(Delft, Países Bajos, 1632-id., 1675) Pintor holandés.
Nació
el 31 de octubre de 1632 en Delft.
Johannes (bautizado el 31 de octubre en la iglesia Nieuwe Kerk como Joannis) Vermeer, hijo de Reynier Jansz, un tejedor de kaffa – una especie de satén – y Digna Balthazars de Baltens Fue aprendiz durante 6 años, casi todos con el pintor Carel Fabritius. Admitido en el año 1653 en la cofradía de San Lucas como maestro pintor, aunque se ganó la vida como marchante.
No son muchos los datos que tenemos de la vida de Vermeer y su entorno familiar. Sabemos que su abuelo materno, Balthasar Claesz. Gerrits era relojero y participó en un negocio de falsificación de moneda que llevó a la muerte a dos de sus cómplices, consiguiendo Balthasar huir primero a La Haya y después a Gorinchen, donde vivió sin ser perseguido.
Su padre, Reyner Janszoon Vos, había nacido en 1591, posiblemente en Amberes, trasladándose a los 20 años a Amsterdam para especializarse en el tejido de la seda.
Delft es
una ciudad y un municipio de Holanda
Meridional, Países
Bajos,
a mitad de camino entre Rotterdam y La
Haya.
Es primordialmente conocida por el centro de la ciudad,
tradicionalmente holandés (surcado por canales)
Johannes (bautizado el 31 de octubre en la iglesia Nieuwe Kerk como Joannis) Vermeer, hijo de Reynier Jansz, un tejedor de kaffa – una especie de satén – y Digna Balthazars de Baltens Fue aprendiz durante 6 años, casi todos con el pintor Carel Fabritius. Admitido en el año 1653 en la cofradía de San Lucas como maestro pintor, aunque se ganó la vida como marchante.
No son muchos los datos que tenemos de la vida de Vermeer y su entorno familiar. Sabemos que su abuelo materno, Balthasar Claesz. Gerrits era relojero y participó en un negocio de falsificación de moneda que llevó a la muerte a dos de sus cómplices, consiguiendo Balthasar huir primero a La Haya y después a Gorinchen, donde vivió sin ser perseguido.
Su padre, Reyner Janszoon Vos, había nacido en 1591, posiblemente en Amberes, trasladándose a los 20 años a Amsterdam para especializarse en el tejido de la seda.
Se
casó en 1615 con Digna Baltens y al poco tiempo se instalaron en
Delft, donde alquilaron una hostería de nombre "Vos" -el
zorro, en referencia a su apellido-, sin abandonar los trabajos de
tejedor.
También se dedicó al comercio de objetos artísticos, por lo que ingresó en el gremio de San Lucas de la ciudad.
Hacia 1625 Reyner utilizaba ya el apellido Vermeer.
Jan Vermeer fue bautizado en Delft el 31 de octubre de 1632 como segundo hijo y único varón del matrimonio.
Cuando el pequeño tiene nueve años, sus padres adquieren la hostería "Mechelen", situada en una zona privilegiada de Delft, en el norte del Marktvelde, contando entre sus clientes con la burguesía distinguida de la ciudad.
Entre estos clientes se encuentran también un buen número de artistas como Balthasar van der Ast o Pieter Groenewengen, contactos que serán decisivos para la formación del joven pintor. Sin embargo, no disponemos de ningún documento que haga referencia al aprendizaje de Jan.
También se dedicó al comercio de objetos artísticos, por lo que ingresó en el gremio de San Lucas de la ciudad.
Hacia 1625 Reyner utilizaba ya el apellido Vermeer.
Jan Vermeer fue bautizado en Delft el 31 de octubre de 1632 como segundo hijo y único varón del matrimonio.
Cuando el pequeño tiene nueve años, sus padres adquieren la hostería "Mechelen", situada en una zona privilegiada de Delft, en el norte del Marktvelde, contando entre sus clientes con la burguesía distinguida de la ciudad.
Entre estos clientes se encuentran también un buen número de artistas como Balthasar van der Ast o Pieter Groenewengen, contactos que serán decisivos para la formación del joven pintor. Sin embargo, no disponemos de ningún documento que haga referencia al aprendizaje de Jan.
el
29 de diciembre de 1653 Jan
era admitido como maestro en el gremio de San Lucas de Delft. Los
estatutos exigían un periodo de aprendizaje de seis años de
duración con uno de los artistas reconocidos por la "guilda",
por lo que se barajan diversas hipótesis sobre quién fue su
maestro.
Algunas
opiniones apuntan a Leonaert Bramer (1594-1674) aunque las
diferencias estilísticas son mayores que las razones que les unen.
La
mayoría de los expertos apuntan a Carel
Fabritius como
el pintor que dirigió el aprendizaje de Vermeer, ya que Fabritius se
instaló en Delft en 1650, ingresando en el gremio de San Lucas dos
años más tarde.
En
algunos documentos de la época se hace referencia a Jan como el
sucesor de Fabritius, dato en el que se basan los especialistas para
afirmar la existencia de este aprendizaje.
La
documentación con la que se cuenta en la actualidad parece demostrar
que Vermeer no fue un pintor famoso en su tiempo, pese a lo cual en
nuestros días se le considera la gran figura del siglo XVII
holandés, después de Rembrandt. Probablemente, lo que más gusta de
su arte es lo inusual de la temática, la fuerza de la composición y
el empleo de pocos colores, claros y brillantes.
Obras de Vermeer son en gran parte piezas de género y retratos, con la excepción de dos paisajes urbanos y dos alegorías. Sus temas ofrecen una muestra representativa de la sociedad holandesa del siglo XVII, que van desde el retrato de una simple lechera en el trabajo, con el lujo y el esplendor de los notables y ricos mercantes en sus casas espaciosas. Además de estos temas, comentarios religiosos, poéticos, musicales y científicas también se pueden encontrar en su obra.
Philip
Steadman ha encontrado sólo seis pinturas de Vermeer que son
justamente el tamaño adecuado si estuvieran dentro de una cámara
oscura donde estaba la pared del fondo de su estudio donde se
proyectaban las imágenes.
No
hay ningún otro artista del siglo XVII, que al principio de su
carrera empleada, de la manera más lujosa, el pigmento
exorbitantemente caro lapislázuli o ultramarino natural.
Vermeer no sólo utiliza esto en los elementos que son naturalmente de este color, y la tierra color ocre oscuro y ocre deben ser entendidos como luz cálida en una pintura interior muy iluminado, que refleja sus múltiples colores en la pared. De esta manera, creó un mundo más perfecto que cualquier otro que había sido testigo.
Este método de trabajo muy probablemente inspiró en Vermeer su comprensión de las observaciones Leonardos que la superficie de cada objeto participa del color del objeto adyacente.
Esto significa que ningún objeto se ha visto en su totalidad en su color natural.
lapislázuli |
Este
pigmento fue muy apreciado en Europa durante los siglos XIV y XV,
ya que su brillo complementaba al bermellón y
al oro de
los manuscritos iluminados y de las pinturas italianas.
Pero
como el lapislázuli, que debía ser triturado para obtener el azul,
es una piedra muy dura y además no cede el pigmento con facilidad,
no sorprende que el azul ultramar natural fuera comparado con el oro.
En
textos bizantinos ya
se advierte que, al tratar de separar el pigmento azul del
lapislázuli simplemente pulverizando la piedra y enjuagando lo
resultante con agua, solo se obtiene un polvo gris azulado pálido.
Alrededor
del siglo XIII se
mejoró el método de obtención.
Este
proceso consistía en moler finamente el lapislázuli y unirlo
con cera, resinas,
y aceites derretidos,
envolver la masa resultante en un paño, escurrirla y luego amasarla
con una solución diluida de sosa
cáustica tibia.
De
esta manera las partículas azules se reunían en el líquido,
mientras que las impurezas y los cristales sin color permanecían en
la masa. Este proceso se repetía hasta que la masa ya no daba color.
Las
soluciones de sosa cáustica con pigmento ultramarino se dejaban
reposar, y luego se colaban a fin de dejar solamente el pigmento.
Los
pigmentos de las primeras extracciones eran de color más intenso y
se consideraban sumamente valiosos, aunque se utilizaban los de todas
las extracciones.
Se
reservaba frecuentemente el de mejor calidad y de color más intenso
para las vestiduras de los personajes más importantes de una
composición, como Jesús y la Virgen María.
Debido
al alto precio del pigmento, los artistas economizaban usando otro
azul más barato, como la azurita,
o bien ultramar de menor calidad, para dar color azul a zonas menos
importantes de una obra. Otras veces se daban las primeras capas de
azul con azurita y luego se las recubría con ultramar
Vermeer no sólo utiliza esto en los elementos que son naturalmente de este color, y la tierra color ocre oscuro y ocre deben ser entendidos como luz cálida en una pintura interior muy iluminado, que refleja sus múltiples colores en la pared. De esta manera, creó un mundo más perfecto que cualquier otro que había sido testigo.
Este método de trabajo muy probablemente inspiró en Vermeer su comprensión de las observaciones Leonardos que la superficie de cada objeto participa del color del objeto adyacente.
Autoretrato |
Esto significa que ningún objeto se ha visto en su totalidad en su color natural.
Obras de Vermeer son en gran parte piezas de género y retratos, con la excepción de dos paisajes urbanos y dos alegorías. Sus temas ofrecen una muestra representativa de la sociedad holandesa del siglo XVII, que van desde el retrato de una simple lechera en el trabajo, con el lujo y el esplendor de los notables y ricos mercantes en sus casas espaciosas. Además de estos temas, comentarios religiosos, poéticos, musicales y científicas también se pueden encontrar en su obra.
Salvo
una visita a La Haya en 1672 para actuar como testigo en un pleito,
pasó toda su vida en Delft, donde perteneció al gremio de pintores,
que dirigió en dos ocasiones. Se cree, sin embargo, que nunca se
dedicó profesionalmente a la pintura, sino que regentó el hostal
heredado de su padre y el negocio de marchante de arte legado
igualmente por su progenitor.
El
20 de abril de 1653 casó con Caterina Bolnes,en Schipluy, pequeño
pueblo cercano a Delft.
perteneciente a una acomodada familia
católica, Catharina era hija de Maria Thins, mujer que disfrutaba
de una aceptable posición económica, que en un primer momento se
opuso al matrimonio, tanto por razones financieras como religiosas,
ya que ella y su familia profesaban el catolicismo mientras que los
Vermeer eran calvinistas.
Los
recién casados se instalaron en un primer momento en la pensión
"Mechelen" pero siete años después se trasladaban a la
casa de Maria Thins, sita en el barrio católico, en Oude Langendijk.
La
situación económica de los Vermeer parece bastante buena ya que no
presenta dificultades para alimentar a sus quince hijos, aunque
cuatro de ellos fallecieran a edad temprana.
Si
bien su padre trabajaba en el negocio del tejido, al morir éste en
1652, Johannes se estableció en el negocio del arte.
Los
especialistas consideran que Jan no sólo vivía de los ingresos de
la pintura, ya que no ejecutaba más de dos obras al año.
Se apunta a la regencia de la hostería como segunda actividad, a pesar de no estar documentado, e incluso al comercio de obras de arte, siguiendo también el negocio familiar.
Se apunta a la regencia de la hostería como segunda actividad, a pesar de no estar documentado, e incluso al comercio de obras de arte, siguiendo también el negocio familiar.
Su
prestigio social llegará a su punto culminante cuando sea elegido
síndico del gremio de San Lucas en 1662, cargo que también ocupó
ocho años más tarde.
Maria
Thins, la suegra de Vermeer, tenía también una más que aceptable
posición económica al obtener importantes rentas de sus inmuebles,
fincas de labranza y los créditos que concedía.
Un
inventario notarial de 1676 da cuenta de una amplia lista de ropa,
pinturas, muebles y objetos de uso doméstico, aludiendo a las once
habitaciones de la casa en la que habita, casa que era compartida con
los Vermeer. El pintor y su familia vivían en las habitaciones
inferiores, habilitando las superiores como estudio, donde se ubicaba
la maciza mesa de roble que aparece en muchas de sus telas.
Johannes Vermeer, el maestro de la luz serena
Sólo
se conservan 35 obras suyas debido a su metódica forma de trabajo y
también a su corta vida y la desaparición de muchas de sus
pinturas.
Con algunas excepciones, como paisajes, escenas de calle y algunos retratos, su producción consistió en interiores domésticos llenos de luz en los que alguna figura esta leyendo, escribiendo, tocando un instrumento musical, o realizando alguna tarea doméstica.
Con algunas excepciones, como paisajes, escenas de calle y algunos retratos, su producción consistió en interiores domésticos llenos de luz en los que alguna figura esta leyendo, escribiendo, tocando un instrumento musical, o realizando alguna tarea doméstica.
Sus
obras, realizadas probablemente por el puro placer de pintar,
representan escenas de la vida cotidiana, por lo general interiores
con una o dos figuras y algunos objetos, plasmados con pinceladas
densas y pastosas y con una iluminación que realza el efecto de
intimidad y otorga a la escena cierto halo de misterio.
Muy pocas de sus creaciones se apartan de esta línea general (algunas escenas religiosas y mitológicas), que es con diferencia la más valorada del artista.
Muy pocas de sus creaciones se apartan de esta línea general (algunas escenas religiosas y mitológicas), que es con diferencia la más valorada del artista.
Por
el rigor de la perspectiva y los reflejos se ha llegado a sugerir que
pudo servirse de una cámara oscura para producir sus obras.
Creaciones muy destacadas son también los dos únicos paisajes de su
mano que se conocen, en particular la Vista de Delft,
obra que supera las realizaciones de los mejores paisajistas de la
época.
Obras
Gama de colores |
Vermeer
pintó sobre todo escenas de interiores domésticos. "Casi todos
sus cuadros son aparentemente situados en dos habitaciones pequeñas
en su casa en Delft, sino que muestran los mismos muebles y
decoraciones en varios acuerdos y se retratan a menudo las mismas
personas, la mayoría mujeres."
Cristo en casa de Marta y María — 1654/1655
Primera
etapa
Esta
escena bíblica es una de las primeras obras que Vermeer realizara.
Esta obra de su etapa juvenil difiere bastante de su obra tardía,
no sólo por su tema sino también por su formato (160 x 142 cm) , el
contraste entre la partes de la luz y la oscuridad y el modelado algo
esquemático de la ropa. Hay sin lugar a dudas una resemblanza con el
cuadro de Diana y sus ninfas que Vermeer pintaría
tiempo más tarde.
Santa Práxedes — 1655
Es
una pintura al óleo de autoría controvertida: deriva de otra casi
idéntica pintada por Felice
Ficherelli y
los últimos análisis confirman que es obra juvenil de Vermeer,
cuya firma ostenta.
Por
su tema religioso y por su estética difiere bastante de la
producción habitual del maestro holandés.
La
imagen repite la composición de otro cuadro catalogado como obra
segura de Ficherelli, perteneciente a una colección privada
de Ferrara.
La versión de Vermeer hubo de pintarse hacia 1655, siendo
posiblemente su primer cuadro conservado.
El
cuadro representa a la mártir Santa
Práxedes al
comienzo de la persecución de los romanos.
Esta
versión atribuida a Vermeer empezó a barajarse como obra suya a
partir de 1969, y se hizo famosa a partir de 1986, cuando científicos
del Metropolitan
Museum de
Nueva York descubrieron en ella la firma del artista.
Al año
siguiente fue adquirida para la Colección
Barbara Piasecka Johnson (gestionada
por una fundación benéfica).
En fecha más reciente, unos estudios
en el Rijksmuseum de
Ámsterdam terminaron por confirmar que los pigmentos empleados son
plenamente coincidentes con los de otro cuadro juvenil del
artista: Diana
y sus ninfas.
Ello dejó descartada la posibilidad de que fuese una pintura de
origen italiano.
El
cuadro permaneció en propiedad de la citada colección Piasecka
Johnson hasta el 8 de julio de 2014, fecha de su subasta en la
sala Christie's;
se adjudicó en 10,7 millones de dólares (7,8 millones de euros).
Este precio es ostensiblemente bajo para un artista como Vermeer y se
explica porque la obra, de diseño ajeno, no es representativa de su
estilo y temática más personales.
Otra pintura más típica de
él, Dama
sentada ante un virginal,
alcanzó diez años antes los 24 millones de euros.
Diana,
diosa griega de la caza y
prototipo de la castidad,
descansa sobre una piedra mientras las ninfas a
su alrededor cuidan de la diosa.
La de negro tal vez sea Calisto,
quien se palpa el vientre por su embarazo, lo que ocasionaría la ira
de la diosa pues sus servidoras debían permanecer vírgenes.
Esta
es una representación muy puritana de Diana en comparación a las
habituales, que mostraban a la diosa semidesnuda o con ropajes
cortos. Con
un gran componente religioso, Vermeer compara tipológicamente a
Diana con Cristo.
La
diosa tiene como atributo una media luna, equiparándose así
a Selene,
la diosa de la Luna,
con quien se comparaba en la antigua mitología.
Con
esta obra Vermeer aborda la pintura de género, particularmente la
denominada de burdel (Bordeeltje),
una ya desarrollada por otros autores como el caravaggista Dirck
van Baburen (con
una obra del
mismo nombre)
y
que pertenecía a la suegra de Vermeer, lo que influyó en su obra,
pues es representado en otro cuadro suyo (Mujer
sentada tocando la espineta,
1673).
Este subgénero era muy apreciado en la sociedad holandesa de
la época, pues servía de contraposición ante la
creciente moral puritana
de sus días
Una
mujer joven de rojizas mejillas, tal vez por causa del vino,
abre su mano derecha para recibir las monedas que el hombre del
sombrero de plumas se dispone a entregarle por sus servicios.
El
trabajo de encaje
de bolillos sobre
el tapiz que
cubre la mesa hace suponer que la escena es casera, posiblemente una
relación extramarital propiciada por la alcahueta vestida de negro
que supervisa la acción.
Muchacha dormida — 1657
Muchacha leyendo una carta — 1657
La callejuela — 1657/1658
Het Straatje (La callecita) |
En este período Vermeer pinta dos paisajes urbanos: Het Straatje (La callecita)
Gezicht van Delft (Vista de Delft) |
Militar y muchacha riendo — 1658
Dama bebiendo con un caballero — 1658–1660
La lechera — 1658–1660
Segunda etapa
La pintura ‘De keukenmeid’ (La chica de la cocina), alrededor de 1658-60, en posesión del Rijksmuseum, Amsterdam.
Alrededor del 1656 comienza Vermeer con sus escenas interiores, como esta obra con la escena de la chica de la cocina que tan tranquilamente sirve leche de una jarra. Estas obras tienen un formato más pequeño. Mientras que la pintura está aplicada en capas más gruesas, Vermeer presta más atención a la exacta representación de la realidad. Dándole una gran tangibilidad a los objetos, son llamativos los pequeños efectos de luz, como con los panecillos y la cerámica brillante. Tal vez es ésto un indicativo de la utilización de recursos ópticos como la cámara oscura.
Dama con dos caballeros (Muchacha con copa de vino) — 1659/1660
la niña con una copa de vino |
A comparable pero aún más notable, sin embargo, eficaz, uso de ultramarino natural está en la niña con una copa de vino. Las sombras del vestido de satén rojo son underpainted en ultramar natural, y, debido a esta capa de pintura azul subyacente, el lago rojo y bermellón mezcla aplicada sobre ella adquiere un aspecto ligeramente púrpura, fresco y crujiente que es más potente.
Vista de Delft — 1660/1661
La lección de música interrumpida — 1660/1661
Lectora en azul — 1662–1664
Dama al virginal y caballero — 1662–1665
Mujer con balanza — 1662–1664
Mujer con una jarra de agua — 1662
Mujer con laúd — 1664
La muchacha del collar de perlas — 1664
La joven de la perla — 1665
La joven de la perla |
La joven de la perla, también conocida como Muchacha con turbante, La Mona Lisa holandesa y La Mona Lisa del norte (en holandés Het meisje met de parel: La joven con la perla), es una de las obras maestras del pintor holandés Johannes Vermeer y, como el nombre implica, utiliza un pendiente de perla como punto focal. La pintura se encuentra en el Mauritshuis en La Haya.
Recientes escritos sobre Vermeer apuntan a que la imagen era un tronie, nombre que se daba en Holanda en el siglo XVII a las efigies peculiares y/o expresivas, de uso decorativo, que no tenían intención de ser un retrato identificable y que en muchos casos los pintores producían para demostrar su pericia.
Tras la mayor y más reciente restauración del cuadro en 1994, la sutil combinacón del color y la íntima mirada fija de la chica hacia el espectador se han realzado mucho.
Tal realce se debe a un contraste entre un fondo muy oscuro y lo que se puede ver del cuerpo vestido de la muchacha; es decir, hay un tenebrismo que en este caso resulta casi caravaggiano, aunque sin las actitudes dramáticas del estilo, y se mantiene la típica y cristalina tranquilidad que caracteriza a la mayor parte de las obras de Vermeer de Delft.
Siguiendo los consejos de Victor de Stuer, quien durante años intentó prevenir que las raras obras de Vermeer se vendieran a grupos de extranjeros, A.A. des Tombe compró la obra en una subasta en La Haya en 1881 por sólo dos florines y treinta céntimos.
En ese momento, su estado de conservación era muy malo. Des Tombe murió sin herederos y donó éste y otros cuadros al museo Mauritshuis en 1902.
El concierto — 1665/1666
Dama en amarillo escribiendo — 1665–1670
Retrato de una mujer joven — 1666/1667
Muchacha con flauta — 1666/1667
Mujer joven con sombrero rojo — 1666/1667
Mujer joven con una sirvienta que entrega una carta — 1667/1668
El astrónomo — 1668
El geógrafo — 1668/1669
La carta — 1669/1670
La encajera — 1669/1670
Una dama que escribe una carta y su sirvienta — 1670
Alegoría de la fe — 1671–1674
Algunos expertos han apuntado a que Jan se convirtió al catolicismo para contraer matrimonio con Catharina, dato que no está documentado.
La Alegoría de la fe |
Por lo tanto, si representa Vermeers propias creencias o sólo los de su patrón se deja a la especulación.
Mujer tocando la guitarra — 1672
El arte de la pintura (Alegoría de la pintura) — 1673
Dama al virginal — 1673–1675
Mujer sentada tocando la espineta — 1673–1675 (o Mujer joven sentada al virginal)
Está obra está realizada al óleo sobre
lienzo. Se calcula que fue pintada hacia 1675.
Mide 51,5 cm de
alto y 45,5 cm de ancho.
Se conserva en la National
Gallery de Londres, Reino
Unido.
La
obra está firmada IVMeer. Se trata de una de sus obras
tardías.
Protagonista
del cuadro es una joven mujer deliciosamente vestida, que toca
una espineta decorada
(a veces se habla de un clavicordio o
de un virginal),
sentada en el interior de una estancia: en línea con la elegancia de
los vestidos de la joven, también lo que la rodea es ornamentado y
rico, aunque la vista se limita a una sola esquina de la estancia.
En
primer plano se ha puesto una viola
da gamba;
sobre la pared del fondo, un cuadro.
El
tema es parecido al de Dama parada cerca del
clavicordioo espineta (1670-1673), con la mujer
que se vuelve sonriendo al espectador, y manteniendo las manos
posadas sobre el teclado del instrumento musical.
Como
en otras obras tardías de Vermeer, se ha perdido la frescura,
convirtiendo el sistema de distribución de los objetos en el espacio
en un estereotipo.
Aparece, además, un fondo con sombras de negro
profundo. En este cuadro ya no es la luz la protagonista, cuando en
sus obras anteriores el argumento del cuadro era, en realidad, «la
penetración de la superficie de los objetos por la luz»
En 1937,
una obra muy similar, que en ese momento también se atribuía a
Vermeer, fue donada por el coleccionista Andrew
W. Mellon a
la Galería
Nacional de Arte de Washington,
D.C..
Está ampliamente considerada hoy en día como falsa.
El experto en Vermeer, Arthur Wheelock, alegó en un estudio de 1995 que este otro cuadro es obra del artista y falsificador del siglo XX Theo van Wijngaarden, un amigo de Han van Meegeren.
El experto en Vermeer, Arthur Wheelock, alegó en un estudio de 1995 que este otro cuadro es obra del artista y falsificador del siglo XX Theo van Wijngaarden, un amigo de Han van Meegeren.
Jan Vermeer falleció en Delft el 15 de diciembre de 1675, murió en la ciudad de Delft a la edad de 43 años y fue enterrado en la iglesia Oude Kerk.
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