Desde el 20 de enero de 2017, es el 45º presidente de los Estados
Unidos. Político, empresario y personalidad televisiva estadounidense.
Nacido el 14 de junio de 1946 en el neoyorquino barrio de Queens, Trump es el cuarto de los cinco hijos de Fred Trump, constructor de origen alemán, y Mary MacLeod, ama de casa de procedencia escocesa.
Trump se graduó en 1964 en la academia militar en la que había sido
internado.
En 1968, el magnate se licenció en Economía en la Escuela Wharton de la
Universidad de Pensilvania, y se convirtió en el favorito para suceder a su
padre al frente de la empresa familiar, Elisabeth Trump & Son, dedicada a
edificios de alquiler de clase media en los barrios neoyorquinos de Brooklyn,
Queens y Staten Island.
Trump se hizo en 1971 con las riendas de la compañía, rebautizada como The Trump Organization, y se mudó a la glamurosa Manhattan a la caza de una fama que llegó a base de proyectos pomposos, autobombo, verdades a medias y una relación borrascosa con la prensa.
Trump se hizo en 1971 con las riendas de la compañía, rebautizada como The Trump Organization, y se mudó a la glamurosa Manhattan a la caza de una fama que llegó a base de proyectos pomposos, autobombo, verdades a medias y una relación borrascosa con la prensa.
Donald Trump y Marla Maples |
"Juego con las fantasías de la gente", escribe el Trump en sus
memorias, quien aboga -como se puede comprobar tanto en los negocios como en la
política- por la "hipérbole" como "una forma inocente de exageración
y una forma muy efectiva de promoción".\
El empresario empezó a cimentar su fama con deslumbrantes obras en
Manhattan, como la Torre Trump, un lujoso rascacielos de 58 pisos con una
cascada interior en plena Quinta Avenida desde el que, por cierto, lanzó su
campaña presidencial.
El magnate ha levantado un imperio
que incluye hoteles, campos de golf y casinos, un negocio este último que ha
incurrido en cuatro bancarrotas pese al "éxito" del que alardea
Trump.
Cobró con ello un considerable
prestigio y popularidad como encarnación del self-made man norteamericano, a
pesar de su carácter ególatra y sus dudosos escrúpulos. De ideología
extremadamente conservadora, su constante presencia en la televisión y sus
declaraciones fuera de tono lo convirtieron, a partir de 2005, en uno de los
personajes más polémicos del país.
En 2015 presentó su candidatura a la presidencia por el Partido
Republicano; contra todo pronóstico por la rudeza y simplismo de sus mensajes
xenófobos, el magnate superó a los restantes candidatos republicanos en las
primarias y consiguió la nominación en julio de 2016. Tras una áspera campaña
presidencial marcada por los ataques directos y la escasez de propuestas
políticas, Donald Trump se impuso a la candidata del Partido Demócrata, Hillary
Clinton, por un amplio margen de votos, inaugurando una etapa de incertidumbres
en la política estadounidense y, por ende, en la mundial.
La forja de un imperio
Su padre, Fred Trump, que se había quedado huérfano a los doce años,
formó su fortuna construyendo viviendas de clase media, hasta llegar a tener
miles de pisos en los barrios neoyorquinos de Queens, Brooklyn y Staten Island.
Desde muy pequeño Donald Trump, el cuarto de un total de cinco hijos, acompañó
a su padre en la inspección de los bloques y en el cobro de los alquileres.
Donald estudió en la Universidad Fordham y en la de Pensilvania. Tras ello
empezó a trabajar en el negocio de la construcción; en 1974, con 28 años,
recibió el relevo de su padre y entró de lleno en el mundo inmobiliario de
Manhattan.
Uno de sus primeros grandes éxitos fue la idea de adquirir un viejo
hotel contiguo a la Grand Central Station que, mediante préstamos y exenciones
fiscales, logró convertir en uno de los mejores establecimientos de la ciudad.
A partir de entonces compró toda clase de viviendas y edificios en Nueva York,
particularmente torres de lujosos apartamentos (como la Trump Tower, donde el
propio Trump reside en un triplex) y hoteles: es propietario del legendario
Hotel Plaza, del Hotel Saint Moritz y del Hotel Grand Hyatt.
VER: Asi se hizo Donald Trump
VER: Asi se hizo Donald Trump
Pero su auténtico imperio se formó en Atlantic City, localidad situada
en la costa de Nueva Jersey, cerca de Filadelfia. Allí poseía los tres
principales casinos: el Trump Castle, el Trump Plaza y el más reciente Taj
Mahal. También allí se hallaba anclado el yate Trump Princess, considerado el
más lujoso del mundo, que fue adquirido al millonario saudita Adnan Kashoggi
por 29 millones de dólares. El magnate poseía además una casa valorada en siete
millones de dólares en Palm Beach (Florida), una mansión de 47 habitaciones en
Connecticut, un Boeing 727 y seis helicópteros. En 1990 ocupaba el puesto
decimonoveno en la lista de grandes fortunas estadounidenses de la revista
Forbes, con un patrimonio valorado en más de mil millones de dólares.
Entre sus adquisiciones de los 80 figuran el puente aéreo de la Eastern
Company entre Boston, Nueva York y Washington, que rebautizó como Trump
Shuttle, y el 5% de las acciones de American Airlines. En junio de 1988 publicó
el libro Trump o el arte de vender, que en poco tiempo se colocó a la cabeza de
las listas de libros más vendidos en su país. Trump era el ejemplo por antonomasia
del norteamericano triunfador que se ha hecho a sí mismo, y uno de los
millonarios más populares de Estados Unidos. Aunque habitualmente se mantuvo al
margen de la política, a comienzos de 1987 dedicó más de cien mil dólares a la
compra de espacios en los principales periódicos, donde publicó una carta
abierta en la que criticaba la política norteamericana de proteger los
petroleros que navegaban por el Golfo Pérsico.
Crecerse en la adversidad
Donald Trump contrajo matrimonio en 1978 con la deportista de origen
checo Ivana Winkelmayr, a la que había conocido dos años antes durante los
Juegos Olímpicos de Montreal, en las pruebas de patinaje artístico en que
participaba Ivana. El matrimonio tuvo tres hijos. A comienzos de 1990, Ivana
Trump presentó la demanda de divorcio de su marido, iniciando una de las
separaciones más caras de los Estados Unidos. El hecho mereció la portada de
muchos periódicos y fue tratado incluso en telediarios durante cinco días
seguidos. Donald Trump cedió a su ex esposa Ivana 10 millones de dólares, una
pensión anual de 600.000 dólares, una mansión en Connecticut y un apartamento
en el Trump Plaza de Nueva York, además de la custodia de sus hijos.
Con Melania Knauss, su tercera esposa |
En 1990 empezaron a circular rumores insistentes acerca de las
dificultades económicas de Trump, quien al parecer no podía hacer frente al
pago de sus enormes deudas. El 27 de abril de ese mismo año, el millonario
contrató los servicios de la firma Merrill Lynch para negociar la venta de su
aerolínea Trump Shuttle, aunque trató de disimular esta operación afirmando que
quería dinero para convertirse en "el rey del líquido", con la idea
de comprar gangas inmobiliarias aprovechando la caída del mercado.
Pese a los apuros, Trump anunció en mayo que construiría un hotel y un
edificio inteligente en São Paulo, y el 17 de junio de 1991 afirmó que había
llegado a un acuerdo con algunos de sus acreedores por el que declararía en
quiebra su casino Trump Castle de Atlantic City con el fin de aliviar las
deudas. Poco después, el 12 de julio, se supo que había vendido su yate Trump
Princess por 42 millones de dólares al banco que lo tenía hipotecado. El 29 de
agosto de ese mismo año, la juez de un Tribunal de Quiebras de Nueva Jersey
aprobó un plan para el recate de la bancarrota del casino Taj Mahal.
En marzo de 1992, Donald Trump aceptó ceder a sus acreedores bancarios
el control del 49 por ciento del Hotel Plaza de Nueva York, a cambio de
condiciones crediticias más favorables. Con estas y otras hábiles e ingeniosas
maniobras, fruto de su innegable talento para los negocios, pudo finalmente
superar la crisis financiera de los 90 y mantener su fortuna y su prestigio.
Siguió construyendo casinos y lujosos hoteles en Estados Unidos y en muchos
otros países, y de manera análoga superó las dificultades que acecharon su
imperio en 2004 y en 2009, causadas por el excesivo endeudamiento que suponían
sus proyectos faraónicos; ciertamente pocos como él han sabido bregar en
situaciones difíciles, cualidad de la que se preció en libros como El arte de
sobrevivir (1991) y El arte de volver (1997).
Precandidato republicano
Tras la sonada ruptura con Ivana, su vida sentimental siguió siendo
azarosa.
En 1993 contrajo matrimonio con la actriz Marla Maples, de la que se
divorciaría en 1999; su tercera y actual esposa es la modelo eslovena Melania
Knauss, con la que se casó en 2005. A partir de ese mismo año protagonizó el
reality show El aprendiz, en el que un grupo de aspirantes compiten por un
contrato para dirigir alguna de sus empresas; tal exposición pública incrementó
su popularidad, pero también dio a conocer su personalidad un tanto primaria y
su carácter egocéntrico y estridente.
Cartel promocional de El aprendiz |
Por esos mismos años se intensificó su interés por la política; desde
posturas que no cabe calificar sino de extremadamente conservadoras, dio
constantes muestras de su ideario xenófobo y machista. En 2011 exigió a Obama
que acreditara su condición de estadounidense mostrando su partida de
nacimiento; en 2013 afirmó que negros e hispanos eran los culpables de casi
todos los crímenes violentos; en junio de 2015, las declaraciones que
acompañaron la presentación de su candidatura a la presidencia por el Partido
Republicano provocaron un enorme revuelo: tachó a los inmigrantes mexicanos de
violadores y narcotraficantes y defendió la construcción de un muro fronterizo
a costa del erario del país vecino. La reacción fue un boicot masivo de la
comunidad latina a las empresas del magnate, y especialmente contra la Miss
Universe Organization, entidad que organiza los concursos de belleza Miss
Universo y Miss Estados Unidos y de la que Trump es accionista mayoritario.
Lejos de retractarse, el magnate siguió colocándose deliberadamente en
el ojo del huracán con declaraciones y gestos extremos. En agosto de 2015
propuso la deportación de once millones de inmigrantes ilegales y la retirada a
sus hijos de la ciudadanía estadounidense, y redobló sus ataques a los medios y
periodistas que cuestionaban su programa: dirigió groseros comentarios
machistas a Megyn Kelly, del canal de noticias Fox, y expulsó de una rueda de
prensa a Jorge Ramos, periodista estrella de la cadena latina Univisión. Los
réditos de tal estrategia se hicieron pronto tangibles: las encuestas situaron
de inmediato a Trump como el mejor valorado de los diecisiete precandidatos
republicanos a la presidencia.
Aunque se auguraba que acabaría perdiendo su empuje inicial (como ha
ocurrido siempre en las primarias con otros histriónicos o estrafalarios
aspirantes), sus rivales y el mismo Partido Republicano quedaron descolocados
tanto ante la rudeza de sus planteamientos como por los resultados obtenidos en
las primarias: Trump superó de inmediato a los restantes precandidatos y,
después del «supermartes» (1 de marzo de 2016), disponía ya de 319 delegados,
casi cien más que su principal competidor, el senador por Texas Ted Cruz. El 21
de julio de 2016, finalizadas las primarias, la Convención Nacional Republicana
lo designó candidato a la presidencia por el Partido Republicano.
Presidente de los Estados Unidos
En su primera comparecencia como presidente electo |
Se iniciaba con ello la campaña para las elecciones presidenciales,
fijadas para el 8 de noviembre de 2016, en las que el magnate republicano había
de enfrentarse a una encumbrada figura del Partido Demócrata, Hillary Clinton.
Mientras el Partido Republicano acudía dividido a la cita electoral, la esposa
del ex presidente Bill Clinton contaba con el aparato de su formación y el
apoyo del presidente Obama; la avalaba asimismo una larga experiencia en el
desempeño de altos cargos en la administración estadounidense.
Durante la primera fase de la campaña, una de las más enrarecidas que se
recuerdan, Trump se vio perjudicado por la divulgación de acusaciones de acoso
sexual y por sus propias salidas de tono. En la fase final, sin embargo, logró
remontar el vuelo en las encuestas, que fallaron estrepitosamente al otorgar
una ligera ventaja a los demócratas: en los comicios, Donald Trump se impuso a
Hillary Clinton con total rotundidad. De algún modo, ni su ideología racista ni
sus actitudes machistas habían logrado restarle crédito, mientras que los
ataques a la candidata demócrata y los mensajes directos de Trump en materia
económica y migratoria fructificaron en una inesperada victoria.
El ideario y las maneras heterodoxas del nuevo presidente de los Estados
Unidos han abierto un periodo incierto, en gran medida porque las pocas
propuestas políticas formuladas durante la campaña (verdaderamente escasas)
parecían responder más a una mercadotecnia populista que a un credo realizable;
prescindiendo de su alarmante integrismo, resulta cuando menos dudoso que
puedan llevarse a la práctica medidas como la deportación de millones de
inmigrantes sin papeles o la construcción de un muro fronterizo.
Lo mismo ocurre con las cuestiones económicas: adoptando posturas más
propias de la izquierda, el ultraconservador Trump señaló la globalización y la
deslocalización de empresas como responsables del empobrecimiento de las clases
medias, y se mostró partidario de renegociar los tratados de libre comercio,
imponer restricciones proteccionistas y promover a ultranza la producción
nacional. Difícilmente el presidente de un solo país, aunque sea el más
poderoso, podría frenar un proceso como la globalización económica mundial, que
tiene su mayor valedor en el establishment neoliberal de todos los países
desarrollados, empezando por Estados Unidos. A pesar de ello, la mayor parte
del electorado estadounidense acabó viendo en el binomio
inmigración-deslocalización la causa de sus males, y a Trump como el mejor
medio para «Hacer grande a América otra vez», su lema de campaña.
FRASES DE DONALD TRUMP EN SU DISCURSO
Donald Trump, luego del discurso, con su esposa Melania y sus hijos |
Los inmigrantes
- Hemos defendido a otros países mientras nos negamos a defender nuestras fronteras.
- A partir de este día va a ser sólo primero Estados Unidos. Cada decisión sobre comercio, impuestos e inmigración, asuntos extranjeros, se tomará para beneficiar a los trabajadores estadounidenses, para defender a nuestras fronteras.
ISIS y el terrorismo
- Vamos a reforzar todas las alianzas contra el terrorismo radical islámico. Lo vamos a erradicar completamente: de la faz de la tierra.
Los puestos laborales y la industria
- Vamos a seguir dos reglas simples: compren estadounidense y contraten estadounidenses.
- Hemos gastado millones en el exterior, mientras la infraestructura estadounidense ha caído. Una a una, las fábricas han cerrado, sin pensar en los millones de estadounidenses. La riqueza de la clase media se ha salido de nuestros hogares. Pero ese es el pasado. Y ahora estamos viendo hacia el futuro.
“ Juntos vamos a hacer que que Estados Unidos sea un país grande otra vez.
Donald Trump
-
Hay problemas en nuestras fábricas, y esos son problemas de nuestra nación.
El capitolio, en el acto de
asunción de Donald Trump
|
Cinco escándalos de Donald Trump que marcaron su camino a la presidencia
La sociedad estadounidense
- Las pandillas y las drogas nos han robado muchos días en nuestro país. Esta carnicería humana se detiene aquí mismo y ahora mismo.
- Somos una nación. Y su dolor es nuestro dolor. Sus sueños son nuestros sueños.Y sus éxitos, serán nuestros éxitos. Compartimos un corazón, un lugar, y un destino.
- Nos reunimos aquí hoy, emitiendo un nuevo decreto, que se ocupe en cada ciudad, en cada capital extranjera: a partir de este día una nueva visión va a gobernar a nuestra patria, a partir de este día va a ser sólo primero Estados Unidos.
- No buscamos imponer nuestro modo de vida a nadie, pero que brille como un ejemplo: vamos a brillar para que todos nos sigan.
Menciones a Dios
- La biblia nos dice lo bueno que es cuando el pueblo de Dios vive conjuntamente la vida. Debemos dejar nuestras mentes abiertas y buscar la solidaridad. Cuando EE.UU. está viva, nadie la para, no tiene freno.
- Siempre los protegeremos y estaremos protegidos por Dios.
- Todos disfrutamos las mismas gloriosas libertades y todos rendimos homenaje a la misma gran bandera estadounidense. Y ya sea que un niño nace en la zona urbana de Detroit o en Nebraska, bajo el mismo cielo, y reciben la vida por el gran mismo creador.
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Los políticos y "el pueblo"
- Durante mucho tiempo, en nuestra capital, ha sacado las ganancias del Gobierno mientras que la gente ha llevado el costo de esto. washington ha enriquecido, pero la gente no compartió esa riqueza. Las fábricas se cerraron. El poder político se fortaleció, pero no a los ciudadanos de este país. Sus triunfos no han sido sus triunfos.
“Hemos defendido a otros países mientras nos negamos a defender nuestras fronteras”.
Donald Trump
- Lo que realmente importa es que nuestro Gobierno esté controlado por el pueblo, el 20 de enero de 2017 será recordado como el día en que el pueblo se convirtió en el gobernador de esta nación, una vez más.
- Hoy no sólo transferimos el poder de una administración a otra: lo estamos transfiriendo desde Washington y se lo estamos dando a ustedes, el pueblo.
Violenta protesta contra Trump: encapuchados y con palos rompieron vidrieras
Los hombres y mujeres olvidados ya no serán olvidados. Todos los están escuchando. Ustedes vinieron para ser parte de este movimiento histórico como no lo ha visto este mundo, nunca antes.
Sobre Barack y Michelle Obama
-
Vamos a enfrentar desafíos, calamidades: pero vamos a hacer el trabajo. Quiero agradecer a Obama y Michelle Obama por su ayuda. Han sido magníficos.
Saliente y entrante: Donald Trump, junto a Barack Obama |
Así es Donald Trump, el empresario que fue desde Queens hasta la Casa Blanca
Sobre la nación
- La hora de las charlatanerías ha terminado: ahora, es el momento de la Nación. No permitan que nadie les diga que eso no se pueda hacer. No vamos a fracasar. Nuestro país va a florecer y prosperar otra vez. Estamos en el inicio del nuevo milenio, listos para hablar, buscando los misterios del espacio, eliminando enfermedades. Un nuevo orgullo nacional nos va a impulsar: es momento de recordar que es algo que nuestros soldados, sean negros o blancos, todos tenemos la misma sangre roja de patriotas.
El cierre, con el slogan de campaña: "Make America great again"
- Para todos los estadounidenses, desde las montañas hasta las costas, escuchen estas palabras: ustedes nunca serán ignorados, jamás. Su voz y sus sueños van a definir nuestro destino estadounidense. Y su valentía y su amor nos va a guiar siempre en este camino. Juntos vamos a hacer a este país más fuerte, con riqueza otra vez y juntos vamos a hacer que que Estados Unidos sea un país grande otra vez.
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