permisivas (el
producto del gen mutado es aún funcional) o condiciones restrictivas (el
producto del gen mutado pierde su viabilidad).
Mutaciones
bioquímicas o nutritivas. Aquellas que afectan a la producción de un
determinado compuesto bioquímico necesario para cumplir con funciones
específicas, como enzimas, metabolitos u otros elementos necesarios, sobre
todo, para la nutrición celular. Este tipo de organismos requieren de la
añadidura de dicha enzima o compuesto para poder realizar la función
normalmente.
Mutaciones por
pérdida de función. Se trata de mutaciones que impiden el funcionamiento
correcto de un gen, ocasionando que el organismo que la presenta pierda alguna
función específica. Es el caso de la depresión unipolar en humanos, causada por
una mutación del gen hTPH2 que ocasiona una pérdida en la absorción del 80% de
la serotonina.
Mutaciones por
ganancia de función. Son mutaciones poco frecuentes, en las que un cambio en el
ADN añade funciones al gen modificado y por ende al organismo que lo presenta.
Así es como opera la resistencia a los antibióticos de algunas bacterias
infecciosas, y es un caso típico de evolución.
Ejemplos de mutación
Algunos ejemplos de mutaciones en el ser humano son:
Polidactilia.
Conocido como síndrome de Bardet-Biedl o de Greig Cephalopolysyndactyly, es una
alteración genética durante el desarrollo del feto que ocasiona la aparición de
uno o varios dedos extra en las manos o los pies, que suelen ser disfuncionales
y a menudo deben ser extirpados.
Síndrome de Marfan.
El gen que causa esta enfermedad es transmitido por la vía del padre, como una
mutación espontánea, y tiene que ver con la información genética que determina
la formación del tejido conjuntivo. Quienes padecen la enfermedad presentan
contextura extremadamente delgada con extremidades anormalmente largas, lo cual
ejerce una presión anormal en sus aortas, pudiendo llevarlos al infarto.
Resistencia al VIH.
Se han dado casos muy raros de personas resistentes a la infección con el Virus
del SIDA, y esto se debe a que una mutación en el gen CCR5, que el retrovirus
reconoce como “puerta” a la célula humana, los hace “invisibles” a la
infección, no pudiendo así ser infectados fácilmente.
REFERENCIA: https://concepto.de/
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